sábado, 31 de octubre de 2020

Día 1

El reconfinamiento es sólo un decir, los de la Casamarilla sólo hemos salido para lo básico, y aún así un tercio de nuestra población ya se enfermó, el postvirus resultó más terrible, pero me repongo. Llevo semanas intentando redactar un documento, pero la fatiga intelectual lo ha hecho casi interminable. Vemos a la gente ir y venir, especulamos, contamos las mismas historias, nos preparamos para unas semanas en las que habrá que sostenernos, yo toso, tú toses, él/ella tose, nosotros tosemos... pero tenemos suerte de tener un espacio para respirar, cosechar tomates y calabazas, recibir los rayos del falso sol y estar juntos. 

Escritura creativa

 El ruido secreto

Por Mirian Arévalo

Dedicado a mi abuelito Juan Olegario Castro Martínez

Ciertas tardes cuando el crepúsculo llega, una joven observa a su abuelo sacar una cajita muy antigua de su viejo baúl, la observa y su rostro se ilumina de una gran alegría, la abre y con mirada enternecedora palpa su contenido, eso inquieta a la joven que curiosa por el gran efecto que ese secreto produce en su abuelito, muy sigilosamente se acerca y le dice: -¿Qué guardas ahí con tanto cariño abuelito? ¡Si se puede saber, desde luego!- Él con gran emoción saca un bello par de zapatitos rosados de badana, tan pequeñitos que un ruido producto de una gran emoción embargó a la joven en su interior, quien temblorosa pregunta: -¿De quién son abuelito?- Él con lágrimas contenidas en sus ojos le dice: -Son los zapatitos con los que diste tus primeros pasos mi hermosa niña-, ambos, entre sollozos de felicidad se fundieron en un gran abrazo, mientras la joven con dulce voz le dice: -¿Tanto me has amado y me amas que los has guardado por todos estos largos años?- La respuesta es obvia, el secreto vuelve a su lugar por todos los años que le queda de vida a su abuelito. 

Escritura creativa

Ruido secreto

Por Vanessa Padilla

No lo ha visto nadie, eso espero, el tesoro es mío, sólo mío y de nadie más (a este egoísmo no lo entiendo), es tan pequeño que será muy fácil esconderlo, pero a la vez es grande como la bondad y la envuelvo con cuidado porque es frágil, al mismo tiempo es lo que me da fuerza, la envuelvo, la abrazo, la cubro, la protejo, la escondo, la añoro, escondida ahí no la veré más, es mi altruismo nulo más fuerte que mis ganas... siempre fue invisible pero siempre estará presente cuando el corazón no quiera latir más. 

Podrías ser verde

Podrías ser mujer

Podrías ser poema

Pero ellos quieren deshacer mi ovillo, descubrir el enigma, saber de una vez por todas qué es lo que me sostiene cuando estoy caída. No importa cuántos ovillos destrocen siempre podré hacer uno más. Si supieran que verde eres de la grandeza del bosque amazónico que me robaron en la infancia, femenina como mis ancestral de mil generaciones y del color del mejor poema de Federico.

Desharé mi ovillo yo misma para desnudar mi alma y que el mundo sepa que mi tesoro eres tú: Esperanza.

viernes, 30 de octubre de 2020

Escritura creativa

MI OVILLO SECRETO
Por Isabel Guaricela
Lo guardo de manera inconsciente y lo encuentro en lugares donde menos espero. Sí, arma ruido cuando lo veo, cuando lo toco, cuando lo huelo, pero luego cae en el olvido. Es un ovillo castaño, lacio, enrollado en sí mismo y protegido por una ordinaria envoltura de plástico rojo. Cada vez que estoy en contacto con él vienen a mi mente episodios de mi niñez, juegos con mis hermanos, travesuras que recuerdo con cariño, divago por unos momentos como si regresara a esa época y luego, con cierto temor, lo dejo en el lugar donde lo encontré. Pospongo, una vez más, sacarlo a la luz o terminar con él y sigue guardado en alguno de los cajones en medio de los retazos de tela y recuerdos de mi vida. En ocasiones, he pensado que si llegara a morir sin haber destruido antes este ovillo de cabello mío, y si alguien daría con él,  lo echaría pues ninguno de mis allegados conoce que conservo esta pequeña parte de mí.
Lo extraño es que parece que cambiara de lugar como si estuviese dotado de vida, o acaso, ¿la sensación que percibo cuando lo toco es realidad? Siento unos ojos escrutadores sobre mí, me atemorizan y no me permiten tomar la decisión de qué hacer con él. Luego, olvido este hecho y sigo mi vida hasta la siguiente ocasión.
Pero hoy, en plena consciencia, me pregunto: ¿qué fuerza es aquella que me lleva a ocultar este hermoso ovillo de cabello mío?
 

