Anoche me di cuenta de que todos los sueños con los que me envuelvo al dormir tienen el olor de las sábanas, y éstas huelen a cuerpo porque de ahí es de donde sacan el olor que luego huele a sueño impregnado en sábanas que cubren cuerpos.
Y lo supe porque aún dormida pude notar la diferencia del olor de las sábanas cuando mi sueño sueña un cuerpo o cuando mi cuerpo sueña un olor o un olor sueña una sábana o una sábana huele a sueño, o es el cuerpo el que huele o viceversa...nunca es igual.
Y quise buscar una manera de saber con certeza a qué huele el sueño de la noche que envuelve el cuerpo y el olor con sábanas que dejé en la cama para ir a buscar papel y lápiz que serían mi evidencia para saber al despertar lo que en la noche huele, cubre y sueña el cuerpo.
Aunque al principio no lograba encontrar las palabras, la sensación era clara pero se confundía porque al alejarme de la sábana me di cuenta de que la alfombra olía distinto, y me apresuré tomando nota antes de que sea otro el olor que me envolviera el cuerpo mientras el sueño que antes me cubría en sábanas se mezclara con la pelusa de la alfombra...tuve que darme prisa.
Rápidamente volví dando pasos muy abiertos y esperando que el lápiz no se haya tropezado entre las letras antes de anotar la certeza que buscaría despertarme en la mañana con el olor, sueño y cuerpo con los que paso la noche entre sábanas que huelen a piel incluso cuando amanece.
Nuevamente me acosté para que la noche se acabara pronto y por fin el olor de la almohada anuló al de la alfombra con pelusas, esas no olían a cuerpo, olían a caminos recorridos y a distancias largas, menos mal mi sábana huele a sueños de cuerpo que me envuelven mientras duermo.
En la mañana al despertar tuve el temor de que el olor de la alfombra hubiera anulado al de la sábana antes de que el lápiz hubiese guardado en el papel las palabras que no encontraba porque tal vez se cayeron en las sábanas cuando me levantaba de la cama para buscar el papel que ahora al abrirlo me muestra la distancia que olí en la alfombra, pero que es también el olor que me envuelve en la sábana.
“Te echo de menos”.
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