...a veces sin que yo lo quiera me quedo inmóvil y enredada entre los hilos que unen los “besos en el cuello” con los “ojos abiertos al besar”, y en el intento de liberarme suelo quedar atada a las “caricias por compasión”, porque de mi le gusta sólo lo que escribo, pero los hilos que sí lastiman son los de amarrar una mentira tras otra, sobretodo cuando las creo sabiendo que son la parte que confunde mi necesidad, no de saber que estoy llena, sino de que no estoy vacía.
miércoles, 7 de octubre de 2009
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Despedida
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