Escritura creativa

El ruido secreto 
Por Danilo Borja
Soy Jorge Santa María de Champ, ex comandante del ejército de la paz de la República de Cactuán. Son las 5 de la tarde y estoy sentado en una roca blanca en la ribera del río Tiputini después de una jornada muy triste en la que buscábamos El Secreto. Llevo un corte en la pierna izquierda. Creo que me quedan pocas horas. El Secreto ha sido buscado por muchos años por varios expedicionarios. Lo buscan porque contiene instrucciones para poder hablar con las plantas y los animales. Los biólogos se han vuelto locos por encontrarlo y muchos perdieron la vida, incluyendo los miembros de mi equipo. Un grupo de sajinos atacó a mi grupo y cobró la vida de dos de nuestros miembros. Afortunadamente el resto del grupo pudo trepar los árboles cercanos y se salvaron. Unas horas más tarde perdimos dos miembros más en un pantano. Siento que fue mi descuido. Finalmente, 2 más acaban de sucumbir por un ataque de pueblos originarios. Éramos 7 cuando salimos de la capital y ahora sólo quedo yo. Temo por mi vida y siento la responsabilidad de informar sobre el fallecimiento de los miembros del equipo. Además, tengo el Secreto en la mano y no creo que voy a alcanzar a leerlo y menos a utilizar su sabiduría. Debo decidir entre comunicar la muerte de mis compañeros y leer las instrucciones para hablar con las plantas y los animales. He decidido dejar una nota para los familiares. La única forma que de hacerlo es escondiendo las frases dentro de un ovillo que se asemeja a un ave y esperar a que se convierta en un águila harpía y que aterrice en casa de las viudas. El águila cargará en su espalda el Secreto y estas tres frases: Vengan al Tiputini y hablen con los animales; las plantas les dirán más sobre los suyos; dejen en paz a los pueblos originarios.

jueves, 29 de octubre de 2020

Escritura creativa

El Módulo V de nuestro taller de escritura creativa será los días martes 3, 10, 17 y 24 de noviembre, en cada sesión abordamos un tema diferente y realizamos 2 ejercicios breves de escritura, algunos de los ejercicios de los módulos anteriores están publicados en el blog https://vanessapadilla.blogspot.com Es un taller gratuito, todas y todos son bienvenidos a participar. 

miércoles, 28 de octubre de 2020

Escritura creativa

Mi ruido secreto
Por Andrea Enríquez 
Sigiloso y sutil movimiento. Enhebrando posibilidades a través de los sentidos. Semilla metálica, esfera ahuecada, carcaza de vacío, refugio del sonido. Resuenas en silencio, tejiendo melodías en tu quietud.
 
Escondieron el sonido para no despertarnos, los choques resonantes son nuestra llamada. Los dedos inmateriales no pueden desatar los nudos. Te veo, escucho tu silencio, olfateo tu vacío, pero no te puedo sentir, no te puedo tocar, no me puedes llamar, porque no te puedo hacer sonar. Me quedo reducida a un ovillo de lana enredado a tu alrededor, sin existir.

martes, 27 de octubre de 2020

Escritura creativa

Cerramos el módulo IV con ruidos secretos, con complicidad, con transparencia. Gracias Andrea, Danilo, Mirian, Marle, Isabel y Celia por ser parte de esta experiencia de letras y magia.

sábado, 24 de octubre de 2020

Shungo (el pajarito pintor)

 

Para Sofía, Sebastián y Vicente

 

Tuí tuí tuí, Shungo era pequeño, pero de plumas relucientes y voz cadenciosa, a este pajarito le gustaba mucho contar historias, las contaba cantando, las cantaba contando, solía inventar palabras, describir sueños, narrar las leyendas de sus abuelos y lo que leía en las hojas de los árboles o en los libros de cuentos.

 

A veces surcaba el cielo muy alto para imaginar nuevas historias en su vuelo, inspirándose en las formas de las nubes, en el silbido del viento, en el cielo ondulado, en la luna lunera, en el sol solecito, y en la lluvia… en ella se inspiraba todavía más, porque aprovechaba el ritmo del goteo.

 

Shungo navegaba también muy bajito para descubrir nuevas historias en las huellas del camino, en las piedras de tropezar, en la hierba de los campos, en las semillas que germinan… en… en… de todo le salía una canción, y contaba las historias con bellas melodías y las compartía con otros seres.

 

Iba Shungo de árbol en árbol a transmitir sus historias, pero un día llegó demasiado lejos, aunque no tenía miedo, porque siempre sabía cómo volver, sin darse cuenta cayó la noche y hacía mucho frío, en la oscuridad no pudo reconocer el camino así que se guareció donde pudo y ¡aaachí! se resfrió, y por estar canta y canta más de lo que le daban las fuerzas, se quedó sin voz, ¡sin voz! ( ¡sin voz! ). Estaba tan triste el pequeño Shunguito, sentía que tenía muchas nuevas historias para contar y cantar, pero sin su voz ¿cómo lo iba a hacer? Sentía que se le hinchaba el pecho de historias y cantos y se volvió tan pesado que ya no podía volar.

