Killay y Akira emprendieron la fuga, son mis gallinas araucanas que me regalaron el Tim y la Sofi por mi cumpleaños. Parte de mi nostalgia está en los detalles de la infancia, mi abuelita, la Señora Petito recuperaba las cajas vacías de whisky de mi tío y nos hacía llegar ahí desde Malacatos, envueltos cada uno en su papelito, unos huevos azules. Desenvolverlos cuidadosamente era una tarea de mucha concentración, mi ñaña y yo siempre tuvimos fascinación por esos huevos deliciosos y azules que mi abuelita compartía con nosotras, el color amarillo de la yema era siempre de una intensidad increíble y mi mami nos explicaba que eran muy especiales. En la última sesión del taller de escritura trabajamos un tema que nos hizo pensar mucho en mi abuelita, y recordé muchas cosas entre ellas cómo la Señora Petito amaba a sus gallinas. Killay y Akira han sabido volar super altof! y se fugaron, horas más tarde, buscando en la oscuridad Tim vio que se refugiaron en un árbol de nuez donde también vive la ardilla-Padilla, tuvimos que invadir la propiedad, pero mis gallinitas ya están en la "pollera", tal vez dentro de unos meses, cuando la Cora y la Lola les acojan mejor en su territorio, habrá huevitos azules y recordaré que mi abuelita siempre decía antes de comer: Bendito sea Dios, pues bendita sea ella que tanto amor nos brindaba y me ha llenado el corazón de tantos recuerdos cafés, naranjas y azules.
domingo, 20 de septiembre de 2020
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