miércoles, 7 de diciembre de 2011

El valle de la pájara pinta. Dora Alonso. Fragmento

"La única compañía del animoso anciano (Felo Puntilla) era un gato de ojos azules llamado Musu, que tenía la mala costumbre de comerse las uñas, y como un gato sin uñas apenas si llega a valer por medio gato, resultó que los ratones, ratas y guayabitos del barrio le perdieron el respeto. Cada pocas noches y en cualquier momento aparecían en pandilla, tirándole del rabo y cantando:
Gato sin uñas,
gato de trapo,
gato aburrido,
¡gato pazguato!
Musu, indignado, se lanzaba contra los burlones y al escándalo de maullidos y carreras que armaban, acudía Felo muy apurado para espantar los ratones a escobazos y darle una taza de tilo al gato.
Bastante preocupado por la salud mental de su amigo y con el deseo de ayudarlo, Puntilla encargó un juego de uñas postizas; pero Musu resultaba tan atolondrado que al usarlas confundía la pata derecha con la izquierda o se las colocaba todas en una sola pata, por lo que las cosas no adelantaban. Hasta que, por su propia cuenta, decidió dormir dentro de un maletín de playa, con lo cual se solucionó el problema con los ratones."

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