miércoles, 13 de marzo de 2013

"Recorriendo el mundo con la alegría de los niños"


...Hace años vivió mi burro en Malacatos, le gustaba la cachaza y la melaza del mismo trapiche donde la señora Petito y el abuelito Segundo compraban la panela para endulzar el café que ella cosechaba para tostar, moler y hervir.

Sabemos todos, por el aroma que perdura, que a la sombra de frondosos cafetales él le pidio que lo aceptara como esposo y ahí es donde se enamoraron hasta hoy y para siempre.

Tomamos café juntos, yo no puedo verlo, porque no todo puede ser visto con los ojos, pero está ahí bebiendo de su taza un café bien caliente, como le preparaba ella con sus manitos de papel de seda...

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