jueves, 31 de marzo de 2022

Escritura creativa

 FANTASÍA E IMAGINACIÓN

Por Marlene Arévalo 

Bali, una pequeña de aproximadamente tres años, sorprende a quienes la rodean con sus comentarios que con dificultad balbucea, consideran que es producto de su imaginación, sus afirmaciones son la descripción de situaciones o hechos un tanto difíciles de creer, sin embargo, la reiteración de éstas lleva a crear una gran preocupación.

En una ocasión contaba a su madre, quien acababa de llegar de su trabajo lo siguiente: “hoy vino el pintor y pintó esa pared” con sus pequeñas y delicadas manos señalaba la pared que según ella había sido pintada, además describía al pintor “era un señor alto y flaco” poca o ninguna credibilidad se daba a sus comentarios, los mismos que pasaban desapercibidos.

Por lo visto Bali crea un vínculo entre la realidad y la fantasía, el procedimiento consiste en mantener sus ojos cerrados e imaginar personajes, objetos, momentos, espacios, porque la fantasía es un mundo de experiencias, en este caso creadas por la niña, a través de ellas exterioriza sus inquietudes. Su sueño se expresa por medio de palabras, adquiriendo la forma de una historia.

Una noche afirmaba que en su cuna se encontraba un perro, lloraba inconsolable por la presencia del animal, sin embargo, poco a poco se fue tranquilizando, el perro le hablaba, le decía que no quería lastimarla, ella lo acariciaba, crearon una conexión, dibujaban y pintaban, ella le contaba historias y le pedía que la acompañara siempre, en su sueño aparecía para darle paz y la tranquilidad que tanta falta le hacía.

miércoles, 30 de marzo de 2022

Escritura creativa

Fosadía

Por Cantariega

Chiquita, experta en ilusiones, navegante de lo absurdo-nuboso y de lo real-azulado, sabe todo lo que hay que saber sobre la fantasía, desde la f de firumbolear hasta la ía de osadía. Sin reglas, ni compases, en su escritorio sin patas, todo es a mano alzada y la silla, esa es de chocolate: pudiendo estar bailando quién se quiere quedar sentado. 

Chiquita aprendió que el papel dibuja al lápiz, que el borrador es el que escribe, que la tinta del tinto escribe más amargo. Aprendió a desaprender, a romper y a descoser porque todo tan bien hechito no es ni lindo, ni bonito, por eso juega, que es cosa seria, y emplumada de sueños vuela, vuela, vuela.

Chiquita es bien grande en su mundo de Fosadía, y firumbolea hasta la ía, el método es que no hay método, las recetas limitan, se hace justo lo contrario o mejor aún, se deja que las cosas se hagan a ellas mismas, lo más eficaz es el instinto, porque ese sí, no conoce camino pero lo descubre y con 3 gotitas de intuición se arman magias silvestres que los convencionalismos harían inalcanzables. Por ejemplo, las mariposas, los arcoiris y los brazos de la ternura, se descubren juntos en el vaivén de los poemas,         aletean, lloviznan y envuelven con fantasia hasta la estrella del corazón.

Escritura creativa

Gracias a Marlene A. y Mirian A. por participar en la sesión 77 y darle forma a la fantasía. Hermoso cierre de 14 meses de enriquecernos y compartir creatividad y sensibilidad.

sábado, 26 de marzo de 2022

Paloma Arcoíris

Dedicado a Yuliya Dorohova y a Sofía Elena


Pablo confió a Paloma una misión importante, ella que desde muy pequeñita tenía la voluntad de volar por el mundo, debía ir por aquí y por allá con una ramita de laurel en el pico para sembrar paz en cada rincón. 

 

Paloma tenía un plumaje de un blanco tan luminoso que su resplandor alumbraba el cielo entero y como el verde del laurel resaltaba aun más su claridad, se confundía a veces con la luna misma. Lo que más la hacía brillar era la alegría de poder compartir un mensaje tan importante con todos: “La paz se alcanza con amor”. 

 

Sabía Paloma que su misión era transcendente y la asumía con la misma seriedad con que los poetas le escriben al amor, los pintores le pintan a la vida, los músicos tocan el alma, los niños juegan y ríen, las flores brillan, las abejas hacen su miel y las estrellas cumplen deseos. 

 

Cada ramita de laurel que Paloma plantaba en cada lugar de la Tierra se convertía en poco tiempo en un árbol robusto, que aromaba el entorno y que le daba sabor a la vida. Se tejían las raíces de este bosque inmenso, abrazando y sosteniendo a la humanidad.

 

Un día, seguramente uno muy frío y nublado, unas herramientas atroces empezaron a talar las arboledas, Paloma consternada veía cómo eran cortados brutalmente los troncos de laurel, que en su imposibilidad de defenderse decidían dar hasta su último aliento entereza y dignidad. De alguna manera extraña ellos no tenían miedo y para consolar a Paloma le decían: -Nos cortan el tallo, querida, pero jamás las raíces, ya vendrá el tiempo de renacer, nos transformamos para convertirnos en algo mejor. Tú, pequeña Paloma, sigue dando el mensaje:“La paz se alcanza con amor y de él la fuerza para resurgir”.

