Me dice un hombre alemán después de haber pasado una hora viendo los horarios del tren de mañana en su tablet:
-¡Ah Vane! ¡si tan sólo pudieras planificar cada instante para tener control!
-¿el control de qué, para qué?
En un mundo sordo y mudo: ¡cantar!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias