... Podía sentir cómo reptaba, con su vientre desgastado por el roce de ciudad, de tanto recorrer todos los rincones con aire contenido para soportar también los sitios que repugnan, cada vez con menos escamas por rasparse sintiendo los lugares que eran sólo la evidencia de que no pertenecía a nada.
Seguía buscando porque la utopía era un síntoma de esa modernidad que no sólo le había arrancado la cola, sino que incluso le ha partido la lengua, a veces puede sentir 2 sabores al mismo tiempo, pero eso sólo lo confunde.
Ring... ring...
-... número equivocado.
un poco extraño suena tu telefono vanessa
ResponderBorraresta tarde en mi ciudad llovió hasta por debajo y es que me llovio por dentro, desencantado habia opptado por devolver las fichas y al mirar con oidos bien puestos el agua subia hasta las hojas y todo empezaba otra vez.