lunes, 17 de marzo de 2014

Opiniones externas mis polainas

Es un engaño creer que lo que escucho sobre mí es más cierto que lo que yo misma reconozco.

Desde hace dos años encontré más a quienes piensan que todo es difícil, imposible, complicado, sin el idioma, sin los papeles, sin la experiencia, sin la estatura, sin patria, sin familia cerca, sin trabajo, sin sin sin... que a las que pueden ver una luz en la experiencia. Esas personas no tienen la culpa de creer en las limitaciones, fue mi responsabilidad creer en sus limitaciones sobre mí.

Escuché mil veces "es difícil" "será más frío" "hay que esperar unos años"... mil etcéteras, dos mil quizás...

¿Por qué me convencí tan fácilmente? El tigre se vistió de cordero y aprendió a dormir pasivo, rodeado de lentitud, de pesimismo, creyendo que es todo un enredo y que las condiciones en contra son obstáculos irremediables.

Qué pereza me da, ver en el espejo de esta mañana un rostro sin esperanza, el rostro de un cordero que camina el paso pesimista de otros corderos de una sociedad negativa y gris que mató su esperanza en el frente de combates todos perdidos.

Decido lavar ese rostro, que la furia y la pasión de mi espíritu despierten, porque es el momento, vivir aletargada no es más una opción, renuncio a esa condición. Doy la bienvenida a un nuevo tiempo, a la primavera de mi experiencia en el rumbo que tomé.

Que esperen unos años los que quieran, yo estoy lista para saltar sin cuerda.

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