 

Paloma supo entonces que por cada árbol caído habría que sembrar 1000 esperanzas, y al reconocerse impotente frente a esta nueva gran misión, decidió acudir a otras aves, a las más coloridas que eran las más alegres, y se dio cuenta de que su plumaje con la angustia dejó de brillar y se convirtió en palidez. Sus nuevas amigas, coloridas como arcoíris, le devolvieron la fuerza y decidió Paloma también colorearse porque en la diversidad habita mejor la esperanza.

 

Ellas siembran sin parar, vuelan y cantan canciones de paz. 

 

 

Vanessa Padilla-Cantariega

Marzo de 2022

 

jueves, 24 de marzo de 2022

Escritura creativa

VIAJE A LA COSTA

Por Marlene Arévalo 

Cansada del encierro Camila decide tomar unas vacaciones y viajar a la costa con su familia, considera que es agradable llegar a un lugar donde pueda deleitarse con atardeceres espectaculares, el sonido del mar la acurruca y transporta a otra dimensión.

Camina sobre la arena caliente de la playa, dejando atrás la huella de sus pies que le conducen al agua, sintiendo la caricia de las olas, mientras sus dos hijos juegan a la orilla con un oso que es su juguete favorito que siempre los acompaña.

Al rayar el alba le place mirar el fresco amanecer, entra al mar y se zambulle hasta tocar con las manos unas conchas y piedrecillas, con los cabellos chorreando agua sobre el rostro y un intenso sabor a sal en su boca, levanta su mirada para reconocer a las gaviotas que en su vuelo decoran el despejado cielo.

Es un verdadero deleite admirar el azul del mar, pareciera pintado con anilina de colores, en cuyo fondo nadan peces de diversas especies.

Acá están las canoas que alguna vez fueron el sustento de familias, ahora se encuentran abandonadas, como peces muertos, sobre las que se posan las aves que merodean el espacio.

A lo lejos los buques de carga se aprestan a zarpar, con gran precisión el eje permite la movilidad de esos monstruos metálicos que seguramente surcarán las aguas que los llevarán a un puerto seguro.

A la hora de comer, las covachas ofrecen deliciosos manjares, sacas el dinero para cancelar tan apetecidos platos.

De pronto Camila mira la espalda de su hijo, tiene una marca, como si alguien lo arañara, se trata de aguas malas que afectan su piel.

Nuevamente el atardecer con su intenso amarillo, como oro que cubre el horizonte y deleita la mirada, permite que se conviertan en seres privilegiados por disfrutar de la naturaleza y de la alegría de una sana convivencia.

La familia se siente feliz con unos días de costa, aunque a veces el sol castiga la piel, luego nos sometemos a tratamientos para aliviarla.

Se inicia el viaje de retorno, una última mirada al extenso mar, a la playa, a las aves. En el trayecto se habla de los buenos momentos, de lo que se hizo, lo que no se hizo y de aquello que nos ata a ese hermoso universo.

 

Dicha, escrita y cantada: La palabra como resistencia


Por Vanessa Padilla A. (Cantariega)

Estudiante de la Université Paris Nanterre. 

Études Romanes: Espagnol

 


SALUDO


Buenas tardes-noches, reciban un saludo caluroso, pero ante todo “pacifista”, desde Auvers sur Oise-Francia. Gracias de antemano por su escucha. 

 

Soy Vanessa Padilla, artista plástica latinoamericana. Actualmente, investigo para la Universidad de Paris-Nanterre La importancia de los neologismos en la obra de Julio Cortázar

 

Durante los próximos minutos voy a presentar algunas reflexiones sobre cómo la palabra, en sus distintas manifestaciones, cumple un rol fundamental en las luchas que los pueblos enfrentan para descubrirse, reafirmarse, protegerse y sobrevivir.

 

Abordaré brevemente el tema de lenguas en peligro y las estrategias que se ponen en marcha para su protección. Mencionaré unos ejemplos en los que la palabra cumple un rol activista desde la literatura y desde las artes plásticas y finalmente aludiré a las contradicciones y peligros que los actos comunicativos insurgentes implican.

 

Mi intervención se titula: 

 

Dicha, escrita y cantada: La palabra como resistencia

 

INTRODUCCION

Que la palabra “dicha”, se refiera al decir, pero también a la felicidad es tal vez coincidencia, pero cualquier forma de manifestación ideológica, ya sea oral o gráfica, es una dicha.

 

En el contexto latinoamericano, que el silencio no se confunda con prudencia. En 1971 Eduardo Galeano cita en la introducción de su libro Las venas abiertas de América latina: “... Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez ...”  y es que el callar cuando hay algo por decir, cuando hay algo por gritar... nos convierte en cómplices de ese atentado que se comete contra la dignidad de los pueblos, ese silencio implica sometimiento, resignación, es el camino directo a la extinción de las lenguas, y por ende, a la pérdida de identidad y nos expone además a la asimilación, sin resistencia, de doctrinas impuestas. 

 

PRIMERA PARTE

 

La UNESCO publica en el 2019, un artículo que dice: Para los pueblos indígenas, las lenguas no son únicamente símbolos de identidad y pertenencia a un grupo, sino también vehículos de valores éticos. Constituyen la trama de los sistemas de conocimientos mediante los cuales estos pueblos forman un todo con la tierra y son cruciales para su supervivencia».