 

Sin canto, ni vuelo, andaba Shunguito también sin rumbo, intentando hallar una solución, pues de su pico no salían sino susurros y en sus alas no había ningún revoloteo –(así las historias no llegarán a nadie)- se lamentó. En una de sus andanzas escuchó a alguien cerca de los campos de trigo, se acercó con curiosidad y encontró a Vicente Goghrrión, un pajarito de pecho rojo, muy sencillo y generoso que le ayudó a darse cuenta de que no tenía sentido estar tan triste en un día tan brillante, había tantos colores alrededor y todos tan hermosos que su tristeza y angustia se convirtieron en esperanza. Su nuevo amigo le ensenó a utilizar los pigmentos de las flores para ponerle color a la vida.

 

Shunguito se arrancó una pluma de la cola y la usó como pincel y pidiendo permiso a las flores les arrancó con mucho cuidado algunos pétalos y usó sus tintes para ponerse a pintar siguiendo los consejos de su buen amigo y así empezó a explorar maneras de cantar con los colores, entonces hizo algo así:

 

Con los pétalos de la rosa roja pintó un corazón que latía alegre en DO DO DO

Unos círculos jugosos hechos de luz y agua parecían dulces naranjas para cantar RE RE RE 

Imitando los gestos y pinceladas de Vicente Goghrrión, colocó en su canto, digo en su cuadro, unos bellos girasoles que irradiaban amor en el tono amarillo de MI MI MI

Un delicioso limón verde claro vibraba en FA FA FA

En el fondo pintó con verde oscuro las montañas de los Andes que, como todos sabemos, sonaban SOL SOL SOL

Añadió un poco de cielo del día porque, por supuesto, el celeste se escucha LA LA LA

Y para completar su historia puso el azul de las olas del mar porque la calma suena aSÍ SI SI.

 

Cuando hubo terminado se sintió feliz, pues había coloreado una nueva canción de alegría para compartir. Desde esa vez pinta y pinta, aún cuando se quedó en silencio no dejó de expresar lo que sentía, poco a poco recuperó la liviandad y con el tiempo pudo volver a volar y a cantar, casi no distinguía si los colores sonaban o los sonidos brillaban, se convirtió en un gran pintor que desplegaba esperanza y amor en montañas y bosques, en cordilleras y mares, y a veces se lo ve acercarse a las ventanas de los niños y niñas a los que les gusta cantar y contar historias pintadas.

 

Vanessa Padilla

viernes, 23 de octubre de 2020

Escritura creativa

 EL HILO ROJO DE MI VIENTRE

Por Isabel Guaricela

Soy yo, sentada frente a ustedes con este hilo rojo sangre en mis manos que tejerá el resto de existencias que vendrán luego de mí. Mi vientre es un estanque lleno de pasiones, angustias, alegrías e ilusiones heredadas y de donde ya han brotado arbustos y flores que con el paso del tiempo fructificarán para que siga rodando la rueca que teje la vida. Cada uno de nosotros somos insignificantes ante la grandeza del universo  pero, a la vez, somos eslabones indispensables para llevar a nuestra descendencia lo que nos dieron nuestros antepasados. 

Felicitaciones Andrea por esta hermosa y significativa creación.

Escritura creativa

 SIN ÉL NO SERÍA COMO SOY

Por Isabel Guaricela 

De acuerdo a las fotografías que se conservan, es un hombre elegante y físicamente opulento, su rostro emana ternura, respeto y amor. Era el eje de una gran familia que necesitaba amor y límites para seguir en la vida pues tendría que salir adelante, solo, con sus ocho hijos. Sabía que lo conseguiría con la paciencia que ganó a fuerza de vencer los obstáculos que había enfrentado hasta ese momento. Puso toda su esperanza y confianza en que la educación compensaría a sus hijos, por lo menos en una pequeña parte, lo que la naturaleza les privó: la presencia de su madre. Es así que motivó a todos sus hijos, en su momento, a seguir profesiones que dieran sentido a sus existencias. Mas, ¡quién pensaría!, que en la época de 1930, cuando prevalecía el machismo, fueron sus hijas mujeres quienes terminaron sus estudios universitarios y los hijos varones se contentaron con vivir de la herencia que les había dejado.

