lunes, 9 de mayo de 2016

No es fácil arrancarle una sonrisa a una estatua

Le regalo una flor a una mujer enferma
en respuesta su esposo me dice:
No te metas en lo que no te importa,
yo... no me meto en lo que no me importa.
Si reparto mis flores es porque la vida me florece,
pero no quiero imponer su aroma
a nadie que no las quiera percibir.

No es fácil arrancarle una sonrisa a una estatua
porque está dura, tiesa, a veces fría.
Por educación puedo mostrar respeto,
pero en el cariño... ahí sí no mando.

Es más fácil ser amable con quien es amable
saludar a quien responde
dar espacio al que deja respirar
devolver el cariño es fácil
pero inventarlo de la nada, no lo es.

Como no conozco cada historia
es difícil saber qué hay detrás las armaduras,
pero yo no me expongo
porque si alguien una flor le lastima
necesita piedra con piedra
y ahí sí no juego, lo mío es el canto.

Los corazones duros no se quieren ablandar
les duele la flor,  no saben del abrazo
pululan renegando y nunca sonríen.

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