La conservación de las lenguas, de este patrimonio intangible, es fundamental, su pérdida es irremediable, es irreversible, por ejemplo, en febrero de 2022 falleció Cristina Calderón quien fuera denominada en el 2009 por el Servicio de Patrimonio Cultural de Chile como «depositaria de la lengua y cultura yagán, portadora y transmisora de una forma de concebir e interpretar el mundo, propia de este pueblo milenario, encarnando así un patrimonio único”Tremendo peso para Cristina el abarcar en su ser una responsabilidad tan grande, por supuesto,con la desaparición de Cristina, no desaparece solamente Cristina.

 

Y esto que sucedió en Chile hace un mes, sucede a lo largo de toda nuestra América, y frente a pérdidas invaluables como ésta, hay respuestas contemporáneas, tal vez insuficientes, pero las hay, como el trabajo de activistas digitales, de artistas visuales, músicos, que fomentan el uso de lenguas en peligro, para su transmisión, y a través de su transmisión, para su supervivencia.

 

SEGUNDA PARTE

 

Pero no solamente las lenguas nativas se esfuman y se pierden, también hay un silencio frente a temas trascendentales como los derechos, la equidad, la libertad, la justicia, etc., que por política, juegos de poder, inseguridad, por miedo... se mantienen callados y ese mutismo es una forma de transgresión que nos vulnera como pueblo, de ahí que es imprescindible el rol de los comunicadores, y cuando me refiero a comunicadores hablo de todas y todos quienes con su voz, su talento, su quehacer, su arte, su trabajo, comunican, y no callan, quienes denuncian, manifiestan, opinan, dudan, contradicen, se contradicen, transmiten...

 

“Quien escribe, teje.Texto proviene del latín, ‘textum’ que significa tejido. Con hilos de palabras vamos diciendo, con hilos de tiempo vamos viviendo. Los textos son como nosotros: tejidos que andan.Eduardo Galeano


En el ámbito de la literatura hay un ejemplo contundente, en la obra cortaziana que le valió a su autor muy caro en muchos sentidos, y que por su año de publicación, en 1973, puede parecer descontextualizada, y ojalá lo fuera, pero “El libro de Manuel” es una de las obras que reflejan cómo desde lo literario, desde lo artístico, desde lo retórico, se puede denunciar y levantar la voz con coherencia y marcar un hito de transparencia a través de ese collage hecho con fragmentos de la realidad, en forma de denuncia, Julio se apropia de la realidad, para disfrazarla de una ficción que se vuelve insoportable; porque refleja una realidad social insufrible, les invito vivamente a leerla y a tratar de pensar de qué estaría formado “El libro de Manuel” si empezáramos a construirlo hoy, 16 de marzo de 2022.

 

En el campo de las artes visuales tengo el honor de haber trabajado con Andrea Zambrano Rojas, una artista-activista ecuatoriana quien es parte de la organización Mujeres de Frenteen Ecuador y que he tenido el gran placer de reencontrar en la virtualidad para preparar este artículo,una de las obras colectivas en las que trabajó recientemente es en la realización de pancartas para manifestar por los derechos de las mujeres este mes de marzo de 2022, en la ciudad Quito, en estos carteles el discurso que sostiene su trabajo colectivo proviene no esencialmente desde el palabra académica, o científica, aunque no debe opacarse el trabajo de conceptualización que llevan a cabo, pero también proviene del discurso sencillo, sincero y transparente de quienes tienen también una voz, que se legitima al juntarse para sonar más fuerte, son mujeres excarceladas, comerciantes autónomas, recicladoras, estudiantes, profesoras, artistas »,de un país, el Ecuador, donde, como dice Andrea, se criminaliza la pobreza. En sus pancartas de lucha, la palabra no encierra solamente una fuerza semántica, sino también la fuerza estética de la palabra como imagen, cosida, bordada, combinada, en una composición perfecta de color, forma y contenido, estas pancartas son concebidas en un proceso que ellas describen como:«Técnica: diálogo, costura a mano y a máquina, dibujo, fotografía, impresión, alegría, juego, lloración, compartición, etc. ». 

Pancarta 1: 8M, día de las mujeres trabajadoras 8 x 2.7m
Pancarta 2: Juntas, rebeldes y sin prisiones, que ardan las opresiones 
16x1,5m.

y no sólo son relevantes las palabras del mensaje de cada pancarta, también la firma, donde consta su nombre reconociendo a cada una de las participantes en su individualidad y como parte de un colectivo.

 

(Presentación del registro del proceso y la manifestación)

TERCERA PARTE

Decir la verdad a una sociedad que no quiere escucharla, por conformismo, comodidad, por control, es un desafío, es una confrontación. Teniendo como herramientas únicamente la ideología y la palabra, y que ambas se conjuguen y seguir vivas, seguir vivos para contarlo, es un triunfo en América latina.

 

Segun Erika Guevaradirectora para las Américas de Amnistía Internacional «Nuestra región sigue siendo la más peligrosa para la defensa de los derechos humanos y el periodismo independiente, porque las personas defensoras y periodistas amenazan los intereses políticos y económicos de unos cuantos, mientras que los estados se mantienen indolentes y negligentes ante la violencia que enfrentan».