Don David, mi abuelo, tuvo una larga vida y aunque no lo conocí ocupa un lugar muy especial en mi corazón porque provengo de él y me identifico con sus dones y defectos. 

jueves, 22 de octubre de 2020

Escritura creativa

Mi carrete genealógico
Por Danilo Borja

Soy hecho de un hilo rojo envuelto en el carrete de mis entrañas. Mi hilo contiene recuerdos de lo que fueron quienes vinieron detrás de mí y de lo que ellos esperaron que yo sea. Una serie de sentimientos, aptitudes y actitudes están codificadas en este hilo al que abrazo y acepto con mucho amor. Cada segmento del hilo contiene algo que ha construido mi ser. En el primer segmento está la solidaridad de mi madre y la empatía que ella tiene con la realidad de las personas. Ese segmento siempre teje una red que sostiene al prójimo para jamás dejarlo sucumbir. El segundo segmento es el de mi padre que me llena de energía y optimismo. Este segmento es una cuerda de guitarra que me llena de ganas de vivir y recorrer la vida a paso. El tercer segmento que saco de mis entrañas hila la identidad de mi abuelo que trabajó duro el campo. Fue un hombre sabio, paciente y amoroso que alimentó a su familia con trabajo duro...

Nota: Gracias Andre Enríquez por la fuente de inspiración y felicitaciones por tu maravillosa ilustración.

“Shungo, el pajarito pintor”

Tengo la alegría de presentar mi cuento “Shungo, el pajarito pintor” a las niñas y niños que participan en el taller de “Sonidos y colores” del Museo Interactivo de Ciencia este viernes 23 de octubre a las 17h00 de Ecuador (24h00 de Francia) pero se transmitirá en vivo por la página de Facebook del Museo, así que espero que puedan acompañarme en esta aventura de cuentacuentos. 


miércoles, 21 de octubre de 2020

Escritura creativa

IMÁGENES

Por Marlene Arévalo

La ilustración de Andrea Enríquez trae a mi mente la idea de maternidad.

A pesar de la herida abierta el dolor es soportable, es como tejer el destino

De un ser maravilloso que vendrá a este mundo a traer mucha alegría.

El hilo rojo que sale de las entrañas, son las venas de este nuevo ser,

Por el que recorrerá la sangre que le llegará a su corazón, el que latirá sin parar

Hasta que Dios así lo quiera.

Escritura creativa

 ACONDICIONADOR DEL ENCANTO

Por Marlene Arévalo

La tristeza en las personas a veces causa problemas

Y ocasiona con frecuencia, la pérdida del encanto.

Por ello es que recomiendo, un maravilloso artefacto.

Es una máquina simple y  fácil de manejar,

Pues en todos los comercios, la podemos encontrar.

Es importante explicar su modo de funcionar:

Se ingresa a su interior, se aplasta el primer botón

Y luego de diez minutos, como por arte de magia

Tus encantos aparecen.

La tristeza se evapora, la energía se presenta,

El alma se alegra y un dulcísimo encanto

Llena todo tu ser.

Escritura creativa

Por Vanessa Padilla

El hilo rojo de mis entrañas se enreda a veces en el fracaso y en la soledad, se confunde con los cabellos largos cargados de pasado. Se desmorona el pecho, el plexo, la mirada baja, pero a la vez se reconstruye, se transforma el cuerpo. La pasividad no es lo mismo que la calma, pero a veces no las sé identificar, en el encierro me concentro en el hilar del cordón de plata, el cordón de sangre, el cordón de fuego que me arde en las entrañas. Soy lo que mi madre y mi abuela fueron construyendo, más lo que yo misma hago de mí. Huelo a café y a letras de cuentos, a tierra para la cosecha, a rosas para sanar, a humo que purifica. Mi hilo se enreda porque a mí me gusta jugar con las reglas impuestas, las enredo y juego, vivo, soy, no me desbarato, pero soy sensible, respiro, mis manos acarician, en el dolor me consuelan, me alivian y sigo siendo. Aquí estoy.

Escritura creativa

Taita Segundo

Por Mirian Arévalo

Era guapo y muy amoroso con su sombrero negro y anteojos redondos, tenía una linda letra por lo que hacía de escribano para sus amigos y conciudadanos, muy preparado y estudioso, nos sacaba sonrisas con sus bromas juiciosas, muy ordenado en sus ideas y cosas.

Gustaba del café que preparaba su amada esposa, caliento y de gran aroma, como sólo ella sabía hacerlo, era un gran lector y radioescucha por lo que estaba al día con las noticias, la historia, la historia de la política de su terruño y país.

Atento con sus hijos y nietos que con gran calma y paciencia atendía siempre sus pedidos, este hombre era un ser excepcional, este hombre era mi abuelo.

Escritura creativa

Ella y todas en una

Por Andrea Enríquez

Ella era el reflejo de sus antepasados, no había dicotomía en su existencia. Entre sus suaves y tiernas caricias, su fuerte andar al caminar, sus hábiles puntadas al tejer y su experticia para cortar la madera. Era como fuego y agua pendulando en su ser. Siempre llevaba una trenza adornada con flores en su cabello, y botas en sus pies para andar por donde no había camino. Reía como niña y decidía con su alma de vieja, eran ella y todas en una. 

