viernes, 27 de marzo de 2020

Onceavo día

Llegó el pedido de té de anamú y de las pastillas de Agaricus, increíble como la naturaleza nos ofrece tanto. Bordar me ocupa mucho tiempo y lo disfruto mucho, el hilo que se había perdido no sabemos cómo fue a parar en la boca de la Sofía que lo masticaba chéveremente, el mandala que bordo es la flor de la vida, descubro en algunos nombres sentimientos que era importante identificar, hay algunas personas que amo mucho pero les reprocho ciertas cosas, de ciertos momentos, reconocer estas emociones me libera de ellas, porque en todo caso no importa, lo que importa es que el amor que les envío llegue. Ayer he horneado unas galletas para mis vecinos, pude darles las que logré rescatar porque el Tim se las comió casi todas, he visto a Jacques, Elisabeth y Patrice desde el jardín, riesgo de contagio: Cero. Sabemos que una persona muy querida corre peligro, eso nos desmoronó anoche, esta mañana amanecimos nostálgicos pensando cuándo podremos abrazar nuevamente a nuestros padres, todo va a pasar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias

Une moderne Olympia

  Hace unos meses lloré tanto en una terapia que sentí que se me había secado el alma, no volví a llorar desde ahí, hasta hoy frente al cuad...