 

Y, sin embargo, hay actores sociales que, pese a los peligros, las dificultades, los asedios, están trabajando con convicción, para que sus voces se escuchen y sus palabras sean leídas. Los músicos, los poetas, los artistas, las ciudadanas y ciudadanos dan a través de la palabra la verdad.
 

CONCLUSION

 

Expresarse es una dicha, cualquiera sea el lenguaje que se utilice: Objetivo o subjetivo, cientifico o sensible.

 

A través de la palabra,dicha, escrita y cantada se genera una forma de resistencia en una construcción no solamente lingüística, sino de todo lo que conlleva romper el silencio. Las voces deben alzarse, el grafiti debe tatuar las calles de los pueblos y a través del canto, la poesía y el manifiesto, la palabra debe trascender su función comunicativa para volverse una poderosa y eficaz forma de resistencia. 

 

Muchas gracias por su atención.




*Creación colectiva de Taller de costura Mujeres de Frente y amigas: Silvia Casnanzuela, Margarita Casnanzuela, Juanita Cuenca, Pilar Quintana, Angela Cerda, Marisol Zambrano, Eli Pino, Andrea Zambrano Rojas, Isadora Parra, Diana Acosta. Con el apoyo logístico de Heidi Mieles, la edición de texto para las pancartas por Lisset Coba, y apoyos de les amigues.  http://mujeresdefrente.org/


 

miércoles, 23 de marzo de 2022

Escritura creativa

La libérnaga

Por Cantariega

La noche oscura dio a luz un pequeño destello, efímero, cíclico, no se puede visualizar su forma, la tiniebla y la luna nueva son su refugio, pero el alba distingue cuatro diminutas alas y se puede adivinar un verdeazulado caparazón y unas patas que se frotan provocando resplandores que solo son posibles en la negrura. El olor a tierra, la humedad y el viento conjugan un escenario circular, el pequeño ser no tiene experiencia en volar pero lo intenta, cae una y otra vez, parece estrella fugaz, parece de pluma, parece que se escurre en sí mismo, parece que es algo que no tiene experiencia en volar pero lo intenta. Me da lástima saber que podría atraparlo tan fácilmente, es diminuto y en la noche tintinea. Las primeras luces lo descubren nuevamente, pequeña luz itinerante, minúsculo ser de coraza transparente verdeazulada, no se deja topar, parece estrella fugaz, se escurre, vuela persistente en su espiral, cuatro alas no son en vano y tres ojos son para ver más allá. 

Escritura creativa

Lopantulpigrilión

Por Santiago de la Torre-Cusni
De la oscura profundidad de una cueva submarina nace un ser negro de ojos felinos, grandes colmillos y ocho extremidades. Su cuerpo alargado y sinuoso tiene tres secciones ocultas bajo su largo pelaje verde oscuro, cada una con su propio corazón. Al cazar, cuatro de sus extremidades se juntan a modo de trenza para golpear con la fortaleza y precisión de una espada letal. Su agilidad es increíble, tanto en el agua como en la superficie logra cazar las presas más peligrosas. Ama comer seres de sangre caliente, por lo que es la pesadilla de aquellos mamíferos que deambulan a orillas del mar. Desde el agua salta cualquier distancia calculada a la perfección para atacar directamente en caída vertical y silenciosa a sus presas, nunca la ves venir hasta que es demasiado tarde. Hoy, ha caído sobre mí. Te cuento su historia, que hasta hoy creí mitológica, mientras la acaricio. Siento mis manos húmedas, están empapadas con sangre blanca luminiscente.

Escritura creativa

La tarde-noche de ayer en nuetro taller número 76 realizamos un "Bestiario fantástico". Gracias Marlene A. Isabel G. Isabel A. Mirian Arévalo y Santiago de la Torre por participar.

viernes, 18 de marzo de 2022

Escritura creativa

 Nacimos semillas

por Vivi Buitrón Cañadas

 

De semillas nacimos.

El despertar de nuestros brotes a la tierra le cuesta.

La vida vibra, la vida se estremece.

Uno, dos cotiledones que el suelo acurruca

se disparan a la alarma del sol.

¡Qué calientito, qué clarito!

Seguro las falsas hojas venideras serán orejas de oso,

pero primero la raíz, esencial para sostenerme.

Con la cofia bien agarrada

para fijar mi memoria del lugar de donde vengo.

Tres grados, sed, agua que la tomo al rayar el alba.

Ya soy un retoño.

Me miro, me necesito reconocer.

Cuello, cuerpo, yemas ¿hacia dónde irán?

Plántula, planta en ciernes, graciosa y despierta.

Tallo, hojas nuevas y sedientas de buen nutriente

que desechan la anilina por recomendación médica.

Quisiera tocar las nubes.

Mis hojas el bamboleo del viento lo imitan.

Primeras flores, rojo intenso,

sépalos curiosos y receptáculo ligero.

Polen y esencias del estambre masculino que nadan.

Todos se suspenden en el aire.

¡Vengan acá!, les susurro bajito.

El viento sigue el juego travieso y los deposita en el eje del pistilo.

Frutos, a veces sí, a veces no.

Amaneceres y atardeceres. Tiempo que envejece.

Me digo: ¿Acaso son las últimas flores que sacas?

Momento de introspección y soles acumulados.

Respiros forzados como si arañara la vida.

Mis hojas el bamboleo del viento aún lo imitan.

