Si mi corazón tiene certezas, mi cabeza no necesita dudar.

Permisiones

Los cambios permiten saber que estamos vivos,
Las nostalgias permiten saber que aún sentimos,
Los amores permiten saber que tenemos alma y piel...
Soy feliz de empezar un ciclo, efímero pero hermoso, en el museo de los arcoiris.
Pero reconozco mi nostalgia por aquellos cuyo camino se conectó al mío desde hace un año atrás.

Foto: Pablo Hidalgo 2010 para MNV

Maestra de luz:

Tu voluntad es lo que haré por amor.

Tú me das canto que es vida,
cantaremos juntas en mi voz
nuestro lenguaje sencillo
de palabras bonitas,
nuestra risa y llanto,
nuestra esperanza
nuestro espíritu y valor.

Haremos uno sólo nuestro cantar
porque el canto es vida
y la vida es canto.

Cadáver exquisito

Pedernales:
Cuando el mar suena... es la vida que canta.

Isabel Albornoz brisa de mar suspiro calmo y eterno

Vanessa Padilla rayos de sol y viento en las olas que son cómplices al cantar

Isabel Albornoz sal y luz que calma la sed del alma, taciturno refugio azul que embriaga

Vanessa Padilla arena, humedad, cielo... los sabores de la brisa

Isabel Albornoz sabores que se mezclan con la dulce sinfonía de las olas bailarinas, que desean escapar siendo libres al llegar.

Vanessa Padilla y los versos de Alfonsina susurrando al cielo, y los abrazos profundos que emergen, y las nubes que enmarcan el sol, y el viento-paspartú

Isabel Albornoz mientras las gaviotas al volar dejan una estela colorida, que flota en el paspartú

Vanessa Padilla y se sumergen en picada, para escuchar y sentir la caricia perdida de su propia voz

Isabel Albornoz secreto oculto que habita en el fondo del mar

Vanessa Padilla y sobre las olas... las cometas junto al tiempo: vuelan

Isabel Albornoz y sin contar los luceros del cielo reflejados en el mar están

Vanessa Padilla luciérnagas de agua

Isabel Albornoz que brincan sin parar por el tul oscuro de las ondas marinas, vistiendo de diamantes al gran zafiro que nunca descansa y que siempre quiere bailar

Vanessa Padilla Cuando la vida canta... es el mar que suena.

Isabel Albornoz Cuando el mar suena....es la vida que canta :)

¿Mi paso por el escenario no ha dado transformaciones?

Duino

(dos años atrás)
Presencia efímera, ahora latente, se convierte en mi arena movediza. Me sumerge en la indecisión de partir o arraigarme: volar sin alas o plantarme sin raíz.
(ahora)
Están mis alas listas, Duino, ya voy.

mi rodilla izquierda no sabe caminar porque está en un presente ansioso porque pasen los días pronto...

La verdadera diferencia radica en la percepción de las palabras "siempre" y "todo", estas son las palabras en las que creo, las que tengo para ofrecer.

Extraño una piel germana.

Regreso a ver el inmediato pasado y es tan distito al inmediato presente.

El discurso sin ideología, las acciones sin postura, los procesos sin resposabilidad ética, todo eso va quedando atrás.

Ahora me voy al museo de los arcoiris.
Luego me voy a los museos de Munich.
y finalmente... mi rincón poético se construye en Duino.

Vanessa tiene una calamidad doméstica: la ausencia.

Es una lástima que el amor no cure la fiebre, sino mas bien la intensifique, o peor aún, la provoque.