jueves, 14 de mayo de 2020

“Promover el intercambio cultural como catalizador de paz entre los pueblos”


Vanessa Padilla A.
Artista plástica
Auvers sur Oise, 14 de mayo de 2020

Introducción

Buenos días, quiero saludar a quienes siguen esta transmisión, y darles un abrazo fraterno en especial a todos los que forman parte de la Fundación Museos de la Ciudad, hace casi 8 años tuve el gran privilegio de ser parte de esta familia y ha sido una experiencia maravillosa.

Con mi participación en este evento quiero compartir un poco de mi experiencia, en tanto que artista, educadora y migrante, sobre el tema que voy a abordar que se denomina: Promover el intercambio cultural como catalizador de paz entre los pueblos.

Durante esta intervención, que durará aproximadamente 10 minutos, voy a tratar brevemente algunos elementos del intercambio cultural, y del rol importante que este intercambio puede ejercer en el objetivo de alcanzar relaciones pacíficas entre los pueblos, mencionaré también el papel primordial que las instituciones culturales tienen como escenarios y generadores de estos intercambios.

 

La pregunta que procuraremos responder al final de esta intervención es ¿cómo el intercambio cultural influye en los procesos de paz entre los pueblos? Y para tratar de dar respuesta a este cuestionamiento utilizaré como ejemplo un proyecto realizado en el seno de la Fundación Museos de la Ciudad hace algunos años denominado: “De los Adirondacks a la Mitad el Mundo”.

A.   Elementos del intercambio cultural

Podemos entender al intercambio cultural como una interacción entre grupos cuyas manifestaciones culturales pueden ser diferentes, pero que podrían también ser similares, y que en una acción recíproca comparten elementos característicos de cada cultura. 

Este compartir no es breve, implica desde cada grupo un proceso de análisis y de autoconocimiento, y que el resultado de esta especie de “introspección”, se manifieste mediante un lenguaje, de cualquier tipo, que permita transmitir el resultado de esta reflexión, pero asimismo es importante que se pueda acoger lo que surja de la reflexión del otro.

Aquí el lenguaje artístico es maravilloso porque rebasa las barreras del idioma y permite un contacto sensible y una muy efectiva transmisión de información.

Voy a insistir en que es primordial el reconocimiento de las manifestaciones de la propia cultura, porque éstas son los referentes principales con los que podemos afrontar y asumir el descubrimiento de otras culturas, este reconocimiento implica una revalorización, se ama lo que se conoce,pero también se puedereconocer falencias y eso se convierte en una oportunidad para buscar soluciones, en definitiva, se puede asumir que hay aspectos positivos y negativos que se manifiestan culturalmente.


B.   Rol del intercambio cultural para alcanzar relaciones de paz 

La aceptación de las diferencias culturales entre los pueblos implicará un ejercicio de “alteridad”, que no se trata sólo de aceptar que hay diferencias, sino de saber que ninguna cultura es mejor, ni peor: son distintas e incluso pueden tener cosas en común.  La alteridad nos permite además reconocer en esa diferencia lo que nos enriquece, asumirla y aprovecharla como un nuevo referente.

El intercambio cultural es un diálogo que permite el autoreconocimiento y el reconocimiento del otro, lo que genera respeto, rompe estereotipos o los refuerza, pero sin duda, amplía la percepción de todos esos elementos de la otra cultura que no son accesibles si no se propicia una interacción.

Este proceso promueve la paz, porque al reconocer al otro, distinto o similar, se aprende a respetarlo, a aceptarlo, a aprovechar estas diferencias y descubrir que se puede llegar a trabajar conjuntamente, a compartir. 

En tanto que migrante, he podido ver que todas las manifestaciones xenofóbicas de las que he sido testigo, provienen de la ignorancia con respecto a la otra cultura. Cuando no se conoce, se asimila con mayor facilidad información falsa y estereotipada, y eso raramente sucedería si hubiera un acercamiento como el que se puede promover mediante el intercambio cultural. 

C.    El papel de las instituciones culturales como escenarios y generadores de estos intercambios

Miles de cosas sí son posibles también desde el trabajo individual, vemos artistas, gestores culturales, etc. con un ímpetu capaz de generar proyectos de gran alcance, pero las instituciones culturales tienen los recursos, la plataforma propicia, los contactos, las instalaciones, etc. para llevar a cabo proyectos. 

Quiero mencionar brevemente el ejemplo de un proyecto de intercambio cultural que se desarrolló en el Museo de la Ciudad hace ya muchos años, se trató de un intercambio cultural entre niñas y niños de Quito que interactuaron con niñas y niños de Glens Falls en Nueva York, ambos grupos participaron en un proceso de investigación sobre las manifestaciones culturales de su propio país y seleccionaron elementos relacionados a la música, religión, comida, juguetes, tradiciones, etc. para generar representaciones plásticas sobre elementos de su cultura. 

