Crear un atractivo y seductor susurro para el oyente no es un incentivo, pero si lo es el aprehender a identificar el momento oportuno de cerrar la boca o de abrirla; tartamudear es el punto de partida hacia una mudez entrecortada, a la incertidumbre sin argumento y al vaivén del hablar.
martes, 15 de noviembre de 2011
El diafragma del tiempo
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