domingo, 10 de febrero de 2013

Rutinio


Él no era un monstruo que asustaba, pero aburría, que en el caso era peor. Lo mismo y lo mismo siempre: misma sopa, misma tarea, mismo desayuno y el mismo tono en la voz de mamá.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias

Une moderne Olympia

  Hace unos meses lloré tanto en una terapia que sentí que se me había secado el alma, no volví a llorar desde ahí, hasta hoy frente al cuad...