jueves, 4 de junio de 2020

Octogésimo día

Hace unos días terminaba de leer la biografía del gran cronopio y recordé que también tuve la alegría de dar unas clases en la universidad, para ello dejé un trabajo que me permitía independencia para ganar lo justo para el transporte y el café, pero amaba tanto esa experiencia que incluso rechacé algo enorme que me proponía alguien que siempre ha mostrado su confianza en mí. Fueron tres años en los que intenté ayudar y generar cosas con toda mi energía y mis fuerzas, como resultado he cosechado amistad y muchos aprendizajes, pero no me sometí a lo que la hegemonía quería, todo seré menos servil, y Xocé me dijo: -¿para qué quieres quedarte donde no te quieren? entonces dejé de aferrarme y me fui. Gary, Alfredo, Cecilia y Jenny, que fueron de mis maestros y luego mis colegas, fueron los únicos que manifestaron su solidaridad, a cambio ya se habían ganado mi cariño.

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