domingo, 31 de mayo de 2020

Septuagésimo sexto día

En la cultura del Tim nunca se anuncia un embarazo antes de cierto tiempo, 120 días creo, yo apenas me enteré le dije al Tim, a mis papis, a mi ñaña y a mi sobrino, mi núcleo en la vida, soy muy chiquita como para guardar una emoción tan grande sin compartirla, entonces al ver tanta emoción en los míos, decidió darles la noticia a los suyos. De ahí en adelante hemos visto venir, y no sólo de parientes: "eres demasiado pequeña te van a tener que abrir, cómo que estás embarazada si no te ves enferma, nunca más van a dormir, el primer año es el peor, a partir del primer año viene lo peor, se va a caer, se va a atrancar, se va a infectar, así no se hace, ya te fregaste", pero también (y más acertadamente): "es la experiencia más hermosa, te ayuda a descubrir una mejor versión de ti". Sí me abrieron pero ya se cerró, el embarazo no es enfermedad, dormimos maravillosamente, el primer año ha sido lo más bello y una semana más tarde puedo decir que cada día es mejor. Los aprendizajes aumentan cada día, hacemos lo mejor que podemos, nos dejamos guiar por el corazón.

Septuagésimo quinto día

Me lo han dicho, y no sólo una vez: "No puedes ser artista y madre, no puedes pintar y cantar, no puedes escribir y enseñar, al talento creativo no puedes acumularlo, tienes uno pero no dos y jamás tres" Demasiada barbaridad. La primera vez que lo escuché tenía 15 años y me entristecí, los límites de una mente chiquita que intenta limitar al resto. Tengo 37 años y puedo decir que sí se puede todo y bien.

sábado, 30 de mayo de 2020

Septuagésimo cuarto día

Antes de escribir quise hacerle dormir a la Sofi, pero ella me durmió primero a mí, sólo tiene un año y ya me da 3 vueltas. En el día recibimos como regalo hermosos dones de parte de personas con las que alguna vez he tenido la gran alegría de colaborar y que ahora tengo la fortuna de reencontrar en la virtualidad: bendiciones, paciencia, luz, amor y la representación de un colibrí, mi pajarito preferido entre todos porque además de su belleza indescriptible me recuerda al jardín de árboles de limón de mis papis donde cada tarde se los puede ver muy puntuales buscando néctar. Ser muy puntual es una obsesión que tengo, como hija de una madre muy estricta, ser puntual es una muestra de respeto según me enseñó, pero hay que ser puntual no sólo en llegar e irse, también en hacer, ser puntual en dar gracias, en abrazar, en manifestarse, en aceptar lo que es y rechazar lo que no, en seguir la intuición, en dejar lo que ya no aporta, en luchar por los sueños, en tener palabra, en cantar, en pintar, en escribir... ser puntual digo y mi escrito llega tarde, pero es que no me refiero sólo al tiempo de los relojes, sino al del viento, el sol, la luna, del latido, todo tiene su ritmo, su momento para ser puntual como un colibrí.

jueves, 28 de mayo de 2020

Septuagésimo tercer día

Hoy llegó un regalo muy especial para Sofía donde podemos grabar la huella de sus pies chiquitos, no sólo es hermoso por su diseño y colores que parece una representación de la Pájarapinta, sino porque quienes lo envían lo hacen con tanto amor. Que los caminos por donde anden esos piecitos estén llenos de luz. En sus primeros días Sofía tenía una sonda para alimentarse y una perfusión en sus pies, nació 7 semanas antes de lo previsto entonces necesitó mucho tiempo para coger fuerza, no, ya nació fuerte, por eso lo logró tan maravillosamente. Era tan chiquitita que se puede ver su cabecita en relación a la mano de Tim, pero super amorosa, nos ha guiado en la creación de una mejor versión de nosotros mismos. Así, sin más lenguaje que el de sus gestos, nos da lecciones de alegría, presente, reciprocidad, amor incondicional, y esas patitas que ya aprendieron a ponerse de pie y están queriendo dar pasitos van a quedar grabadas para recordarnos que así chiquitos pueden ser los pasos que saben cambiar el mundo.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Septuagésimo segundo día

Unos minutos antes de la clase de yoga me siento junto a mi mandala bordado para hacer vibrar la campana y bendecir los nombres de mi gente amada, cierro los ojos y empiezo a escuchar un zumbido fortísimo, mi gurucita dice que debo concentrarme y no dejar que lo externo distraiga mi meditación... sólo que con el tamaño de ese bicho me pegué un susto, era un abejorro carpintero ahí de grande, maravilloso, con alas azules metálicas, pero atrapado en mi cuarto de meditación. Pasado el susto pude iniciar una clase hermosa, me llenó de tanta alegría que bailé el resto de la tarde, me di cuenta de que el kundalini yoga tiene mucho en común con la percusión corporal, ambos implican mucha concentración, energía, constancia, corporalidad y sobre todo alma, en los últimos meses he tenido la suerte de tener dos profesores que le han aportado tanto a mi vida con sus enseñanzas y eso que otra de las alegrías de esta experiencia es compartir el aula (virtual) con personas que tanto quiero, reencontrarlas es recobrar la esperanza.

