Gracias por este mes de escritura creativa, cada martes de enero tuvo magia, hacer ficción desde la sensibilidad y los recuerdos nos juntó y nos seguiremos encontrando el último martes de cada mes. Les abrazo Marle, Isabel, Pao, Vivi y Santi
martes, 31 de enero de 2023
viernes, 27 de enero de 2023
Escritura creativa
Chiquita
Por Vanessa Padilla
Estoy en un cuarto en el que no sé identificar bien el color de los muros, ¿es ocre? ¿adobe? Sí, muros de adobe, soy muy pequeña y aquí no hay ventanas pero no es oscuro, la luz emana del suelo y yo me siento ahí bien cerquita de esa luz para abrigarme tal vez, para no sentirme tan sola, no suena nada alrededor, solo hay sollozos pero son míos y de vez en cuando se oye a lo lejos unos cacareos, el polvo se levanta con uno de mis estornudos, y en esa especie de bruma que se forma con el polvo intento ver formas, trato de hallar compañía, pero es efímero y las figuras se desvanecen, empiezo a dibujar con mi dedo índice de la mano derecha y luego con el de la izquierda, todavía no sé escribir bien pero dibujar eso sé, entonces veo que con ambas manos tengo la misma destreza y juego y juego, pero no sé porqué mis dibujos se borran, los vuelvo a hacer pero se borran, no sé si son mis pies o un poco de viento quienes destruyen lo que hago pero toda mi creación desaparece y no podré mostrársela a mi ñaña cando venga, entonces no sabrá que yo también puedo hacer cosas lindas, y me gustaría tanto que ella lo sepa porque estoy segura que cree que no sirvo para nada, empiezo a dibujar con mis pies trazos anchos y luego dibujo en el adobe, se siente lindo pero todo desaparece y no puedo contener mi tristeza es como si todo lo que saliera de mis manos se volviera nada y no sé bien por qué, solo cacareos y cantos lejanos acompañan mis gemidos, mi ropa es del color de la tierra o después de tanto trabajo el color de mi vestido se mimetizó con el lugar, dejé de dibujar porque sentía que no tiene sentido por eso las lagrimas iban a inundar el cuarto cuando escuché que se acercaba alguien, pero esos no eran los pasos de mi ñaña, es alguien que tiene también el cabello largo y despeinado, cuyos ojos de nostalgia también brillan, se acerca, me acaricia, me seca las lagrimas con su vestido que es como el mío, no me habla, pero en su mirada entiendo todo, dice sin hablar que puedo dibujar sin esperar que me vea mi ñaña porque lo que importa es el hacer y no el ser vista, y si todo se deshace es la oportunidad de recomenzar, su mirada dice no llores chiquita, yo voy a dibujar contigo, y si se borra empezaremos de nuevo, yo le digo también sin palabras que tengo hambre que si me puede conseguir un pancito y ella se va, no tuve miedo de quedar nuevamente sola porque sentía que no me dejaría, mientras la esperaba me di cuenta de que los dibujos por fin se quedaban impregnados y que lo que había dibujado entre flores y las pocas letras que conozco hacían que el lugar se transformara, estaba sola pero ya no tanto, estaba dibujando para mí sin expectativa y solo dejando de ambas manos bailen y en eso empiezo a escuchar la voz de ella casi a la misma distancia que las gallinas tarareando una melodía que me abriga, me alienta y que cada vez que la susurro me hace saber que está conmigo hablándome sin voz, abrazándome y cuidándome para que todo lo que salga de mis manos sea yo la primera en aceptarlo.Y en eso llega mi ñaña con un pan.
Escritura creativa
Solonósolo
Por Santiago de la Torre
Aún me siento mareado por el olor de la peluquería.
Ahora
estamos en lo que parece un cargamontón, a ratos es mamá es quien me
aplasta a pesar de sostenerse del tubo, y a veces es la señora del otro
lado la que me empuja sin prestar atención.
Cierro los ojos.
La
señora emite un fuerte olor por todos lados, no sé si es más intenso el
olor a cebolla de lo que come, el olor a sudor de su cuerpo o el olor a
caca de su zapato.
Un fuerte sacudón se siente en mi cabeza como
esa vez que me lanzaron a la cara la pelota de basket, pero además
siento como que rebotó cuatro o cinco veces dentro de mi cabeza.
Abro los ojos.