Escritura creativa

En esta tercera sesión del taller de escritura Módulo IV trabajamos desde donde el pájaro mejor canta. Gracias Andrea, Marle, Danilo, Mirian, Martha e Isabel por participar y poner sobre el papel tanta cosa linda. 

sábado, 17 de octubre de 2020

Escritura creativa

Una mujer, un río

Por Vanessa Padilla

Camina descalza sobre las hojas desprendidas de los árboles la humedad y el frío suben sus piernas y ella camina contra corriente como buscando la fuente del agua del río, los peces bailan dejando ondas que parecen pinceladas y ella con paso firme continúa su andar, las hojas siguen cayendo y pintando su camino con los colores de la plata de otoño con que Cézanne paseaba por las calles del pueblo, y el río, acompañando su andanza le auguraba un encuentro de reflexión profunda en el que al detenerse ella se vería en esas aguas onduladas y puras para hallarse descalza, desmaquilladora y bien mojada llena de sensaciones grabadas en las palmas de los pies, con las que volverá a casa para escribir con ellas una nueva historia.

Escritura creativa

Por Vanessa Padilla

En el altillo hay un rincón lleno de polvo, cuando cae la noche, lo gélido se apodera del lugar, pero la calma arriba con el amanecer, hay cajas repletas de lo inservible y armarios que acogen lo que el olvido depositó ahí. Entre el frío y la tranquilidad sólo queda el silencio del abandono, una que otra telaraña en los rincones, y manchas de humedad en los muros. Subiendo las escaleras cautelosamente llegó ella, con sus manos y el corazón vacíos.

En el sótano hay un pasillo sumamente pulcro, cuando amanece el calor consume el lugar, pero la inquietud se va con el anochecer. Hay cajas vacías dispuestas a acoger los recuerdos. Entre el calor y el desasosiego queda el ruido de los apegos, uno que otro brillo en el camino y huellas de luz en el suelo. Bajando las escaleras eufóricamente llegó él con las manos y el corazón repletos.


jueves, 15 de octubre de 2020

Escritura creativa

UNA MUJER, UN RÍO

Por Isabel Guaricela

 

Sus suaves curvas como el agua

Son ante los ojos del amante

Un velo la cubre trashumante

Para ocultar el secreto de sus días.

 

El agua de su río ha inundado

Los sedientos bordes de la fuente

Que en pequeñas gotas de agonía

Colmaron los delirios de ese amante.

 

Una mujer y un río se han fundido

En curvas, espuma y agua pura

En luz, sombra y amapolas

En vida, muerte y lejanía.

Escritura creativa

Por Vanessa Padilla

Se fue agrandando sin que nos diéramos cuenta, acechaba los lugares remotos, se acercaba de a poco y de un día a otro lo vimos aumentar su fuerza, invadir los espacios de miedo, de angustia, de llanto. La primera fue la madre, nunca más despertó y él, cuya dulzura es infinita, sintió dolor, el más profundo, y yo lloraba lloraba al saber que alguien tan bueno sufre, luego fue ella, en coma tantos años, vulnerable, solitaria, nunca más pude volver a verla, a leerle historias de Dora Alonso, cepillar su cabello ni hacerle una trenza, el miserable se acercaba a ella y yo lloraba. Así, una tristeza tras otra, y a la vez la ventana transparente para observar quién verdaderamente está ahí, lucho en el encierro contra su fuerza con ondas de sonido de campana y luz de vela y humo de hierba santa. El miserable sigue latente, vuelve más fuerte, pero no sabe que también yo me fortalecí.

miércoles, 14 de octubre de 2020

Testimonio

Me dejé seducir por la idea de poder dedicar algunas horas de mi vida a mi propia vida y la cita en la que esa maravilla se concretaría fue mi primera entrevista en 10 meses de una cuarentena que he llevado celosamente, y pum, mi interlocutora portaba el virus. Otra gente va de choping, salta del avión al tren, hace el tour del mundo y visita a los parientes y amigos de acá y allá, come en restaurantes y hasta prefiere leer el periódico impreso y comer el pan fresco, y no le pasa nada…(ojalá que sea así), yo salí una vez, pero no evocaré la palabra “injusticia”, evocaré en cambio “gratitud” pensando en quienes están siempre y más aún cuando los necesito.