martes, 26 de mayo de 2020

Zamba para aprender a caminar

Pirulo es el nombre de una piñata, reciclamos un cartón, le dimos forma de pajarito y como plumas pegamos hojas de laurel del jardín, en su primer cumpleaños Sofía no pudo comer dulces, pero al abrir a Pirulo, halando unas cintas con bolitas de colores, cayeron mensajes de amor, los leímos juntos y ella los tocó, arrugó y lamió con la gratitud que los mensajes de amor merecen. Bendiciones, cantos de sinsonte, fotos, dibujos, frases de dulzura, toda la bondad del mundo y una canción estaban impregnados en esos papelitos. Gracias por tanto cariño. Pirulo sigue con nosotros, alegrándonos con su vuelo de plumas de laurel.

lunes, 25 de mayo de 2020

Septuagésimo día

3 semanas a partir del nacimiento de Sofía estuvimos hospitalizadas, yo unos días menos que ella, el dolor físico de la cesárea es soportable, hay muchos dolores de los cuales se construye una idea extrema, pero cuando pasan, la alegría que ocupa ese espacio es mayor, no siempre, yo hablo de mí que tengo tanta suerte. Sofía era chiquitita y estaba en una termocuna, cada 3 horas teníamos derecho a tenerla sobre nuestro pecho piel a piel, tuve que volver a casa después de dos semanas, sin ella y fue ese el desgarramiento más grande de mi vida, ni siquiera cuando dejé mi país sentí un dolor tan hondo, lloraba toda la noche, a las 5 de la mañana ya estaba en la neonatología hasta el anochecer, era imposible dormir teniéndola lejos, su olor maravilloso me envolvía. Hubiera querido hacer para Sofía una versión de "El libro de Manuel" del gran cronopio, hacer "El libro de Sofía", el ejercicio habría consistido en coleccionar recortes de periódicos sobre lo que pasa en el mundo para que cuando sea grande pueda conocer la realidad de cuando crece, pero no pude, no quise, me rehusé a colectar noticias sobre la realidad, y no es que quiera que ella lo ignore, es que ahora mismo no quiero explicarle, por ejemplo, que a un país tan lindo como el nuestro lo destrocen como lo han hecho, ahora mismo mientras escribo esto, en las calles gente con valentía y locura se arroja a la lucha por sus derechos, mientras que con total cinismo ese poder cruel, miserable e indolente se burla del pueblo, lo vulnera, lo agrede. Mi solidaridad no basta, pero le rindo homenaje a quienes luchan por lo que aún queda de país.

domingo, 24 de mayo de 2020

Sexagésimo noveno día

Hay un umbral entre la vida y la muerte que no se atraviesa cada día, lo transcurrí hace un año exactamente, y elegí la vida, una nueva vida en la que el rol mío ya no era ser artista, ser cantora, ser escritora, ser profesora, ser estudiante, ser latinoamericana, ser ecuatoriana, ser mujer, ser mamá, ser humana... no ser nada de lo que me pudiera catalogar, y no he dejado de ser todo ello, hasta creo que lo soy más, porque todo se transformó en simplemente ser. Sofía es mi maestra, sus lecciones de ternura, sencillez, alegría, transparencia, liviandad... le han dado a mi alma las mejores cátedras de humanidad y amor que jamás encontré en un libro, entre miles de cosas me enseña que el amor no tiene límites, ni fronteras, ni idioma, que siempre se puede amar más, y hoy que es su cumpleaños número uno, mi alma se llena de amor y gratitud por ella y por cada persona que estuvo junto a nosotras sosteniéndonos, alentándonos y acompañándonos en este camino, porque su presencia en nuestra vida ha hecho que este año haya sido tan hermoso. Les agradezco, les amo.

sábado, 23 de mayo de 2020

Sexagésimo octavo día

Las hormonas me daban el derecho a muchos caprichos, yo aproveché, a las 3 de la mañana tenía ganas de jugo de naranja con plátano, con toda la paciencia el Tim se levantaba para prepararlo, antes de dormir tenía ganas de que me cuenten un cuento, yo decía que era para estimularle a la Sofi :-) empezamos a leerle cuentos en alemán, francés y español desde que estaba en el vientre y se alegraba mucho cuando escuchaba la voz del papá, los ladridos de la Maya y las campanas de la iglesia de Auvers, hoy, exactamente hace un año caminábamos en el campo como cada tarde, yo tenía mucho dolor en el pecho y del nervio ciático, arrastraba la pierna, no podía caminar pero él insistía tanto que fui, sólo llegué a la mitad del camino, ahí una pareja hindú se acercó y la mujer me bendijo y bendijo a mi hija, su bendición fue un regalo sagrado. Cuando volvimos a casa era tarde y le pedí a Tim que leyera el cuento, él estaba ocupado y dijo: -pronto, pero para él pronto no era pronto porque ya pasó una hora y no venía, le odié, me fui a otro cuarto y lloré tanto, no lo odiaba en realidad, no lloraba por el cuento, tenía miedo, mi intuición me anunciaba que venía algo fuerte, lo más fuerte de mi vida, tenía los tobillos super hinchados y la tensión en las nubes, entre llanto y sueño escuché la voz de mi mami: -Tranquila Vane, todo va a estar bien. Me calmé, me dormí y mi corazón sabía que estaba lista.

