viernes, 10 de mayo de 2024

Fontainebleue


 Caminando en el bosque, entre tantos árboles me acerco a acariciar uno. Me dice: Sigue caminando, hay una niña perdida. Unos metros adelante, una niña corriendo sin rumbo, llorando desesperada, perdida en el bosque. Corro hacia ella, me da su mano y empiezo a gritar con todas mis fuerzas el nombre de su mamá, hasta que Melanie entre gritos y llanto nos encuentra. La pequeña Fiona y su mamá se abrazan entre llanto y alegría. Yo lloro mucho también. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias

Une moderne Olympia

  Hace unos meses lloré tanto en una terapia que sentí que se me había secado el alma, no volví a llorar desde ahí, hasta hoy frente al cuad...