viernes, 5 de marzo de 2021

Escritura creativa

 LA FOTO DEL ABUELO

Por Marlene Arévalo 

En verano Ana visita la casa de su madre, luego de risas, abrazos y muchas demostraciones de afecto, le asignan una habitación en el altillo (lugar construido en el interior de la casa). Desde su llegada pudo detectar la presencia de un hermoso baúl de madera, decorado con una especie de latón que hacía de éste un objeto realmente maravilloso.

Su curiosidad hizo que abriera el baúl, dentro del cual encontró candelabros, muchos poemas escritos por su padre, álbumes de fotos, unos muy elegantes, con finos papeles que las protegían, otras pegadas en cartulinas negras con goma o cualquier otro tipo de pegamento, lo cierto es que mirarlas le provocaba una cierta nostalgia.

El álbum que atrae su atención es aquel cuyas fotos están pegadas en la cartulina negra, todas ellas en blanco y negro, muy antiguas, algunas borrosas, que resultaba difícil identificar a los personajes, se supone que eran parte de la familia o amigos.

Sin embargo, consideró que las fotografías eran un registro testimonial de la familia, una inmortalización de momentos vividos, un cúmulo de instantes irrepetibles, recuerdos silenciosos plasmados en el tiempo que permiten que el pasado vuelva a través de imágenes de abuelos, padres, hermanos, hijos, amigos.

La vetustez de las fotografías le trasladan al ayer, le permiten imaginar y maquinar historias plasmadas en el tiempo.

Después de revisar ese gran tesoro, solamente pudo reconocer la fotografía de su abuelo materno llamado José, se encuentra sentado en la parte exterior de la casa de la madre de Ana. Su rostro muestra una cierta nostalgia, cómo quisiera saber lo que estaba pensando o sintiendo. 

En el álbum también se encuentra una fotografía que seguramente alguien quiso tomarla y al momento de despegarla de la cartulina ésta se rompió, quedando solamente una parte de ella, haciendo que esta historia quede incompleta.

Luego de transportarse a otro tiempo, a otra era, mirando las fotografías del álbum, lo guarda y cierra el baúl, dejando aquellas historias para que otras personas puedan disfrutar de ellas.

 

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