sino asumir que lo no correcto es lo correcto.
Que las vanidades pueden más que la eficiencia.
Que el ego ocupa el espacio del alma.
Que no puedo hacerlo más mejor.
Cuando quiero hacerlo más mejor.
Y si quiero puedo.
Yo siempre he sido así.
El cielo de la añoranza me cubre, una dicotomía entre calidez en la piel y un frío que penetra hasta los huesos, se va pintando un lila suav...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias