Busco, debajo de mis emociones a ver si encuentro las respuestas a las preguntas perdidas.
Entonces estoy buscando mal, quiero hallar las respuestas sin saber las preguntas. Tengo la llave de una puerta en la que no reconozco cerradura. ¡Pero la quiero abrir!
¡Necia!
Estoy saltando los pasos, así no se llega a ningún lugar.
Ahora respiro, escucho mis latidos, ahora sí...
Retrocedo con la experiencia ganada y reinicio mi andar, con confianza, esperanza...
yo vengo a ofrecer mi corazón.
lunes, 17 de febrero de 2014
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