La sangre marca un ritmo, el respirar marca otro ritmo, el andar, el parpadear, igual que el segundero, pero con velocidades distintas y también con intensidades diferentes, todo a la vez: y mientras tanto el clima aumenta sus grados cuando más "yos" y más "otros" se acumulan, demasiados ritmos, sin ritmo, vaivenes sin a dónde ir ni de dónde venir, respiraciones confusas, inhalaciones de ruido, exhalaciones de dudas.
domingo, 22 de febrero de 2009
El tiempo
El tiempo, el del reloj, va marcando compases distintos a los de la sangre en el cuerpo; ambos, reloj y sangre son hallados como metrónomos del tiempo: "el tiempo midiéndose a sí mismo".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Despedida
El cielo de la añoranza me cubre, una dicotomía entre calidez en la piel y un frío que penetra hasta los huesos, se va pintando un lila suav...
-
Caminando en el bosque, entre tantos árboles me acerco a acariciar uno. Me dice: Sigue caminando, hay una niña perdida. Unos metros adelant...
-
Hace unos meses lloré tanto en una terapia que sentí que se me había secado el alma, no volví a llorar desde ahí, hasta hoy frente al cuad...
-
Hace unos 20 años la asociación de dermatólogos organizaba en Quito un Salón de arte y piel, mi obra ganó una mención honorífica "por p...