Enmudece amordazado mi impulso al iniciar su afonía más obstinada; me congelo en una ley de hielo rigurosa, profunda, penetrante, pertinaz y húmeda...
... Lánguida abro la boca y los sentidos sin obtener resultado alguno, cierro silencios, compongo mis voces extenuadas, callo alegrías, despojo susurros, canto bajito porque se parece tanto a callar y lo hago deseando escuchar el aire de mi cuerpo en los abismos incómodos de soledades anunciadas una y otra vez.
me gusta saber que en cualquier parte siempre haya alguien dispuesto a mirar desde el otro lado de este lado, de tomar un sorbo improbable o desajustar la realidad pa enfrentarla a un no se qué.
ResponderBorrarchao Vanessa