Como indicaba el artículo de prensa que en ese entonces publicó el Museo:

Fue un proceso de participación y diálogo, con investigación bibliográfica, virtual y de campo. Los niños y las niñas recibieron charlas, visitaron museos con el acompañamiento de personas especializadas en distintos temas de historia, arte y cultura.[1]

En la culminación del proyecto, esos elementos representativos de la cultura que fueron resaltados por los niños y niñas en Ecuador, fueron reproducidos por los artistas Tania Rivadeneira y David Cevallos, quienes produjeron en base a lo creado por los niños, un Kit educativo que iría a Nueva York para que los participantes de allá puedan conocer estos elementos y a través de ello tener un acercamiento a nuestra cultura.

Y finalmente un grupo de participantes estadounidenses viajaron al Ecuador y un grupo de participantes ecuatorianos viajaron a los Estados Unidos, para asistir a la inauguración de la muestra pictórica que este proceso había generado en cada país.

El Museo de la Ciudad, el World Awareness Children's Museum de Glens Falls Nueva York y la Embajada de los Estados Unidos,respaldaron este proyecto, y qué bueno que haya sido así, porque aunque se lo pueda resumir en pocas palabras, detrás hubo un gran trabajo, en el que desde la dirección, los mediadores, diseñadores, artistas, el equipo de seguridad, de limpieza, el financiero, y por supuesto, las niñas y niños participantes, todos trabajaron muy arduamente para lograr el éxito del proyecto, hubo todo un trabajo multidisciplinario desplegándose.

El proyecto fue un ÉXITO, y me atrevo a llamarlo así con mayúsculas, después de recibir este testimonio que una de las participantes, ha compartido conmigo 8 años más tarde. Jennifer Guzmán escribe:

(…) Para mí aquel proyecto fue la mejor experiencia de aventura de mi vida. ¡Qué maravilloso fue! (…) El agradecimiento que tengo hacia usted y todos los que conformaron el proyecto es INMENSO, algo como eso es inmemorable porque tuvimos el enorme privilegio de ser parte de algo único. Por siempre gracias (…)En el transcurso de estos años todo lo vivido en aquel tiempo me ha sido tan funcional, marcó mi vida por completo, aunque me demoré un poco en comprenderlo, pero siempre que comparto esos recuerdos es volver a vivirlos… El compartir con mis compañeros me enseñó a apreciar el arte de su mundo, me enseñó a apreciar mi propia capacidad artística, me enseñó a explotar mis opiniones ¡el proyecto nos transformó en Arte![2]

En base a este y otros testimonios, en el mío propio, puedo asegurar que esta experiencia nos dio una visión más clara de nosotros mismos y de nuestros compañeros de Glens Falls, personalmente puedo decir que fue un gran aprendizaje para enfrentar la experiencia de migrar y convivir con culturas diversas.

Antes de concluir reitero, sin la institución sí es posible lograr grandes cosas, pero la institución puede ser un gran soporte para que los proyectos lleguen a una mayor escala.

Conclusión

Voy a concluir tratando de responder a la pregunta planteada al inicio de mi intervención: ¿cómo el intercambio cultural influye en los procesos de paz entre los pueblos? 

Influye dando a los actores de este intercambio la posibilidad de conocerse y conocer, de generar respeto, alteridad, empatía, trabajo en conjunto, romper estereotipos, de compartir.  Tengo personalmente la convicción de que esta es la semilla para alcanzar la paz.

Voy a cerrar citando el testimonio de María Fernanda Acosta, que desde la parte institucional fue una de las ejecutoras del proyecto: 

¿Qué si el intercambio cultural influye en los procesos de paz entre los pueblos? 
Absolutamente SI, porque al comprender lo global, se puede entender lo local y viceversa. Eso nos lleva a ser más empáticos. Proyectos de intercambio cultural abren la mente hacia realidades completamente nuevas, pero a la vez nos dejan ver que los seres humanos compartimos sentimientos, miedos, esperanzas sobre aquello que nos agrada y aquello que no, de nuestra ciudad y entorno.
El objetivo de los museos y los espacios culturales siempre debe estar encaminado a apoyar en el proceso de formación de ciudadanos conscientes de su entorno y capaces de tomar acción.  La cultura, la memoria, el patrimonio, el arte y la ciencia son conceptos que, aún sin saberlo, todos sin importar nuestro origen, llevamos dentro. Conocer las visiones de otros a este respecto e intercambiar experiencias a nivel cultural, por supuesto que aporta a un sentido de respeto, conexión y por tanto a la construcción de paz.[3]

El diccionario de la RAE define al término “catalizador” como algo que estimula el desarrollo de un proceso[4], pues bien, las instituciones culturales pueden ser catalizadoras del intercambio cultural y a su vez el intercambio cultural será catalizador de procesos de paz entre los pueblos.

Muchas gracias por escucharme y cuídense mucho.

Vanessa Padilla A.
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[1]Museo de la ciudad (18/11/2011)
[2]Jennifer Guzmán. Participante. 08/05/2020
[3]María Fernanda Acosta. Fundación Museos de la Ciudad. 09/05/2020

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