miércoles, 20 de mayo de 2020
Sexagésimo quinto día
En la clase con Nina hicimos la lectura de una leyenda argentina llamada Kanshout y el otoño, ella lee muy lindo, muy lojano, y me hizo recordar cuando hace unos 8 años tuve mi primer Herbst en Munich, yo salía como cada mañana a mis clases de lengua y descubrí con verdadero horror a todos los árboles que bordeaban el río Isar completamente lluchos, no les quedó ni una hoja, la pena no me permitió continuar el camino, volví a casa bañada en llanto, el Tim asustado me pregunta qué me pasa y le cuento pues que todos los árboles de la ciudad estaban muertos. Claro que se rió, pero no era en mala onda, y me explicó que así mismo es, y le expliqué que en Ecuador sólo los árboles muertos se ponen así. El otoño tiene su momento justo antes de la muerte colectiva de los árboles en que todo toma una tonalidad maravillosa, como si el maestro de los ocres hubiera estado jugando con los colores: el otoño es la paleta de Cézanne.
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