Busco en el repertorio de mi alma una canción de cuna, para cantármela, para recobrar la calma
y buscando encuentro a Mercedes que me arrulla, que me abraza, y me dice:
-calma chiquita, la verdad y la transparencia son un regalo que sólo se otorga a los corazones grandes.
y luego me canta:
-Duerme, duerme, negrito...
Y yo sueño, con atención a los riesgos que implica, pero no tengo miedo.
martes, 13 de mayo de 2014
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