Entonces
esa feminidad irremediable se convierte en la herramienta con la cual puedo yo
proponer ejercicios plásticos que intentan regresarme a lo global. Sí, es mi
bagaje, es lo que tengo, y esas piezas plásticas lo que intentan es
humanizarme, hacerme entender que no importa si soy mujer, si soy ecuatoriana,
si soy terrestre o etérea, como diría Oliverio Girondo. Simplemente soy. No
quiero más explicaciones, no las necesito.
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