viernes, 22 de mayo de 2020

Sexagésimo séptimo día

Como preparación al parto me inscribí a un curso de relajación, me dejaba llevar tan fácilmente en la meditación guiada que cuando la profesora nos hacía imaginar un limón, las otras mamás lo imaginaban y yo... yo salivaba, después de pasar del pánico a la calma según las situaciones en las que nos ponían, fui la única en la sesión que no podía parar de llorar cuando había que imaginar una situación grave con respecto al alumbramiento, al final de la clase recuerdo que a la profesora le habían gustado mis medias de colores estilo japonés, pero sobre todo recuerdo que me aconsejó que pase a ver inmediatamente al doctor para que añada en mi dossier "hipersensibilidad" para que en el caso de una situación grave el equipo utilice palabras apropiadas para que yo no entre en pánico, y así fue, era raro ver la forma medio exagerada en que me decían que todo estaba "superbien" pero con la expresión de la mirada no decían lo mismo, aún faltaban 7 semanas, preeclampsia ha sido, grave ha sido, pero para darme seguridad me sostenían con su sonrisa, el doctor me explicaba todo tan lindo, el parto fue como una meditación, la experiencia del presente en todo su esplendor, sí estaba asustada, pero al mismo tiempo recordaba que ña' Tomasa había prometido estar conmigo y que mi comisión espiritual no me dejaría sola ni un instante.

jueves, 21 de mayo de 2020

Sexagésimo sexto día

Tenía que ir a la clínica para obtener el permiso para no tener que volver al colegio, ese del ascensor, la secretaria de mi doctor estaría sólo en la mañana, todavía no tenía la Luna (mi carrito) entonces utilicé la Florecita (de Tim) es una furgoneta y yo aparte de chiquita soy camarona entonces tengo miedo de conducirla y de pensar que algún rato tendré que parquearme. Cuando me subí a la Florecita vi que no ha tenido casi nada de gasolina, yo brava pensando cómo es posible que tenga el tanque casi vacío ¿y si hay una emergencia? y yo con mi barriga de 33 semanas, había lo justo para llegar a la estación de tren, cuando llegué a la estación veo que la máquina que emite los tickets estaba fuera de servicio y la oficina cerrada, no tenía gasolina ni la menor idea de cómo llegar a la clínica, nunca me había fijado en el camino, pero no quería volver al colegio, ese del ascensor. Encontré una estación de servicio pero tuve que pedir ayuda porque no tenía idea de como abrir la cosa, finalmente llené el tanque y por primera vez me dejé guiar por el teléfono porque las autopistas de acá ni de ninguna parte me las conozco, al final llegué, justito a tiempo. Dos días más tarde, con el tanque lleno y mi subconsciente habiendo registrado el camino llegó la emergencia, tomé café y en piloto automático me subí a la Florecita, no tuve conciencia del camino, ni del parqueo, sólo volví a tenerla cuando estuve recostada en la sala de espera de la maternidad, agradeciendo la suerte inmensa de que la máquina que emite los tickets en la estación haya estado fuera de servicio en el momento preciso.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Sexagésimo quinto día

En la clase con Nina hicimos la lectura de una leyenda argentina llamada Kanshout y el otoño, ella lee muy lindo, muy lojano, y me hizo recordar cuando hace unos 8 años tuve mi primer Herbst en Munich, yo salía como cada mañana a mis clases de lengua y descubrí con verdadero horror a todos los árboles que bordeaban el río Isar completamente lluchos, no les quedó ni una hoja, la pena no me permitió continuar el camino, volví a casa bañada en llanto, el Tim asustado me pregunta qué me pasa y le cuento pues que todos los árboles de la ciudad estaban muertos. Claro que se rió, pero no era en mala onda, y me explicó que así mismo es, y le expliqué que en Ecuador sólo los árboles muertos se ponen así. El otoño tiene su momento justo antes de la muerte colectiva de los árboles en que todo toma una tonalidad maravillosa, como si el maestro de los ocres hubiera estado jugando con los colores: el otoño es la paleta de Cézanne.

martes, 19 de mayo de 2020

Sexagésimo cuarto día

En la lectura de hoy, con Sofía en los brazos, había un pasaje en que el cronopio mayor renegaba del colegio en el que trabajó en Chivilcoy, tengo una tendencia a asociarlo todo con mis propias emociones, entonces recordé que hace más de un año estuve trabajando en una institución en la que me sentía perdida, no podía entender la actitud de los colegas, ni identificarme con los métodos y sentía que de no ser porque me encanta enseñar no tendría las fuerzas para viajar 4 o 5 horas al día para trabajar rodeada de tal mezquindad. Con el embarazo ya bien avanzado tenía que subir 4 o 5 pisos de un edificio y en la hora siguiente bajar y subir 4 o 5 pisos de otro, con pocos minutos para llegar al aula de la clase siguiente, la maleta cargada de materiales y la barriga ya grande. Le confesé a un compañero que era difícil para mí ese trajín y me aconsejó que pida la llave del ascensor, la secretaria me negó la llave diciendo que era muy cara y que no haría una copia para mí, me sentí decepcionada y no comprendía su miseria, volví a casa preocupada porque subir y bajar toda la jornada me estaba haciendo daño, el Tim me vio tan descompuesta que al día siguiente fuimos a ver al doctor, nadie podía creer la respuesta de la secretaria y por el estado en el que yo estaba me mandó a reposar unos días. Las cosas se dieron así, sólo volví uno o dos días a trabajar, recuperar mis cosas y desde mi corazón dar las gracias al lugar y a su gente por los aprendizajes de esos 3 años, y salí feliz de no volver. El corazón sabe cuando está en el lugar correcto.

