lunes, 8 de junio de 2020

Octagésimo cuarto día

Callar las emociones no siempre es tener control sobre ellas, a veces es una bomba de tiempo, luego explotan y dañan lo que encuentran al paso. Además la cara se pone triste, o brava, de gana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias

 En un mundo sordo y mudo: ¡cantar!