Lunes. Día 1

Hace exactamente una semana tuve un sueño, el mensaje decía que debo purgar mi cuerpo porque estando limpia el daño no podrá ser mayor. Los mensajes de los sueños son ley para mí y ese mismo día inicié una limpieza utilizando sen, carbón activado, bentonita y zeolita, no entendía porqué debería protegerme si tengo tanta precaución y prácticamente cero contacto directo con alguien que no fuera Tim y Sofía. Pero el jueves tuve una entrevista a la que asistimos sólo las dos y resulta que alguien de ahí presentó síntomas el fin de semana y hoy confirmaron que es positivo al virus, sólo hubo un momento en el que amamantaba a Sofía y ella me quitó la mascarilla y me metió su mano en la boca. Yo estoy bien, no tengo síntomas, aparte del dolor de cabeza y el desgaste que me da la pensadera, pero quiero descartar cualquier riesgo para no poner en peligro a mis alumnas del curso de español presencial, sus familias, los alumnos de Tim y sus colegas, así que veré al doctor mañana al mediodía. Siento que soy fuerte, pero que me pongo triste con mucha facilidad, hay mucha falta de empatía, “no me preocupo por ti” me dice, me gustaría escuchar “me preocupo mucho por ti puchunguita” pero lo que se hereda no se hurta. A la hora de trabajar en los retratos, escuché un ratón en mi taller, hoy no pude pintar y en el ático mi guitarra perdió la cuarta cuerda.

Martes. Día 2

Tengo dolor de cabeza leve pero más me duelen los ojos y en la noche me dolían las piernas, toso un poco, pero me siento bien, he meditado y declarado que si el virus llega mi cuerpo será un pasaje solamente y no donde se aloje nada que no me fortalezca. Por la fiebre y otros síntomas debo aislarme y la prueba PCR me hizo llorar, en casa utilizo mascarilla y asignamos unos espacios de la casa en los que puedo transitar si ella: mi cuarto de música en el ático, el cuarto de español para comer y mi taller de pintura.

Miércoles. Día 3

Me despierto con la Sofi amamantando… ella no debe hacerlo porque estoy tomando medicación, pero literalmente me agarró dormida, dejar este contacto es una pérdida enorme. Me pasó el dolor de garganta cuando dije lo que sentía y toda la mañana descansé, la prueba PCR dio positiva, recibí el resultado al mediodía, ahora hay que esperar los resultados del test de Tim, la única persona a la que le conté aparte de mis padres y mi hermana fue la señora bonita, cómo me alegró hablar con ella y verla, estamos juntas y estamos de acuerdo con que esto trae un aprendizaje. También le conté a G.P. mi mejor amigo. Sólo a las 4 de la tarde me llaman de una institución para decirme que debo hacerme el test, pero ganamos tiempo y creemos haber evitado el contagio que se podría haber provocado en el colegio de Tim. Estamos aislados.

Jueves. Día 4

Hoy no tuve ningún síntoma, pero descansé toda la mañana, me hubiera imaginado que para la Sofi sería más difícil pasar tanto tiempo sin mí, pero ella es maravillosa, se adapta a todo. En la noche cuando fui a pintar me sentí mal entonces regresé dos horas antes de lo acostumbrado, la encontré con 38,3 de temperatura, todo mi malestar desapareció estoy lista para esta noche que será de vigilia.

Viernes. Día 5

La Sofi amaneció con fiebre, 38,6, pero tiene mucho apetito y juega, sobre todo parlotea y saluda a sus juguetes y a sus libros con beso. No tenemos los resultados de la prueba de Tim entonces seguimos tomando medidas para no ponerle en riesgo. Desde el día 3 siento un pequeño amortiguamiento en la lengua y los labios el momento de comer, hay sabores que ya no siento: el limón, el jengibre, el cedrón, la miel, sé que están ahí pero no puedo sentirlos, lo importante es que el café sigue oliendo maravilloso y sigue amargo. La Sofi pide “chichi” hoy fue el primer día en que no tomó, es muy triste. En la noche me digo a mí misma “me siento curada”.

Sábado. Día 6

La Sofi está nuevamente activa, yo siento todo lo que como con un sabor amortiguado, pero al café lo siento igual, sabía que nunca me fallaría.

Domingo. Día 7

La semana pasó muy rápidamente como si esta percepción del tiempo hiciera algo dentro de mí para sentir que todo va a estar bien muy pronto, esto me protege del miedo, una mezcla de incertidumbre y angustia.

Lunes. Día 8

He tenido tanta tristeza este día, tristeza y rabia, sin un motivo en especial, sólo me siento perdida. No quiero tomar café, sabe asqueroso. Todo podía fallar ¡pero no mi café!

Martes. Día 9

El doctor me ha dado de alta, finalmente ya no debo utilizar mascarilla en casa, y podré darle a N.P. el mandala que le hice con flores de pensamiento, porque tuvimos una clase de español que la puso en riesgo de contagio y tuvo que hacerse esa prueba horrible pero dio negativo. La Sofi es tan cariñosa que al despertarse vio que en su pijama estaba dibujado un ratoncito y lo saludó con un beso, su ternura me sostiene. Siento nuevamente los sabores, decidí seguir intentando un proyecto que había abandonado porque el mensaje de A.O. me levantó.