lunes, 18 de mayo de 2020

Sexagésimo tercer día

George apareció en el terreno que llamamos la Pájarapinta, hace un poco más de un año, un viernes. Es una tortuga super linda, Edith pasaba por ahí en ese instante y le tomó una foto y me la envió, yo tenía tantas ganas de volver del trabajo para conocerla, Tim hacía votos porque le pusiéramos un nombre masculino, ya con 7 chicas en casa nos pareció justo, le llamamos George como el solitario. Después de unas semanas el embarazo se complicó, y yo aún intentaba lograr los proyectos paralelos: los estudios, el concurso, el trabajo a tiempo completo, entonces priorizaba cosas, cernía el tiempo. Llegó un mensaje de una persona bastante querida en ese entonces, pero era un mensaje larguísimo inleíble al que no le di importancia y lo olvidé, unos días más tarde Edith preocupada me pregunta por qué no he respondido el mensaje de su amiga, entonces lo leí, larguísimo, inleíble y en resumen decía que comprende nuestra angustia por la tortuga nananá, y metros de consejos y de información, no lo leí completo, le respondí que la tortuga no nos angustia pero que le agradezco la información y que no se preocupe que cuidaremos bien de George. Nunca vino a conocer a Sofía, mi respuesta tardía fue probablemente causa de la ruptura... ¿de una amistad? pero las amistades no se rompen así. Para complacer a Edith y sin entender qué hice tan mal intenté algunos acercamientos pero no se siente la espontaneidad y la alegría que surge de los encuentros con los verdaderos amigos, después de más de un año yo aún intento lograr los proyectos paralelos a mi maternidad: los estudios, la pintura, la música, entonces priorizo cosas, cierno el tiempo, valoro la amistad que no se rompe por tortugas. La vida generosamente me brinda esos tesoros.

domingo, 17 de mayo de 2020

Sexagésimo segundo día

Cobra de domingo, corrección de estilo de la tesina, novena de limón, el día transcurre entre canciones inventadas y las travesuras de la Sofi, travesuras como girar como remolino para zafarse el cinturón que la sujeta a la silla y hacerlo para verme saltar a atraparla casi en el aire y luego reírse mucho al ver que todo salió como lo había planeado, o como antes de dormir fingir que va a tomar chichi pero me atrapa el pupo y me hace tantas cosquillas que no puedo controlar la risa, esto sólo para ilustrar. Desde el fin del confinamiento obligatorio veo ríos de gente, los gestos barrera a la porra, ya antes la imprudencia de tantos me inquietaba, pero con la señora bonita sabemos que esa preocupación no es una carga que debamos soportar y no es que no importe, pero pesa mucho y hay que transcurrir ligero. La semana que viene es especial, preparo mis rituales los más poderosos y lindos.

sábado, 16 de mayo de 2020

Sexagésimo primer día

Durante la meditación de ayer pude sentir un dolor, no físico sino emocional, convertirse en una bola de color naranja que flotaba arriba de mi cabeza a mi derecha, casi me paralizó, no era un dolor mío, sino uno que vagaba y se manifestó. Justamente antes, un dolor, no sé si el mismo, me daba un mensaje en mis sueños, yo que a veces tengo sueños como mensajes, di el recadito a su destinataria y una alegría me invadió el cuerpo, porque la verdad vibra lindamente, y porque esta destinataria, con piel de canela y ojos de luna, lo recibió con el mismo amor con que se lo di, el mensaje que busca sanar un dolor que quiere ser curado. Hoy acompañamos el café de la mañana con una conversación sobre milagros y cosas así, entonces nos quedó rondando una idea de lo imposible que sí es posible. Después de bañar a Sofía, el Tim la estaba vistiendo y yo fui al otro cuarto a cerrar la ventana porque el viento estaba frío ¡y qué veo!: un Bambi mirando con su dulzura la puerta de entrada de la Casamarilla. -Un Bambi, un Bambi en la entrada de la casa! -¡estás loca! cómo va a haber un Bambif (léase la f al final) -Pero si vos sabes que no miento -No digo que estás mintiendo, digo que estás loca. Salimos al jardín y lo vimos caminar en dirección al campo. Un Bambi mirando con su dulzura la puerta de entrada de la Casamarilla, es para mí un milagro, un augurio de felicidad, tal vez esa tristeza, color naranja pronto sanará y más milagros se harán verdad.

viernes, 15 de mayo de 2020

Sexagésimo día

No pasa mucho que la Sofi haga siesta durante el día, al contrario, por la noche duerme de largo y siempre ha sido así, para contradecir a quienes nos auguraban una vida de malas noches. Pero ayer la Sofi hizo siesta por la mañana cuando la llevaba en el chal, como vivimos en una casa muy vieja (llámese vieja a una casa que tiene unos cien años) el piso de madera cruje a cada paso así que decidí quedarme en la cocina para que el ruido no la despierte, por suerte ya me había preparado un café, tenía a la mano una biografía de Cortázar, sólo por la buena costumbre de tener libros en cada esquina, una nunca sabe, y la narración contaba cómo los padres del cronopio mayor descubrían el teléfono durante su paso por Suiza, durante la lectura se me vinieron a la mente unas imágenes hermosas de mi infancia, cuando los meses de agosto íbamos a Malacatos y por las noches mi mami nos llevaba a unas cabinas para llamarle a mi papi, era hermoso, hacíamos fila, una señorita anotaba en su cuadernillo (jeje) el número de teléfono y cuando se conectaba le anunciaba a mi papi que tiene una llamada, y a nosotras nos decía a qué cabina debíamos entrar, normalmente había 3 cabinas, entonces nosotras intentábamos adivinar cuál nos va a tocar, y cuando finalmente nos decía el número mi ñaña y yo no abalanzábamos para hablar con mi papi, qué bonitas imágenes se reviven leyendo un libro.

jueves, 14 de mayo de 2020

“Promover el intercambio cultural como catalizador de paz entre los pueblos”


Vanessa Padilla A.
Artista plástica
Auvers sur Oise, 14 de mayo de 2020

Introducción

Buenos días, quiero saludar a quienes siguen esta transmisión, y darles un abrazo fraterno en especial a todos los que forman parte de la Fundación Museos de la Ciudad, hace casi 8 años tuve el gran privilegio de ser parte de esta familia y ha sido una experiencia maravillosa.

