sábado, 9 de mayo de 2020
Quincuagésimo cuarto día
El día 50 de la cuarentena, coincidió con el día 5 del quinto mes, para muchos no significa nada, pero me pasan cosas así siempre, los números que se repiten y yo queriendo descubrir qué mensaje encierran. La luna del 7 de mayo entró por la ventana con tal fuerza que podía ver el rostro de la Sofía con toda claridad, ella que normalmente duerme toda la noche se despertó con el resplandor y quería jugar, ahí me dije: "ésta es lunar como la mama". -Atá atá (juguemos) decía. No olvido lo difícil que la situación es para tantas personas, lo siento tanto, aquí el confinamiento ha sido un regalo, estamos junto a ella cada segundo para reafirmarla y amarla, para mí el regalo ha sido poder aclarar tantas cosas que en el agua turbulenta no se puede ver. En dos días termina el confinamiento obligatorio en Francia, la Casamarilla tendrá un tiempo más de calma mientras la intuición así lo decida. La música, el color y las letras volvieron y la noción más clara y firme de que hay personas en el mundo que amo con el alma.
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