Un árbol centenario que está en una zona patrimonial a pocos metros de la iglesia de Auvers sur Oise será abatido, la alcaldía negó la autorización para hacerlo en varias ocasiones pese a los trucos utilizados por el cortador-de-árboles-patrimoniales, sin embargo, ya la estructura para cortarlo está armada, no son jardineros profesionales quienes harán el trabajo son brutos sin el menor reparo, dolería menos si esta escena de terror no sucediera frente a nuestros ojos, si en esas ramas no hubieramos visto posarse pavos reales silvestres, jugar ardillas pelirrojas y anidar pájaros. La naturaleza no puede defenderse sola, tal vez apela al sentido común y de eso parece haber tan poco.
martes, 2 de noviembre de 2021
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