Miércoles. Día 10

El sol, el café, la alegría, volvieron a su lugar, y Sofi toma chichi. Creo que puedo decir que vencí dos veces al virus: 1: no me morí y 2: no se lo transmití a nadie. Meses de preparar mi cuerpo para resistir los avatares de esta realidad que parece ficción, Tim y Sofía no se contagiaron, tendremos que continuar cuidándonos y limpiándonos mucho, sin miedo y con amor.

Gracias: Sebastián, Marle, Mentor, Carla, Xocé, Maritza, Berny, Gary, Andrea, Cécile, Jacques, Elisabeth, Eli, Lenin, Alvito, Danilo, David, Mónita, Marce, Juanito, Pame y Alexandra.

Escritura creativa

Por Vanessa Padilla

La música desde el cielo apaga la miseria de la soledad, las alas de la noche provocan el llanto y desde lo lejos rezagos de alegría tintinean como estrellas si suena un tango. La muerte se abre con fuerza en el abrazo y el desaire tiene un tono azulado. Hacia dónde correr es una lucha de los cuerpos si la soledad nos hala en direcciones opuestas, pero la música desde el cielo pinta tonos de esperanza en la oscuridad... Más tarde la noche muere con el alba.

Escritura creativa

Tuvimos una sesión hermosa de realidad y ficción, los referentes: Julio Cortázar, Pablo Palacio y Julio Verne, utilizamos los titulares de los periódicos de hoy para hacer ficciones basadas en la realidad, eso y unos que otros inventos literarios... gracias Marle A. Marle G. Mirian, Isabel y Martita por tanta lindura.

martes, 13 de octubre de 2020

Escritura creativa

 UN SUEÑO REAL

Por Marlene Arévalo

 

Mañana es domingo, día de las madres,

Una gran tristeza a mi corazón invade.

A pesar de tu ausencia en mis sueños apareces,

Puedo mirar tu rostro y sentir tu presencia.

Salimos, paseamos, de compras nos vamos

Y puedo decirte aún cuánto te amo.

Como la niebla suavemente te esfumas,

Y queda el eco de tu voz resonando como un canto

De acompasados sones.

Quédate en mi memoria y en mis bellos sueños,

Donde nadie te toque y cuando te busque

Encontrarte pueda.

lunes, 12 de octubre de 2020

Escritura creativa

La amistad

por Martha Ambuludí 

Su alimento maravilloso se forja entre personas y se cultiva a través del tiempo, del diario vivir.

La que te escucha, te acepta, está en los momentos más difíciles, te da un consejo, te ayuda a crecer, de pronto una llamada te alegra, te anima, sabes que está y en quien puedes confiar sin condición y cada vez esa conexión de confianza y respeto se fortalece.

A una planta se a alimenta, se la cuida, así es una verdadera amistad, un tesoro que siempre está y llega a tu corazón. 

miércoles, 7 de octubre de 2020

Escritura creativa

Gracias Isabel, Mirian, Martha, Marlene A., Andrea y Marlene G. por participar en la primera sesión de nuestro ¡CUARTO módulo! (Danilo, te extrañamos pero es el precio de la fama). Hoy trabajamos el incipit, lo embellecimos con sinónimos y luego creamos una versión opuesta con antónimos, el resultado: catorce historias inesperadas.

martes, 6 de octubre de 2020

Aprenda a bailar

Por Vanessa Padilla

Ponga 2 cucharadas de azúcar, 3 kilos de salsa, 1 kilo de merengue, una panela entera para el melao y bata con cuchara de palo en la dirección de las agujas del reloj, pero marque el tiempo sin contarlo, sólo sienta, ponga un pie y después el otro, puede parecer obvio pero en otras latitudes se evidencia horrores, gire mediavueltas y vueltasenteras agitando las caderas. Se calienta a fuego lento y se come a grandes mordiscos, elija un comensal adecuado, sino se sentirá indispuesto al otro día. Si empieza a sacudir la cabeza, haga que los cabellos floten con el rock y entregue el alma a la música que es fuego y es vida. Sírvase a todas horas, bien caliente ¡y disfrute!

Instrucciones para abrir la ventana y ver el firmamento

Por Vanessa Padilla

Levántese con el pie derecho preferiblemente para que el mal carácter no le haga golpearse el dedo meñique del pie con la pata de la cama, estire bien los brazos hacia arriba y a los lados con un gran bostezo, abra la boca como si ese día fuera a comerse el mundo, diríjase despacio hacia la ventana, corra las cortinas de flores con firmeza y en un sólo gesto y abra la ventana, al aire fresco inhálelo profundamente, él le sostendrá el resto del día y con el aliento recobrado, mire el firmamento y sepa ahí que está vivo y que esas nubes que pasean en el cielo no volverán al mismo lugar y si vuelven, no serán las mismas.

domingo, 4 de octubre de 2020

Explosión

Para Santiago


El fuego que arderá cuando explote el volcán de tu paciencia, recogerá de la profundidad de las montañas la intensidad de lo andino, la fuerza que parece dormir pero que está latente, y la cordillera entera que dominas respirando suave, soltará el grito de libertad que iluminará con brío el cielo de la noche que tantas noches deja de amanecer.

