jueves, 26 de marzo de 2020

Décimo día

Bordar los nombres de personas amadas me da en cada puntada una esperanza, y así avanzo cada día, y voy pensando en cuánta gratitud le debo a cada uno, temo que hay tantos nombres que no bordaré, porque si hago el nombre de todos los que merecen mi gratitud y mi amor no acabaré nunca, y me urge ponerle amatistas al mandala, es hermoso descubrir tantos nombres, en el Ecuador hay tanta gente hermosa, los extraño. Llevo en el cuello mi amuleto de malaquita y bendigo a las personas de mi mandala y a todos los que ellos aman, así se contagian también los buenos sentimientos. Los pulmones alojan la tristeza, pensé esta mañana, es necesario entonces ser felices, cuando veo cada día cómo se degrada la situación, sobre todo en la costa, se me hace difícil, pero es una decisión que hay que tomar, darle alegría a los pulmones y al alma. Ayer estuve con Tim y Sofía, saludé a Jacques desde mi lado del jardín. Riesgo de contagio: Cero. Lo que nos hace falta por ahora, me refiero a lo material, son sólo caprichos, podemos vivir sin ellos, pero qué rico sería comer un croissant y un tajín de La Menara. Le he pedido a tantas personas que se aíslen, se cuiden, se fortalezcan, se los he pedido con amor, hay algunas personas que me han escuchado, cuando nos reencontremos, en cualquier lado del mundo, el abrazo será como un café caliente, como un universo.

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