Él conducía la Luna, así se llama mi carrito, para llevarme al concierto de Laurence en París y cometió una infracción por no darse cuenta del límite de velocidad en un trayecto, la multa llegó a mi nombre en enero y hace unos días recibí una notificación de reducción de puntos en mi licencia, la discusión era hace meses en torno a lo absurdo que es pagar una multa tan cara cuando se puede evitar respetando las reglas y hace días era sobre lo injusto que es que yo asuma la responsabilidad por una infracción que no cometí. El domingo al regresar del parque Zoolículo, cerré mi libro de "La vuelta al día en ochenta mundos" y puse mi mano en el pecho de Sofía para sostenerla, no sabía porqué, un instante después se produjo un accidente justo en frente de nosotros, en el carril de la derecha una moto se chocó con el auto de adelante y el conductor salió volando por los aires y aterrizó delante de mi Luna. La sanción y la discusión nos salvaron de algo horrible que pudo haber ocurrido. Eslabones, intuiciones y milagros disfrazados de infracción.
martes, 12 de abril de 2022
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