Cuando explote el volcán y la sutileza se vuelva hecatombe, renacerá del fuego el sombrero que cobija imágenes y sueños de paz. Qué fuego ese que guardas en el abrazo para brindarme cuando vuelvo. Que el fuego arda y purifique ese terreno de prosperidad donde tus ideas se siembran. Que explote el volcán y arda el abrazo.

Escritura creativa

Por Vanessa Padilla

Me confunde el canto de ternura y hielo 
con que juega a improvisar letras perdidas 
en la sal de la arena y la espuma marina 
y en el infinito azul de inalcanzable melodía. 

Tintinea en la penumbra
esa leve luz de dulce algarabía. 
Se siente en el aire cómo se mece la utopía 
de alcanzarte un día intrepable montaña mía.

sábado, 3 de octubre de 2020

Escritura creativa

Por Vanessa Padilla

Querido diario:

La infame tortuga me desespera, está ahí con su calma... que tengo ganas de sacudirla para que se mueva. Lo ocurrido en la carrera me deja pensando, tal vez sí, fui egocéntrico, presumido, hasta altanero, pero querido diario, vos que sabes todo de mí, puedes imaginar que de un brinco hubiera ganado, lo que no saben los demás es que lo hice a propósito, porque ¿para qué quiero ganarle a una tortuga? Mi triunfo es ese, no necesitar ni el premio, ni el aplauso para saber que llego a la meta cuando es el momento, no antes ni después. Pero esto queda entre nosotros, en tus páginas y mi memoria, el mundo seguirá creyendo que soy un perdedor, pero perder el primer lugar permitiendo a alguien lograr lo que creía imposible, no es perder. Ya te contaré querido diario, nuevas cosas, hay alguien que me brinca en los sueños, ya quiero ir a dormir para encontrarla. 

La liebre

viernes, 2 de octubre de 2020

Escritura creativa

Auvers sur Oise, 1 de septiembre de 2020
Pulgarcito querido:
puedo saber también lo que es ser tan chiquito, yo también necesito trepar en cualquier cosa para alcanzar lo que otros pueden sólo estirando el brazo. Tu astucia con las piedras blancas para no perderte en el bosque fue genial, pero cuando pusiste miguitas de pan creo que fuiste demasiado ingenuo, también ahí quiero que sepas que me siento como tú ¿cómo ibas a pensar que los pajaritos te harían una mala jugada, asimismo he confiado en gente maravillosa pero hasta el más noble a veces nos puede fallar. 
Ser chiquito, como un pulgar, o como una pulguita, no es grave, ser grande también puede ser de grandeza y no sólo de tamaño, a veces me siento grande de grandiosa y otras veces tan pequeña que ni yo me noto. Es bueno sentir que eso va y viene, y sobre todo que hay alguien que nos entiende y que no estamos solos en esta experiencia minúscula o gigante de existir. 
Así, Pulgarcito, mi gran amigo pequeñito del bosque, sigue siendo grande de alma que eso te hace infinito.

Tuya,
Vanessita

Escritura creativa

 RITUALES

Por Marlene Arévalo

 

En nuestra vida todos practicamos los rituales,

en situaciones diversas y cuando el doctor no atina,

de preferencia los martes la cura es más efectiva

cuando el espanto a los guaguas diarrea les ocasiona,

fiebre, dolor de pupo y no paran de llorar.

Eucalipto, ruda, rosas, claveles,

hierba buena, menta y floripondio se usan para curar.

 

Cuando de mal de ojo se trata y si se quiere evitar,

cinta roja en la muñeca del niño se debe colocar.

 

También es bueno tener sábila tras de la puerta,

y una planta de ruda, jamás nos debe faltar.

 

La curandera en su boca pone un poco de licor

                                     y lo lanza en el cuerpo del paciente afectado,

luego con un huevo del día, lo pasa por todo el cuerpo.

Para terminar su labor lo pone en un vaso de agua,

figuras sin forma aparecen, exclamando con euforia:

¡Mire, cómo estaba de espantado!

¡Ah! y un detalle importante, no se debe agradecer,

porque si se agradece, el ritual no surte efecto.

Esta es la medicina que nos dieron los ancestros

y cura con elementos de la madre naturaleza.

Arte y piel

Hace unos 20 años la asociación de dermatólogos organizaba en Quito un Salón de arte y piel, mi obra ganó una mención honorífica "por p...