sábado, 30 de septiembre de 2017

Gabo

·      Sobre si Macondo es una ciudad colombiana o la Colombia entera

Macondo no es un espacio geográfico, es un espacio simbólico, un espacio subjetivo. Cada lectora o lector tiene su propio Macondo en algún rincón del mundo, el mío queda al sur del Ecuador a 33 kilómetros de la ciudad de Loja.

·      Sobre ser bruto

Son muchos los creadores que se niegan a defender su obra para reafirmar su genialidad o su protagonismo en una escena cultural, lo cual no hace del genio un bruto. No todos los egos se alimentan de farándula.

·      Sobre la investigación en Colombia


Sugerir que en Colombia no existe investigación científica, es falso, y no solamente niega el aporte de toda una comunidad, sino que vende una imagen de ignorancia colectiva. Si bien el acceso a la educación privada sí es un privilegio, existe también la educación pública, instituciones que sostienen proyectos de investigación o personas independientes que dedican su vida y talento a producir conocimiento. (El Ministerio de Cultura de Colombia dedica un presupuesto para investigación sobre la obra de Gabriel García Márquez, la convocatoria se realiza cada año).

Sueño de viernes

Estuvo sentada en un lugar oscuro de la ciudad, las calles eran de piedra, se veía el reflejo de las luces naranja como si hace poco hubiera parado de llover. Ella leía, pasaba las páginas temblando de frío, él pasó en un carro con un amigo que dormía en el asiento del copiloto. Cuando la encontró ahí sola, detuvo el coche y se bajó a preguntarle si estaba bien, la besó, la boca de ella estaba muy mojada y fría, ella respondió el beso como algo natural entre los dos: una de esas alegrías innombrables. Para protegerla la subió al auto y la llevó a un lugar donde no estaría sola, sabían los dos que no podrían quedarse juntos, por el destiempo y otras excusas, pero que cuidarían el uno del otro con amor, un amor no de pareja, pero un amor del alma.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Flaca

Me pregunta una amiga linda:
-Vane, estás muy flaca ¿cómo has hecho?
-Perdí 5 libras de trabajo, 3 de sueño y 2 de calma.

Lo prefiero amargo

Ella:
-coloco un te-amo para endulzar tu café.
Él:
-lo prefiero amargo.

sábado, 23 de septiembre de 2017

No montañas en abril


Una semana del mes de abril de 2014 al regresar de mi excursión en las montañas me encontré con la noticia de la muerte del Gabo, un año mas tarde a mi regreso, el mismo mes, fue Galeano, no haré más nunca una excursión en las montañas en el mes de abril… ni tampoco en julio, por Cabral. Las pérdidas son irreparables.

viernes, 22 de septiembre de 2017

El arqueólogo de mi prima

Una mujer de mi familia, además muy querida amiga, con la que compartimos mucho tiempo de profundas conversaciones del alma, me dijo un día que tenía a su novio en otro país, y que le gustaría mucho que lo contacte por chat porque también a él le gusta la literatura, en el chat discutíamos sobre autores de literatura latinoamericana y técnicas de narración creativa. ¿Debo aclarar que los arqueólogos no me despiertan ninguna pasión? Un día él me envió un correo electrónico, con copia a su novia donde me decía que debo entender que su amor es solamente para mi prima y que debo dejar de insistir en involucrarnos en una relación que no podrá ser correspondida. Cuando a él le llegó mi repuesta donde le preguntaba qué es lo que le motiva ha escribir tanta pendejada, llegó pronto un nuevo mensaje, esta vez sólo dirigido a mí, donde explicaba que quería causarle celos para ver cómo reacciona. No la volví a verla.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Otra catalana

Llevo trabajando 16 años como educadora, sin embargo, la inspectora catalana me dice:
-yo no la pondría a usted a enseñar en una clase para no ponerla en situación de dificultad, busque otro oficio.

Chocolate en la clase

Los colegas músicos me invitaban a acompañar a un grupo de estudiantes durante unos días para la preparación de un concierto, a mí que se me hace difícil decirle no a la música, acepté, feliz, pero sabía que habría una reunión importante con la dirección muy pronto y que era clave para continuar con el trabajo el año siguiente, entonces le dije a la mujer que no estaría presente unos días y le pregunté si la reunión se podría hacer a mi regreso, me confirmó que sí, me fui y disfruté increíblemente del talento de los colegas y estudiantes. Pude hacer un registro fotográfico hermoso y memorizar casi todo el repertorio. A mi regreso asistí a la reunión y me informaron que a pedido de la mujer la reunión se había llevado a cabo en mi ausencia, y que a pedido de ella también, han decidido disminuir o eliminar mis horas de trabajo. ¿Por qué? porque algunos estudiantes de su clase con quienes yo había trabajado el año anterior me pidieron realizar un trabajo voluntario que acepté gustosa, diez sesiones como voluntaria con estudiantes maravillosos versus los celos. En la sesión final, nos divertimos, comimos chocolate ecuatoriano y nos dimos las gracias por la experiencia de aprender juntos.
PD: Seguimos aprendiendo juntos.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Tu copa

Un vino tinto y una sola copa,
la copa es para mí,
tú también quieres beber,
desabrochas mi blusa de pequeños botones,
coloco con mis dedos vino en mis senos,
bebes,
mi pecho es tu copa.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Miedo al gato


Yo ya era grande,  tenía 6 años de edad. 

Sabemos que somos grandes, que sabemos mucho, porque ya vamos a la escuela, sabemos leer y escribir. Yo aprendí a leer un poco antes, porque leer era una herencia de mi mami que heredó de su papi. Jugaba con otros niños que eran más grandes y fuertes que yo, ellos siempre dirigían los juegos porque ellos sabían más, al menos eso parecía.

La gata de mi abuelita había tenido gatitos, unos muy pequeños, pero uno de ellos había muerto, los otros niños decían que ahora debíamos enterrarlo, en el terreno junto a los árboles de limón: adiós gatito. Unas semanas más tarde uno de los niños, de aquellos que saben más, me dijo:

-Vane, ¿por qué no sacas el gatito? tal vez ya despertó.

Claro, pensé: ¿cuánto tiempo puede durar la muerte? A mis 6 años no había leído al respecto, mi biblioteca era aún de pocos libros, y pensé que efectivamente ya era tiempo de que el gatito saliera de la tierra.

Con mi propias manos abrí el hueco que yo misma había cerrado, con emoción de reencontrar la vida, con la inquietud de descubrir al gatito jugando o contoneándose, pero mis dedos rasgaron, ya no la tierra, sino lo que verdaderamente estaba ahí, mis manos estaban embadurnadas ahora, y yo lloraba, tenía miedo al descubrir un estado de la materia cambiante rodeada de las risas y burlas de los que saben más.

6 años parece no ser mucho cuando crees en todo lo que te dicen, sin distinguir que eres el cuy de experimentar de los que no tienen una biblioteca ni grande ni chiquita y se entretienen con la ingenuidad de los otros.

Ahí descubrí que la muerte incluye un cambio en el cuerpo, yo lo palpé, y me preguntaba si el corazón también cambia, si también se descompone.

De ahí hasta 29 años más tarde los gatos aún me dan asco, miedo, terror, repugnancia, parálisis, no puedo continuar el camino cuando un gato está en la misma ruta, y ahora pienso, con la misma ingenuidad que a los 6 años, que mi miedo a la muerte es tal vez es la parte de mi ignorancia que no se quita leyendo libros.

Despedida

El cielo de la añoranza me cubre, una dicotomía entre calidez en la piel y un frío que penetra hasta los huesos, se va pintando un lila suav...