Con mi participación en este evento quiero compartir un poco de mi experiencia, en tanto que artista, educadora y migrante, sobre el tema que voy a abordar que se denomina: Promover el intercambio cultural como catalizador de paz entre los pueblos.

Durante esta intervención, que durará aproximadamente 10 minutos, voy a tratar brevemente algunos elementos del intercambio cultural, y del rol importante que este intercambio puede ejercer en el objetivo de alcanzar relaciones pacíficas entre los pueblos, mencionaré también el papel primordial que las instituciones culturales tienen como escenarios y generadores de estos intercambios.

 

La pregunta que procuraremos responder al final de esta intervención es ¿cómo el intercambio cultural influye en los procesos de paz entre los pueblos? Y para tratar de dar respuesta a este cuestionamiento utilizaré como ejemplo un proyecto realizado en el seno de la Fundación Museos de la Ciudad hace algunos años denominado: “De los Adirondacks a la Mitad el Mundo”.

A.   Elementos del intercambio cultural

Podemos entender al intercambio cultural como una interacción entre grupos cuyas manifestaciones culturales pueden ser diferentes, pero que podrían también ser similares, y que en una acción recíproca comparten elementos característicos de cada cultura. 

Este compartir no es breve, implica desde cada grupo un proceso de análisis y de autoconocimiento, y que el resultado de esta especie de “introspección”, se manifieste mediante un lenguaje, de cualquier tipo, que permita transmitir el resultado de esta reflexión, pero asimismo es importante que se pueda acoger lo que surja de la reflexión del otro.

Aquí el lenguaje artístico es maravilloso porque rebasa las barreras del idioma y permite un contacto sensible y una muy efectiva transmisión de información.

Voy a insistir en que es primordial el reconocimiento de las manifestaciones de la propia cultura, porque éstas son los referentes principales con los que podemos afrontar y asumir el descubrimiento de otras culturas, este reconocimiento implica una revalorización, se ama lo que se conoce,pero también se puedereconocer falencias y eso se convierte en una oportunidad para buscar soluciones, en definitiva, se puede asumir que hay aspectos positivos y negativos que se manifiestan culturalmente.


B.   Rol del intercambio cultural para alcanzar relaciones de paz 

La aceptación de las diferencias culturales entre los pueblos implicará un ejercicio de “alteridad”, que no se trata sólo de aceptar que hay diferencias, sino de saber que ninguna cultura es mejor, ni peor: son distintas e incluso pueden tener cosas en común.  La alteridad nos permite además reconocer en esa diferencia lo que nos enriquece, asumirla y aprovecharla como un nuevo referente.

El intercambio cultural es un diálogo que permite el autoreconocimiento y el reconocimiento del otro, lo que genera respeto, rompe estereotipos o los refuerza, pero sin duda, amplía la percepción de todos esos elementos de la otra cultura que no son accesibles si no se propicia una interacción.

Este proceso promueve la paz, porque al reconocer al otro, distinto o similar, se aprende a respetarlo, a aceptarlo, a aprovechar estas diferencias y descubrir que se puede llegar a trabajar conjuntamente, a compartir. 

En tanto que migrante, he podido ver que todas las manifestaciones xenofóbicas de las que he sido testigo, provienen de la ignorancia con respecto a la otra cultura. Cuando no se conoce, se asimila con mayor facilidad información falsa y estereotipada, y eso raramente sucedería si hubiera un acercamiento como el que se puede promover mediante el intercambio cultural. 

C.    El papel de las instituciones culturales como escenarios y generadores de estos intercambios

Miles de cosas sí son posibles también desde el trabajo individual, vemos artistas, gestores culturales, etc. con un ímpetu capaz de generar proyectos de gran alcance, pero las instituciones culturales tienen los recursos, la plataforma propicia, los contactos, las instalaciones, etc. para llevar a cabo proyectos. 

Quiero mencionar brevemente el ejemplo de un proyecto de intercambio cultural que se desarrolló en el Museo de la Ciudad hace ya muchos años, se trató de un intercambio cultural entre niñas y niños de Quito que interactuaron con niñas y niños de Glens Falls en Nueva York, ambos grupos participaron en un proceso de investigación sobre las manifestaciones culturales de su propio país y seleccionaron elementos relacionados a la música, religión, comida, juguetes, tradiciones, etc. para generar representaciones plásticas sobre elementos de su cultura. 

Como indicaba el artículo de prensa que en ese entonces publicó el Museo:

Fue un proceso de participación y diálogo, con investigación bibliográfica, virtual y de campo. Los niños y las niñas recibieron charlas, visitaron museos con el acompañamiento de personas especializadas en distintos temas de historia, arte y cultura.[1]

En la culminación del proyecto, esos elementos representativos de la cultura que fueron resaltados por los niños y niñas en Ecuador, fueron reproducidos por los artistas Tania Rivadeneira y David Cevallos, quienes produjeron en base a lo creado por los niños, un Kit educativo que iría a Nueva York para que los participantes de allá puedan conocer estos elementos y a través de ello tener un acercamiento a nuestra cultura.

