Instalación: "Te echo de menos" Vanessa Padilla 2004
Anoche me di
cuenta de que todos los sueños con los que me envuelvo al dormir tienen el olor
de las sábanas y éstas huelen a cuerpo porque de ahí es de donde sacan el olor
que luego huele a sueño impregnado en sábanas que cubren cuerpos.
Y lo supe porque
aún dormida pude notar la diferencia del olor de las sábanas cuando mi sueño
sueña un cuerpo o cuando mi cuerpo sueña un olor o un olor sueña una sábana o
una sábana huele a sueño, o es el cuerpo el que huele o viceversa... nunca es
igual.
Y quise buscar una
manera de saber con certeza a qué huele el sueño de la noche que envuelve el
cuerpo y el olor con sábanas que dejé en la cama para ir a buscar papel y lápiz
que serían mi evidencia para saber al despertar lo que en la noche huele, cubre
y sueña el cuerpo.
Aunque al
principio no lograba encontrar las palabras, la sensación era clara pero se
confundía porque al alejarme de la sábana me di cuenta de que la alfombra olía
distinto, y me apresuré tomando nota antes de que sea otro el olor que me
envolviera el cuerpo mientras el sueño que antes me cubría en sábanas se mezclara
con la pelusa de la alfombra... tuve que darme prisa.
Rápidamente volví
dando pasos muy abiertos y esperando que el lápiz no se haya tropezado entre
las letras antes de anotar la certeza que buscaría despertarme en la mañana con
el olor, sueño y cuerpo con los que paso la noche entre sábanas que huelen a
piel incluso cuando amanece.
Nuevamente me
acosté para que la noche se acabara pronto y por fin el olor de la almohada
anuló al de la alfombra con pelusas, esas no olían a cuerpo, olían a caminos recorridos
y a distancias largas, menos mal mi sábana huele a sueños de cuerpo que me
envuelven mientras duermo.
En la mañana al
despertar tuve el temor de que el olor de la alfombra hubiera anulado al de la
sábana antes de que el lápiz hubiese guardado en el papel las palabras que no
encontraba porque tal vez se cayeron en las sábanas cuando me levantaba de la
cama para buscar el papel que ahora al abrirlo me muestra la distancia que olí
en la alfombra, pero que es también el olor que me envuelve en la sábana:
“Te echo de
menos”.