Y, aunque me tumba, todavía quiero tocar las nubes.

La sed de buen nutriente es regla de oro.

Y que deseche la anilina ya es más que orden médica.

Cuello, cuerpo, yemas, ya no alcanzan a mirar el sol.

Fui retoño.

Me miro, me reconozco.

Seres mortales todos somos.

Tres grados, sed, ya es poca el agua que tomo al alba.

Mi raíz es mi memoria, mi sostén.

¿Con qué sanas tus recuerdos?, me pregunto.

Lluvia y sol. 

¡Qué calientito y clarito veo ahora!

Es difícil vivir si nos sometemos,

pero todo nos ata: raíz, memoria, sol, rojo, polen, frutos.

Una, dos, todas mis hojas pálidas el suelo vuelve a acurrucar.

La vida vibra, pero ya no se estremece en mí.

Otras semillas nacerán.

 

 

 

 

 

 

jueves, 17 de marzo de 2022

Escritura creativa

Palíndromos

Por Cantariega

Acurruca tu cuerpo contra el mío que voy a abrazarte para vencer el frío, las cobijas no sirven, es el abrazo lo único que podrá calmar ese temblor, ese tenue movimiento que provoca el miedo a las estrellas a las que imitas cuando titilan, las lunas, todas ellas se anidan en los brazos de felpa de un pequeño oso, y menguante o creciente, nueva o llena, logran rayar en la ventana unos trazos que se parecen a las estrellas fugaces que les muestran su libertad y en ellas pueden reconocer sus anhelos de universos extendidos por dónde transcurrir coloreando con anilina los cielos cuando éstos estén escasos de color, los tonos diversos, los matices y desvaríos harán que la nebulosa se convierta en el escenario donde nadan las lentejuelas, bailan los mullos y saltan las flores secas de la lavanda, por allí y por acá, revoloteando todos ellos, para dar a las lunas muestras de delicia, para que su transitar sea en torno al eje principal al que pertenecen aunque tengan tantas ganas de rotar por doquier, su planeta necesita tanto de ellas, es un amor del que sacas como conclusión una pequeña dependencia, las lunas se quedan atadas a su Tierra, atrapadas por la tela de quien arañara con sus hilos de oro invisibles las cuerdas, que con un rasgueo de arrullo para la luna menguante, hace de todas ellas seres que aunque no posean su propia luz, brillan tan resplandecientes que al verlas sanas, danzas y te enterneces, todos nos sometemos a este espectáculo de vibraciones. 

La araña toca una nueva tonada, ahora al ritmo de un son, y las estrellas, hasta las más fugaces, hacen una pausa en su trayecto para bailar un poquito antes de su demostración de libertad efímera que sin saber las ata al desapego, al vuelo sin aterrizaje, a la libertad sin rumbo. Sin saber adónde van, no pueden llegar muy lejos... o sí.

miércoles, 16 de marzo de 2022

Escritura creativa

Esta tarde-noche jugamos con 15 palíndromos y 30 surrealismos. Gracias a Marlene Arévalo, Viviana Buitrón, Isabel Albornoz y Santiago de la Torre. 

viernes, 11 de marzo de 2022

Escritura creativa

 Soliloquio con mis recuerdos

Por Isabel Guaricela

Una puerta vieja con una pequeña rendija por la que no se puede divisar casi nada, conduce a una pequeña habitación que casi siempre está cerrada. Dentro, hay una cama, no tan antigua, una mesa que sirve para planchar y una máquina de coser que aún cumple las funciones para las que fue hecha. Y a un costado, frente a la cama, hay un armario, un poco desvencijado pero se advierte que contiene muchas cosas. No se lo ha abierto desde hace mucho tiempo, y ahora que he venido a esta casa donde transcurrió mi adolescencia quiero averiguar qué secretos guarda este misterioso mueble.

De todos los cajones que forman el armario hay uno que deja ver un pedazo de tela blanca como si se hubiese cerrado mal y en el intento quedó remordida entre las maderas. Así que lo abro y apenas lo hago percibo un olor a humedad, es tan fuerte que me produce un estornudo. Me retiro un poco, me acerco a la puerta y limpio mis fosas nasales con una bocanada de aire puro, y vuelvo a mi cometido: saco, con un poco de recelo, las piezas de ropa que parece pidieran que las rescataran: medias viejas de hombre, zurcidas pero limpias, camisas de mi padre muerto hace ya veinte años; están lavadas y ya no conservan su olor, ese olor característico que cada uno llevamos a lo largo de la vida, mas enseguida percibo ese perfume dulce, dulce como sus caricias, como la voz que aún la llevo en mi mente cuando leía para mí los primeros cuentos.

Por el paso del tiempo el cajón se ha trabado y no se abre por completo, entonces tanteo el fondo, y siento algo suave, como si fuera una cabellera, retiro mi mano con temor y en el trayecto trato de adivinar qué podría ser; lo intento de nuevo y en mi mano aparece la cabeza de una muñeca, mi primera muñeca.

La acaricio, está húmeda, el aserrín que formaba sus huesos se está desmoronando. Le queda tan solo un mechón de la que fuera una larga cabellera dorada. Se le han borrado las cejas y solo le han quedado unos huecos donde estaban sus ojitos; su boquita aún conserva el rojo que le pintarrajeaba en mis juegos infantiles.