Y finalmente un grupo de participantes estadounidenses viajaron al Ecuador y un grupo de participantes ecuatorianos viajaron a los Estados Unidos, para asistir a la inauguración de la muestra pictórica que este proceso había generado en cada país.

El Museo de la Ciudad, el World Awareness Children's Museum de Glens Falls Nueva York y la Embajada de los Estados Unidos,respaldaron este proyecto, y qué bueno que haya sido así, porque aunque se lo pueda resumir en pocas palabras, detrás hubo un gran trabajo, en el que desde la dirección, los mediadores, diseñadores, artistas, el equipo de seguridad, de limpieza, el financiero, y por supuesto, las niñas y niños participantes, todos trabajaron muy arduamente para lograr el éxito del proyecto, hubo todo un trabajo multidisciplinario desplegándose.

El proyecto fue un ÉXITO, y me atrevo a llamarlo así con mayúsculas, después de recibir este testimonio que una de las participantes, ha compartido conmigo 8 años más tarde. Jennifer Guzmán escribe:

(…) Para mí aquel proyecto fue la mejor experiencia de aventura de mi vida. ¡Qué maravilloso fue! (…) El agradecimiento que tengo hacia usted y todos los que conformaron el proyecto es INMENSO, algo como eso es inmemorable porque tuvimos el enorme privilegio de ser parte de algo único. Por siempre gracias (…)En el transcurso de estos años todo lo vivido en aquel tiempo me ha sido tan funcional, marcó mi vida por completo, aunque me demoré un poco en comprenderlo, pero siempre que comparto esos recuerdos es volver a vivirlos… El compartir con mis compañeros me enseñó a apreciar el arte de su mundo, me enseñó a apreciar mi propia capacidad artística, me enseñó a explotar mis opiniones ¡el proyecto nos transformó en Arte![2]

En base a este y otros testimonios, en el mío propio, puedo asegurar que esta experiencia nos dio una visión más clara de nosotros mismos y de nuestros compañeros de Glens Falls, personalmente puedo decir que fue un gran aprendizaje para enfrentar la experiencia de migrar y convivir con culturas diversas.

Antes de concluir reitero, sin la institución sí es posible lograr grandes cosas, pero la institución puede ser un gran soporte para que los proyectos lleguen a una mayor escala.

Conclusión

Voy a concluir tratando de responder a la pregunta planteada al inicio de mi intervención: ¿cómo el intercambio cultural influye en los procesos de paz entre los pueblos? 

Influye dando a los actores de este intercambio la posibilidad de conocerse y conocer, de generar respeto, alteridad, empatía, trabajo en conjunto, romper estereotipos, de compartir.  Tengo personalmente la convicción de que esta es la semilla para alcanzar la paz.

Voy a cerrar citando el testimonio de María Fernanda Acosta, que desde la parte institucional fue una de las ejecutoras del proyecto: 

¿Qué si el intercambio cultural influye en los procesos de paz entre los pueblos? 
Absolutamente SI, porque al comprender lo global, se puede entender lo local y viceversa. Eso nos lleva a ser más empáticos. Proyectos de intercambio cultural abren la mente hacia realidades completamente nuevas, pero a la vez nos dejan ver que los seres humanos compartimos sentimientos, miedos, esperanzas sobre aquello que nos agrada y aquello que no, de nuestra ciudad y entorno.
El objetivo de los museos y los espacios culturales siempre debe estar encaminado a apoyar en el proceso de formación de ciudadanos conscientes de su entorno y capaces de tomar acción.  La cultura, la memoria, el patrimonio, el arte y la ciencia son conceptos que, aún sin saberlo, todos sin importar nuestro origen, llevamos dentro. Conocer las visiones de otros a este respecto e intercambiar experiencias a nivel cultural, por supuesto que aporta a un sentido de respeto, conexión y por tanto a la construcción de paz.[3]

El diccionario de la RAE define al término “catalizador” como algo que estimula el desarrollo de un proceso[4], pues bien, las instituciones culturales pueden ser catalizadoras del intercambio cultural y a su vez el intercambio cultural será catalizador de procesos de paz entre los pueblos.

Muchas gracias por escucharme y cuídense mucho.

Vanessa Padilla A.
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[1]Museo de la ciudad (18/11/2011)
[2]Jennifer Guzmán. Participante. 08/05/2020
[3]María Fernanda Acosta. Fundación Museos de la Ciudad. 09/05/2020

miércoles, 13 de mayo de 2020

Quincuagésimo octavo día

El ejercicio de escribir regularmente que ahora practico en el confinamiento me recuerda a cuando estaba más joven y andaba de acá para allá siempre con un cuaderno y mi esfero azul, escribía tanto y con cualquier motivo que la mina del esfero se vaciaba, por eso andaba a traer más, viajaba sola a muchas partes, me sentaba en alguna cafetería, bar, esquina, terraza... para escribir, de ahí salían canciones, cuentos, mis trabajos de arte y mis historias de trapos, años antes andaba también por doquier pero con papel y lápiz haciendo apuntes para pintar, bocetos de cuadros o de cuentos, la inspiración llega siempre en el momento menos pensado y hay que estar lista para que las ideas más lindas no se escapen, a veces reviso los apuntes semanas más tarde y me doy cuenta de que hay una fuerza increíble que me hace mediadora del proceso, no siempre estoy consciente de lo que escribo, y a veces me gusta mucho, otras veces menos, pero lo que es chévere es que sin importar lo imprudente que pueda ser, lo que estará escrito será siempre sincero.

