jueves, 11 de abril de 2019

Qué triste que un ente tan miserable y repugnante gobierne a mi país, su servilismo cuando parece llegar al nivel de lo imposible llega aún más lejos: La canallada, el asco, la mierda. Lamento que tanta gente no se dé cuenta que quedarse de manos cruzadas estando es su carguito es una forma de complicidad, esperaba una actitud coherente, política, humana de mucha gente que trabaja para este gobierno, callar no es resistir, obedecer y dejarse llevar por el viento que sopla es ser parte de esta burla a la constitución, a los derechos humanos, a toda forma de sentido común... tengo vergüenza y lástima.

Despedida

El cielo de la añoranza me cubre, una dicotomía entre calidez en la piel y un frío que penetra hasta los huesos, se va pintando un lila suav...