martes, 21 de abril de 2020

Trigésimo sexto día

Hay personas mágicas. Hoy sentí muchas emociones que me debilitaban, aunque era consciente de esto no hallaba manera de evitarlo, el agua que me funciona siempre ayudó pero poquito, es una locura querer aprender mil cosas y no tener el más mínimo control emocional ¡botada la plata! Pero un mensaje de Xocé, una conversación con Eli y un dibujo del Maito transformaron toda esa energía. La Sofía y yo tenemos un columpio en una esquina, es pequeño y nos abrazamos mientras nos balanceamos, desde ahí se puede ver el reloj de la mágica iglesia de Auvers que se hizo famosa porque la pintó el maestro de los girasoles, y aunque el reloj sigue su curso, el tiempo parece flotar.

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