Quincuagésimo séptimo día

En el día 57 de la cuarentena, tenía tan claro lo que quería escribir que olvidé hacerlo porque era como si ya lo hubiera escrito, como en la película "La ciencia del sueño" tengo a veces lapsos donde no sé si lo que cuento lo inventé, lo viví, me lo han contado, o lo he leído en algún libro, recién hoy me doy cuenta que todo quedó en mi corazón que es desde donde escribo. Dice así: Hoy recogimos unas flores del jardín para alegrar a Nina en su cumpleaños 11, hace 2 años aprende español conmigo, su lectura (lojana) es una alegría. Sofía sonríe mucho cuando la ve, generalmente nos encontramos en el jardín, cada una de su lado. La percusión corporal y la meditación son una gran gran ayuda para mí, me ha pasado siempre en la vida encontrar profesores maravillosos que guían mi aprendizaje. Los ritmos de la percusión corporal me acompañan el día entero y descubro canciones mientras juego, un día quisiera cantar con la voz y el cuerpo entero.

lunes, 11 de mayo de 2020

Quincuagésimo sexto día

Aunque el confinamiento oficialmente terminó en Francia, el nuestro continuará un poco más, tanta gente que no fue prudente antes lo será menos ahora, tenemos por fortuna el jardín que explota de tanta flor y la Pájarapinta para sembrar, cosechar y tomar solcito, comemos ensaladas super ricas-lindas con lo que nos da la tierra. Las clases de percusión corporal y de meditación, los tratamientos de Xocé y el contacto virtual con las personas amadas, nos llenan de energía, además tenemos la suerte de disfrutar de la Sofi a cada instante ahora que está cerca de cumplir un año ¡ya la vemos dar pasitos! ahora me preparo para una intervención en el Museo Interactivo de Ciencia, que desde ya me llena de alegría.

domingo, 10 de mayo de 2020

Quincuagésimo quinto día

Desde hace años la Señora Petito tiene la generosidad inmensa de venir a mi sueño y al de mi mami en el día de la madre, su partida nos daba tanto dolor hasta que se dio cuenta que viniendo a nuestros sueños nos alentaba y calmaba la angustia, la misma mujer que sembraba café, lo cosechaba, lo tostaba, lo molía y lo enviaba amorosamente para que nunca nos falte una taza con cada comida, es la que nos dio siempre ternura y cariño, siempre, cómo esperábamos el mes de agosto para ir a Loja y elegir en el armario unas colchas de colores tejidas por ella, siendo niña una vez me caí en su patio, me lastimé la quijada y ella con sus manitas de papel me sostenía y me llevaba a la botica para que me curen, no me dejé coser, por eso tengo la gran cicatriz en el rostro, pero mi abuelita me cuidaba con tanto amor, su sencillez, carácter (las mujeres de la familia saben a qué me refiero), puntualidad e independencia son un ejemplo para mí. Gracias Señora Petito por volver siempre.

sábado, 9 de mayo de 2020

Quincuagésimo cuarto día

El día 50 de la cuarentena, coincidió con el día 5 del quinto mes, para muchos no significa nada, pero me pasan cosas así siempre, los números que se repiten y yo queriendo descubrir qué mensaje encierran. La luna del 7 de mayo entró por la ventana con tal fuerza que podía ver el rostro de la Sofía con toda claridad, ella que normalmente duerme toda la noche se despertó con el resplandor y quería jugar, ahí me dije: "ésta es lunar como la mama". -Atá atá (juguemos) decía. No olvido lo difícil que la situación es para tantas personas, lo siento tanto, aquí el confinamiento ha sido un regalo, estamos junto a ella cada segundo para reafirmarla y amarla, para mí el regalo ha sido poder aclarar tantas cosas que en el agua turbulenta no se puede ver. En dos días termina el confinamiento obligatorio en Francia, la Casamarilla tendrá un tiempo más de calma mientras la intuición así lo decida. La música, el color y las letras volvieron y la noción más clara y firme de que hay personas en el mundo que amo con el alma.

viernes, 8 de mayo de 2020

Quincuagésimo tercer día

Los viernes son días importantes para mí, me traen sueños recurrentes, entonces ir a dormir es como acudir a una cita. Hace algunos días descubrí que el miedo se fue, me lo dijo mi cuerpo, pero queda la preocupación, los rituales son una ayuda enorme para afrontar esta angustia por las personas que amo. En la mañana la Sofía jugaba con tierra, entonces recordé uno de los juegos más hermosos, mis juegos de agosto, mi mami nos llevaba cada año a Malacatos en Loja, pasábamos las vacaciones ahí y en la esquina frente a la casa de la abuelita Petito estaba la tienda de la Marita, mi amiga del alma, con la que pasamos la infancia modelando ollitas de barro, les poníamos flores y nos sentábamos a jugar, los años fueron pasando y ella se volvió cada vez más brillante, bonita, comprometida y dulce, ahora mismo su nombre está en mi mandala pues entre mis personas amadas está Marita, mi amiga del alma.

