pensé que no podrías ir acompañada de ningún otro defecto,
que ni siquiera los defectos querrían contigo.
Pero te veo acostada con las oraciones dichas a medias
con los procesos postergados
con la pereza de ver más allá.
Negligencia puta,
vos y tus practicantes
tienen las raíces echadas
pero no en la tierra fértil
del quehacer con sentido
(y con esto me refiero a sentir)
sino en el fango del hastío,
de los tiempos caducados,
y del irrespeto propio
que es el irrespeto peor.