viernes, 2 de abril de 2021

Escritura creativa

Por Andrea Enríquez 

Estaba caminando a paso rápido. La mochila que llevaba era casi de mi tamaño, o por lo menos su peso me hacía sentir que me amarcaba a mí misma. Los hombros dolieron tanto, hasta que afortunadamente deje de sentirlos. No aflojo el paso. El sombrero, la botella de agua, el canguro; todo está en orden. Noche, día, noche, día, dicha. Llego a un nuevo destino, se nota que es temporal. Respiro, saco las cartas, las extiendo a lo largo de la mesa. Están boca abajo. Su presencia me da paz, son mi guía, mi diario, mis amigas. Con mi mano derecha trato de sentir lo que me dicen mientras las recorro sin tocarlas. Algunas son frías, en otras puedo percibir calor, otras me evocan colores. Eres "paz y prosperidad", te llamaría mejor "consuelo" con cariño, con ira te llamaría "placebo". Sé que tratan de cuidarme, pero preferiría que me enseñen la crudeza que el futuro nos va a traer, a esta bana ilusión de que estamos bien. Recojo mis cartas, no me han dicho nada fuera de esta noche, no me han dicho nada fuera de este instante. Hoy fueron un abrazo.

Noche, día, noche, día, no. Otro destino. Vuelvo a extender mis cartas en esta nueva mesa, enciendo una vela, lleno el vaso con agua. Respiro. Háblame de futuro. Con mi mano derecha las sobrevuelo, esperando que alguna me responda. En el último tercio del recorrido, justo bajo el paso de mi mano, una carta vibra, salta y queda pegada a mi palma. Suavemente giro mi mano para encontrarme con su voz. Crea, me dice. Han pasado algunos años desde la noche en que mis cartas me hablaron de futuro. El creador me dijo que yo también creaba, en cada acto, en cada decisión, en cada garabato y movimiento Aquella noche las cartas no sólo hablaron, ellas también abrieron mis ojos. El destino no es un punto fijo, el destino es la forma transformable y adaptable en la que vivimos. Cada lugar fue un destino final, ahí se quedó un poco de mí y yo me llevé también un poco de allá. Cada partida fue muerte y vida. Creo porque existo y viceversa.

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