jueves, 7 de mayo de 2020

Quincuagésimo segundo día

Ímpetu es una palabra que hoy especialmente me parece bonita, aunque tiene una connotación de violencia, tiene también de vehemencia, de pasión, pensé en ella porque se parece al ñeque, y el ñeque es algo siempre tan necesario y lindo. Cuando ya parece que no se puede más, hay una chispita, un mensaje de alguien, una señal, un sueño, un algo que te despierta y te ayuda a lograr lo que a veces parece perdido. Mi amiga Melanie viajaba por el mundo, y yo a través de ella, porque sus relatos me trasladaban a los lugares increíbles que ella descubría, luego cuando pude visitarlos por primera vez ya no era la primera vez. Hace muchos años ella estuvo en la situación en la que me encuentro hoy, en la línea en que no sabes si vas a alcanzar una meta importante o se te acaban las fuerzas, "no pareces hija mía" diría mi mami si leyera esto, pero la Mela por supuesto lo logró, y no fue fácil pero tuvo el valor de luchar, hoy pienso en ella para inspirarme de su ímpetu, ñeque, tenacidad, y porque la extraño tanto.

miércoles, 6 de mayo de 2020

Quincuagésimo primer día

"Soy creación" fue el mantra que repetí en la sesión de yoga esta tarde, guiada por mi hermana Nadya, hace unos 20 años la vida nos juntó, ella fue estudiante de diseño cuando en la misma facultad yo estudiaba artes plásticas, luego ella coordinó y enseñó en la carrera de diseño y yo coordiné y enseñé en la de arquitectura y arte, luego trabajé en la fundación museos en el área de gestión social y ella en el área de diseño, 20 años reencontrándonos y compartiendo una amistad hermanada, compartíamos los libros de francés en el parque de la universidad y los de Jodorowsky en el patio del museo, los consejos del amor y de las sesiones de fotos, ahora me guía espiritualmente con su voz de dulzura, con su brillo y con su alma linda, y encima más camina la vida junto a un compañero de sombrero misterioso cuyos poemas y abrazos son para mí como una chirimoya madura. Cómo los amo a los dos.

martes, 5 de mayo de 2020

Quincuagésimo día

En este tiempo de reconstruirse, vemos quién es soporte y quién no lo es. Anoche inicié una clase de percusión corporal, debo decir que a la medianoche no soy la más pilas pero tengo ñeque y hago un esfuercito. Debo anotar que soy bastante desritmada pero amo la música como amo las letras y los colores, y que Lenin Izquierdo es un profe hermoso, no es porque sea mi amigo, es un chévere en muchos aspectos de la vida: un gran músico, profesional, compañero y taita, su familia entera es un soporte para mí, le pido a la vida que mi Sofi reciba tanto amor y buenos cuidados con el Mao, Maito de mi dulzura, por eso me dejo guiar de sus consejos que vienen como si vinieran de hermanos míos. Hoy he practicado los sonidos que aprendí anoche y mi guambrita sonríe, seguro se da cuenta del destiempo, pero se dará cuenta también que hay swing.

lunes, 4 de mayo de 2020

Cuadragésimo noveno día

Entre la tesina, las canciones y los juegos transcurren los días, unos con más intensidad que otros. La nostalgia y la esperanza se abrazan.

El aplastamiento de las gotas de Julio Cortázar

domingo, 3 de mayo de 2020

Cuadragésimo octavo día

Antes y después de la cobra: el café. En la ventana se ve el geranio que ha sobrevivido al invierno y empieza a florecer, por supuesto, cada geranio que florece me recuerda a Isabel que con su minuciosidad convertía los pétalos en poesía, entonces pienso en Santiago con sus buganvillas, Eli y sus agüitas de vieja y Melanie con los tejidos de su abuelita, luego suena una canción y como un hilo de recuerdos va pasando el día.

Las costumbres de los famas de Julio Cortázar

sábado, 2 de mayo de 2020

Cuadragésimo séptimo día

En la clase de hoy terminamos la lectura de "El cochero azul", una obra maravillosa de Dora Alonso, la maestra de las letras chiquitas, la perfecta pronunciación lojana de Nina ha hecho la historia aún más linda. Desde mi estancia en Munich me empezó a hartar la histeria de los alemanes por planificarlo todo, no soporto que me inviten a una fiesta para la que aún falta uno o dos años, pero que me dan hasta el fin de semana para confirmar, siempre digo no. Pero mea culpa, asumo que la idea del primer añito de la Sofía me hacía soñar hace meses con una fiesta super linda, con su piñata de llamita y tanto tereque, ya me hacía celebrando con mis papis y todo eso, pero hoy que empezamos la Sofi y yo a hacer su piñata decidimos que mejor haremos un pajarito, que nos recuerde siempre el volar y el cantar.

viernes, 1 de mayo de 2020

Cuadragésimo sexto día

Todos los días de la cuarentena tienen su detalle, si no siguiera este registro no tendría ni idea de cuántos días han pasado, los proyectos urgentes en realidad no lo han sido, los afectos se muestran de manera distinta, la generosidad se ha manifestado en detalles insospechados, los reencuentros que pensé imposibles se dan, y definitivamente la música, la pintura, la literatura nos sostienen. Hay quienes sabes que están ahí sosteniéndote y a sí mismos en esta lucha, hay quienes están y ya, sin nada que brindar, hay quienes se iluminan con lo sencillo, hay quienes saben acompañarte desde La Habana, Quito, Beirut, alguna ciudad en Canadá e Inglaterra, París, Guayaquil, Loja, Auvers sur Oise... Anoche estuve en Puembo, en mi viaje astral, y en el jardín junto a los árboles de limón escuché la canción que debo compartir con Laurence, lo había olvidado al despertarme, pero esta mañana, entre otras bellezas esta canción sonó y es hermosa: Caetano Veloso, Gilberto Gil - Tres Palabras (Vídeo Ao Vivo)

Arte y piel

Hace unos 20 años la asociación de dermatólogos organizaba en Quito un Salón de arte y piel, mi obra ganó una mención honorífica "por p...