Café de mis amores

Normalmente me levanto a las 4 de la mañana porque mi trabajo queda muy lejos de la casa, me ducho, desayuno y alimento a los míos por inercia, mi día empieza oficialmente en el momento en que he tomado café, normalmente a las 6 de la mañana ya he tomado el primero de 4 trenes y un bus que debo coger para llegar puntual al trabajo... pero hoy que hay uno menos en la tribu no escuché la canción de Inspiración con la que me despierto cada mañana, eran las 6:35 cuando el canto de los pájaros me despertó, chuta! salté de la cama al primer bus que pasaba, a duras penas pude lanzarle unas hierbas a la Canela y unas croquetas a la Maya, salí vistiéndome en el camino, dormida claro porque no había tomado café, milagrosamente llegué en el minuto exacto para mi formación de primeros auxilios, todos los trenes y buses me acolitaron, pero avanzada la mañana yo aún no había tomado un café! tipo 10 de la mañana llega la jefa y me dice: Señora Padilla la próxima hora tiene una vigilancia en la sala 209 (y mi café!!!!! pensaba yo) después de la vigilancia debía volver a la formación y después otra vigilancia y luego dos horas de clase con mis adorables chiquitos siempre sin haber tomado café, chuta! las longas! debo volver pronto a casa, en mi regreso en la estación de Versailles Chantiers comenzó mi día, a las 17 horas, un café expreso sabroso, caliente, bello, prueba de que los dioses existen, sólo que este día será más corto.