Abrazo muy fuerte esta cabecita vacía y me ubico frente al espejo que por el paso del tiempo desfigura la imagen que refleja. Borrosamente el espejo me devuelve agarrada a mis recuerdos: “Muñequita mía, siempre estuviste conmigo cuando el miedo solía visitarme durante esas terribles tempestades en la noche en que el cielo parecía caerse y, junto a él, el viejo caserón donde vivía. Pero no, te apretaba entre mis brazos y el sueño me llegaba oliendo tu pelito artificial y tratando de adivinar la mirada de tus ojitos siempre abiertos. Ahora tengo los restos de tu cabecita y no entiendo cómo viniste a parar a esta casa que no es la misma donde tantas veces jugué contigo. No comprendo cómo o quién te ubicó en este cajón junto a la ropa de mi padre. No. No lo sé, pero me siento feliz de que estés otra vez conmigo; quizá te necesite, quizá seas la portadora de buenos augurios para atenuar los sinsabores del presente”.

 

 

jueves, 10 de marzo de 2022

Escritura creativa

Entre julio de 2020 hasta marzo de 2022, hemos creado 77 ejercicios de escritura creativa, pautas para jugar con las palabras y explorar temas de todo tipo, sobre todo relacionados con arte, música y literatura. Somos entre 3 y 12 participantes en cada sesión y los resultados siempre nos dan bellas sorpresas, cuando empezamos a escribir nunca sabemos a dónde vamos, pues llegamos a lo que la improvisación, el impulso, la intuición y el azar nos lleva. Gracias a todas y todos los que son parte en la producción de los textos y a quienes los leen y disfrutan ¡Que sigan naciendo las palabras!

Escritura creativa

 HABLANDO SOLA

Por Marlene Arévalo 

Me encuentro en una vetusta casa, acompañada de una sensación de soledad y extrañeza, como si me acabara de despertar de un largo sueño, hay en la habitación un álbum de fotografías que me remontan al recuerdo de personas que aún amo, pero que ya no están, esto me permite confirmar que la vida no es sino un débil hilo con el que juega el destino, el de ella se cortó, no interesa la causa, lo importante es que pudimos despedirnos y aunque sea con miradas expresar nuestros sentimientos.

A esto sigue un dolor indescriptible que cala el alma, acompañado del miedo a lo que vendrá, a no estar en condiciones de soportar el mañana.

Decido mirar la expresión de mi rostro, de mi cuerpo, de mi ser, intento despojarme de la expresión de dolor, como se espanta a las aves que dañan la cosecha, qué difícil me resulta hacerlo, porque siento como si hubiera sido despojada de una mitad de mi ser.

Vuelvo a intentarlo y descubro que me resisto a aceptar la verdad de la muerte, es esa verdad la que me causa tanta tristeza.

Preocupada por sentir que de mí se apodera un bloqueo, opto por consolarme pensando: Mi madre está mejor en esa nueva dimensión que los humanos no alcanzamos a comprender. Algún día volveremos a estar juntas.

Decido guardar las fotos, alejarme del espejo y aceptar el consuelo que la fe me brinda y que ayuda a sobrellevar ese infinito dolor. Decido además aceptar ese abrazo cariñoso, la palabra consoladora de amigos y familiares y pensar que la muerte me presenta dos opciones, llorar porque se fue y derrumbarme o continuar con la vida. Opto por la segunda, hasta el mismo sol se va cada día para aparecer al día siguiente.

La planta de rosa blanca que dejaste en botón se abre al nuevo día, aunque su jardinera ya no esté.

Temía por la soledad, sin embargo, me doy cuenta de que ella sigue habitando, y la sensación de su presencia parece real. 

 

 

 

miércoles, 9 de marzo de 2022

Escritura creativa

 Al revés

Por Santiago de la Torre-Cusni

¡Claro! Era imposible evitarlo, alguno de ustedes iba a aparecer. Han pasado casi dos décadas desde la última vez que limpié aquí, ¡ya parecía una selva! Es increíble que ni el terremoto, ni las sucesivas goteras me han llevado a limpiar acá, pero ¡hoy fue el día! Y obvio, si buscas, encuentras dicen ¿no? Esta es una limpieza que se convirtió en búsqueda no intencionada de un tesoro ya olvidado. Te miro y percibo un susurro de familiaridad, pero ¡no sé de dónde viene! ¿De dónde? ¡Aha! ¡La respuesta me viene del espejo! Nunca me había fijado que tú me heredaste esto. Esto y tu sonrisa invertida. Y sí, allí en el reflejo del espejo me miro y te reconozco, debe ser que al amarte tanto te emulé sin saberlo al revés. ¿Será que una generación tras otra vamos simulando bellezas invertidas? Pero, ¿Hasta dónde llega esa inversión? ¿Será que lo que tú tienes rojo un antepasado lo tuvo cyan? ¿Que lo que tú tienes adentro, tu antepasado lo tuvo afuera? ¿Que lo que a ti te gusta por delante, a un antepasado le gustó por detrás? ¡Ja, ja, ja, que bestia que soy!, y tú hubieras odiado ese chiste. Hay algo que me asusta de este cuarto limpio, no puedo dejar de mirarlo… esas grietas y rayones… ¿son nuevos o ya estaban allí? Pero ¿qué es lo que tanto me estorba? Creo que son justamente ese espejo y tú lo que me asusta. Además del chiste invertido ¿que más reconocí allí? ¿Por qué ahora recién me doy cuenta que estoy limpiando desnudo? ¿Por qué la habitación del espejo sigue toda sucia y desordenada?

