martes, 16 de septiembre de 2014

Las obras


“Tapetes”
Tapetes: Pieza de adorno con formas florales. Hecha a mano.
Levadura de pan: Microorganismos unicelulares importantes para descomponer cuerpos orgánicos.
La habilidad de quien entrelazó hilos y horneó pan se va perdiendo en el tiempo y esa labor se descompone dejando olores, sabores, sensaciones y formas.
Mi abuelita: una de las flores-mujer de mi vida, la que tejió… hoy se transforma. 
Melanie Vicuña
"Geranium transaparentem" 
El geranio es una flor ambivalente, que denota diversas emociones, ya sea por su aroma, tallo robusto o por sus delicados pétalos. 
La obra evoca la fragilidad de los geranios a través de sus pétalos caídos y ramas marchitas que son detalles olvidados de la cotidianidad. Partiendo de esta concepción, los pétalos y ramas tendrían su lugar en una base ligera de goma blanca aludiendo a su sutil y fugaz vida.

Isabel Albornoz

“Ultopía (o el perfecto último segundo de paz entre buganvillas)”

Recuerdos etéreos de sus pétalos batiéndose con la brisa
bruma que surge de la nada y los vuelve presentes
susurros que acompañan su delicado perfume,
llegan inesperados,
inundan tu alma,
huyen con ella.

Santiago de la Torre


"Hierbitas de mi alma”

Esta obra nace de mi experiencia de sanación con cuatro plantitas medicinales de la Madre Tierra. La manzanilla, taraxaco, tilo y llantén, cada una tiene un propósito de sanación, el desinflamar, cicatrizar, limpiar, dar energía al cuerpo. En mi caso la sanación ha sido justo con mi quinto chakra "Vishuddha- garganta- color azul", por tal razón es que las siluetas van sobre fondos azules y a partir de este fondo central se juega con los colores de las plantas, sus tonos verdes, amarillos y blancos, colores que guardan una energía, la misma que influye en nuestro cuerpo,  en nuestro interior, en nuestro fluir. Mi obra es una gratitud y muestra de  un pequeño pero valioso atadito de las "Hierbitas de mi alma”.

Elizabeth Yerovi

“La Cantariega”

Una andariega del mundo que canta si pinta, si escribe, si sueña. Ha preguntado a las flores sobre sus raíces para comprender que ellas, que simbolizan sus más valiosos lazos, no creen en fronteras ni en geografía, sólo florecen en la fertilidad del universo, de la música, la poesía y el color.

Un homenaje a mi hermana Claudia Noboa a cuyo canto intenso y gótico úno mi voz, mis letras, mi amor infinito.

Vanessa Padilla

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