jueves, 23 de abril de 2020

Trigésimo octavo día

El ejercicio de narrar lo cotidiano simple de la cuarentena pone en total evidencia mi subibaja de emociones, seleccionar pequeñas cosas para ponerlas en letras es enfocar mi intención de mostrar que se puede mantener la esperanza, el miedo está, pero hay mucho amor, hay personas increíbles que desde partes tan lejanas llegan con palabras, libros, links, consejos, dibujos, canciones, títeres, recetas de pastel, cariños... para poner en armonía todo lo que se pone chueco. El tiempo va pasando y me va devolviendo esos tesoros que la distancia me había hecho creer que había perdido.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias

Despedida

El cielo de la añoranza me cubre, una dicotomía entre calidez en la piel y un frío que penetra hasta los huesos, se va pintando un lila suav...