Escritura creativa

Por Cantariega

Esta habitación oculta entre las sombras rasgos de mí, mis miserias, mis flaquezas... transcurro de una esquina a otra y a cada paso suena la madera vieja, como un chirrido que al final me muestra siempre que voy a mi propio ritmo, mi ritmo, sí. ¿Qué es lo que encuentro entre el polvo y los celofanes del azulador? mi esfero de escribirte en la piel un poema, tantas veces soñé caligrafiarte y de paso querernos, pero este esfero tiene cada gota de tinta indemne, es la injusticia del tiempo, la infamia del destiempo. Me miro y casi rehúyo a mi propia contemplación, necesito el coraje de enfrentar la tristeza de mis ojos, la nostalgia de lo acontecimientos no ocurridos, letras de un poema-piel, desvaríos y quereres, en el reflejo estoy sin ser yo del todo ¿se refleja acaso la esperanza del tiempo en espiral? ¿y los mares de lágrimas donde juegan olas-caracolas cuando la cita se cancela de nuevo? Siento que el espejo me achica, como si aún se pudiera, agrando poco a poco el desapego, hago nacer de mis desvaríos los pedazos de tiempo, distancia, agua, letras y querencias, el espejo se rompe porque no soporta, la tinta plasmará en la piel palabras sin pudor ni culpa, y será así: de color azul.

Escritura creativa

Gracias Berny, Marle, Isabel, Mirian y Santi por los soliloquios y los solilocos que crearon y compartieron en el taller, los textos tuvieron una impresionante fuerza simbólica. Hermosa experiencia es la de escucharles narrar sus escritos.

miércoles, 2 de marzo de 2022

Escritura creativa

 EL TIEMPO
Por Mónica Garzón
 
La niñez es una época hermosa llena de inocencia, juego y alegrías, en la que compartimos con nuestras hermanas y hermanos las golosinas y gratos momentos de risas, bromas y recreaciones, son nuestros padres que muy preocupados cuidan de nosotros en salud, alimentación y bienestar. Pero pronto llega la adolescencia que va a ir formando nuestro carácter y personalidad con el compromiso y dedicación a nuestros estudios, esta es una etapa muy valiosa para mí porque en mi interior florecían ilusiones hermosas llenas de esperanzas que me  impulsaban a  conquistar al mundo entero.

Al terminar el colegio surgían responsabilidades más serias como las laborales, las que en mi caso las combiné con mis estudios superiores, estas actividades me dejaban sin tiempo hasta el fin de semana que al llegar éste lo recibía con beneplácito porque me permitía disfrutar de momentos de relax en una piscina, en un sauna o turco y a tener contacto con la naturaleza. 

Luego al conformar la familia llegan los hijos,  cada uno nos llena de emociones, felicidad y vienen con una palanqueta bajo el brazo, así se decía antes porque cada niño obtenía regalos de parte de amistades y familiares.

Con los hijos vienen otros compromisos de atención a los pequeños en salud, alimentación, desvelos, enseñanzas, alegría y guardería, pero este lindo tiempo corre y sin darnos cuenta ya están nuestros hijos obteniendo sus títulos profesionales.

Las reuniones familiares de reencuentros o cumpleaños con abuelos, tíos, primos y amistades ayudan a las familias a la socialización y a compartir bellos momentos. 

También las vacaciones nos han permitido estar juntos en viajes a la playa u otros lugares como el viaje a México donde subimos a las pirámides, conocimos costumbres, historia y sitios de distracción. 
La vida tiene matices que nos llevan a palpar situaciones inimaginables como la llegada de una pandemia que se llevaría a mi esposo, nuestro ser amado y más importante de nuestra familia que pondría de luto nuestros corazones, dejarnos recuerdos de sabiduría, amor y sentir tan fuerte la falta que nos hace. 
Pero la vida misma nos ayuda a superar estos sentimientos de dolor con la alegría y cariño de nuestros hijos y nietos, en especial mi nietita pequeñita que tiene un año siete meses, ella nos da la terapia cariñosa de risas y travesuras.

El presente es el momento más importante, es el que estamos viviendo por eso hay que tomarlo con afán y esmero como si el mañana tal vez no fuera a llegar y aplicar el dicho “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.

Vivamos con sabiduría dando amor y ayuda a las personas con las que tratamos y necesitan de nosotros, nuestra fortaleza es la experiencia que traemos y debemos saber cuándo y cómo aplicarla.
Vive la vida, vive el presente y él ahora, la vida es bella, entonces hallemos una razón para reír, una ilusión para vivir y miles de motivos para ser feliz.
 
Es bueno e importante hacer planes sobre lo que  haré en el futuro, pero aún no se ha terminado la pandemia y al tener que cuidarnos hemos restringido los planes de viaje,  de estar en contacto con más personas y los planes que estamos haciendo son apenas para un par de meses.
Al estar jubilada procuro tener una buena calidad de vida, amar y ser amada, unir y fortalecer a mi familia y sobre todo cumplir los planes que Dios tiene para mí.  

