jueves, 24 de marzo de 2011

Señor cantor:

Usted en otra vida

ha de haber sido pajarito,

pero en esta encarnación

ha heredado de su cielo anterior

las plumas de la libertad,

la nobleza del canto

y el abrazo de las alas al viento.

Aunque usted y yo sabemos

que grandeza no es tamaño,

crezco un rato

para pedirle una pluma,

le escribo un verso,

dibujo una silla

y me siento en ella

para escucharle cantar.


1 comentario:

Gracias

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