Escritura creativa

Titila

por Santiago de la Torre-Cusni
Fue el grito de gol más intenso que pude lanzar, todos gritaron conmigo y su emoción era tan grande que casi lo disfruté. Éste, como todos los domingos, llegué puntual y listo para el partido. Uno a uno fueron llegando, todos atrasados y ansiosos. Bastó que ruede el balón para que empiecen los gritos y poco después los insultos. Es su forma de desestresarse pensaba yo. Tienen que liberar sus tensiones y preocupaciones de la semana los justificaba rodeado de patadas y alaridos. Yo fingía disfrutar, al fin y al cabo, era una tradición. Al terminar el partido no faltaban las bielas y los cachos hasta el anochecer. Despliegue insano de testosterona en el que nunca faltaban bromas misóginas, homofóbicas y racistas. Ya es lunes, voy camino a la oficina y me repito: “Amo lo que hago, amo lo que hago, amo lo que hago”. Como un mantra que me tranquiliza lo repito. Acabo de colgar el teléfono y la orden recibida fue clara: “Dile que no joda, que trabaja sin anticipo o no trabaja nomás” Este círculo vicioso de injusticia capitalista ha provocado que poco a poco mi amor por el oficio vaya desapareciendo. “Amo lo que hago, amo lo que hago…” me repito y casi me creo. Este semáforo es más largo de lo normal, pienso… una fracción de segundo después escucho bocinas atrás. Giro y avanzo en dirección opuesta. Acabo de recordar un anuncio que vi en la mañana, ¿era una señal? me pregunto mientras sigo acelerando a fondo. No alcanzo a encontrar una respuesta y ya me encuentro estacionado ante el cartel rojo luminoso. Titila. Cada vez que se apaga dudo. Pero cada vez que se enciende lo único que resuena en mi cabeza es: “siempre lo quisiste” Lleno mi pecho de aire, me saco el reloj, los anillos y la chaqueta. Los oculto bajo el asiento y salgo. Al cerrar la puerta creo escuchar el timbre de mi teléfono dentro del auto, ya no importa.

martes, 1 de marzo de 2022

Escritura creativa

Rostros y máscaras

Por Cantariega

 Mis ojos son todo lo que puedo ver de mí, pero no me alcanza para descifrar quién soy, probablemente soy más que estos párpados y pestañas. Son como capulíes mis ojos y se abren a descubrir los colores del mundo, el cielo en la alborada, las estrellas en medio de la negrura, ciertas arrugas se empiezan a dibujar de cansancio pero se ocultan y predomina la parte que se muestra a los otros, la frescura, la alegría, la disciplina y todo lo que los otros esperan hallar, es una máscara para satisfacer, para ser aceptada, la perfecta, la que está para todo el mundo, la que trabaja sin parar, la que no se cansa, la que acepta todo, la que soporta todo, cualquier intento que quitármela me ha costado muy caro, las represalias son muy duras, insoportables, prefiero portarla a veces para que la subsistencia sea menos amarga, pero cómo pesa, está pegada a un rostro que desconozco por la fuerza de la costumbre, y cualquier intento inconsciente de liberarme me llena del frío atroz del rechazo y de la decepción, de día soy eso que todos esperan, de día no soy yo... 

 

Al caer la tarde los colores del cielo se transforman como si la paleta que lo pintara hubiera sido de otro pintor, las sombras se intensifican y los contraluces aumentan, mi rostro se transforma en alguien un poco más parecido a lo que yo podría ser, no me importa la aceptación o el rechazo, ya no me importa la belleza o la fealdad, no distingo entre el amor o el odio, la vida o la muerte me dan igual, estoy frente a la tela dejando que los pinceles se muevan como lo hacen las alas de las mariposas, su sutil agitar me permite respirar, el movimiento me saca del estancamiento en el que me sumo al querer usar los colores de agradar, pero esta máscara tampoco me representa del todo, probablemente soy todavía un poco más que estos párpados y pestañas, los capulíes se abren a descubrir los colores del lienzo, el cielo en el anochecer, las nubes que descargan su lluvia, soy más feliz, por la noche soy un poco más yo...

 

Cada máscara es un esbozo de lo que quiero y no quiero ser, sólo en el trance del sueño puedo encontrarme y reconocerme, sin rostro pero con sonrisa, sin piel pero con sensibilidad, sin mirada pero con contemplación. ¿Cómo puedo ser más yo cuando casi estoy ausente de mi propio cuerpo, poco a poco me voy haciendo inmaterial, tan yo que no tengo palabras, hasta que los destellos de la aurora comienzan a resplandecer nuevamente y vuelvo a ser la perfecta, puntual, hábil y talentosa portadora de máscaras en un mundo impostor y exigente, luego soy creativa y perspicaz pincel en mano, hasta que finalmente el nuevo ciclo me introduzca en el sueño de poder ser enteramente yo: un universo indefinible e infinito que cabe en las pupilas.

 

Escritura creativa

Gracias Santi y Marle por participar en el taller de hoy y narrar historias de rostros y máscaras.

Arte y piel

Hace unos 20 años la asociación de dermatólogos organizaba en Quito un Salón de arte y piel, mi obra ganó una mención honorífica "por p...