Estoy
solo, no veo a mi mamá por ningún lado, ahora solo siento malos olores,
sacudones y risotadas que claramente son provocadas por mi llanto y mis
gritos.
En mi cabeza siento dos pelotas tratando de salir al mismo tiempo por mis oídos.
Con
el último sacudón caigo de espaldas llorando, y justo antes de que mi
cabeza golpee el piso de metal antideslizante siento una mano suavecita
que me sostiene.
Oigo a mi derecha, muy cerquita, una voz profunda que susurra:
- Tranquilo, cierra los ojos y mírame… Respira al ritmo de las olas -
Lo veo, es un viejito con barba larga, su pelo completamente blanco le llega hasta el piso.
Su amplia sonrisa me recuerda el mar, me recuerda la luz del sol en el atardecer sobre las olas, me recuerda a mi abuelo.
No
pronuncia ninguna otra palabra. Mientras me mira escucho en mi cabeza
las olas y poco a poco me calmo al mirar su respiración. Mi panza
empieza a moverse con con el ritmo de su panza, nuestras respiraciones
se acompasan.
El rojo de mi cabeza se enfría, ahora solo veo blanco.
Al día siguiente, a las 6 de la tarde conocí el mar.
- Cusni -
miércoles, 25 de enero de 2023
Escritura creativa
Gracias Marle, Vivi y Santi por el tiempo y la sensibilidad que surge de esta experiencia juntos.
martes, 24 de enero de 2023
Escritura creativa
Por Marlene Arévallo
RECUERDOS DE LA INFANCIA
Encerrado entre cordilleras, se encuentra uno de los valles más importantes de la
provincia de Loja.
Malacatos del café, de la caña y la panela.
Malacatos de los cañaverales y del buen aguardiente.
De paisajes privilegiados.
Del clima subtropical.
Lugar para respirar, los perfumes de los huertos constantemente floridos.
Aquí se desarrolló mi infancia, la misma que compartí con una singular mascota,
Quizá muy poco común, juguetona y muy vivaz, se trataba de una ardilla.
Jamás supe su procedencia, ni siquiera tuvo nombre, solamente sé que fue una parte de
mi vida.
Su suave cuerpo invitaba a que yo la acariciara, antes de ir a la escuela como si de un
ritual se tratara.
Un día de intensa lluvia, al acercarme a su casa, pude ver que no se encontraba, pensé
que estaría durmiendo en el espaldar de una cama, como lo solía hacer repetidas
ocasiones.
Sin mayor preocupación me dirigí a la escuela, al retornar a la casa me encontré con la
noticia, que mi amada mascota, todavía no aparecía, a pesar de que la búsqueda se había
tornado intensa.
Lágrimas en mis ojos asomaron de inmediato.
Desapareció mi compañera, mi amiga, mi confidente.
Nunca jamás regresó.
Una tristeza infinita me acompañó largo tiempo, con el transcurso del tiempo ésta se fue
superando.
No volví a tener mascota.
miércoles, 18 de enero de 2023
Escritura creativa
Plumas
Por Santiago de la Torre-Cusni
Ante mí, esos brazos laaaargos y peludos de mi tío me la ofrecían de regalo.
Me pareció que nuestros temblores se sincronizaban
Yo temblaba de emoción y ella de miedo… ¿o será que ella también temblaba de emoción?
Mis brazos abiertos ansiaban y esperaban abrazar una bola suavecita como una almohada y con olor a marshmellow.
Mis ojos se abrieron enormes al recibir en lugar de eso una nube, calentita y sin peso.
La nube tembló y me miró con sus ojos pequeñitos.
Oigo la advertencia: agárrala duro! Pero es muy tarde. Ya saltó, cayó para arriba.
El
plumón, las almohadas, las sábanas, todas blancas, sirven como
escondite perfecto. Miro para arriba y no logro distinguir dónde empieza
una sábana y dónde termina otra.
Rayos intensos de la luz de las seis entran por la ventana y me deslumbran.
Cierro los ojos y me interno en ese laberinto blanco, la luz cada vez es más linda, cada vez es más suave y acaricia.
El peso de las plumas dificultan el avance y cada vez es más difícil respirar.
Mis dedos tocan a nube.
Ahora son nuestros últimos alientos los que se sincronizan.
martes, 17 de enero de 2023
Escritura creativa
Gracias Isabel, Marlene y Santi por participar en la sesión de hoy. Nubes, ríos, montañas, magia y ternura...
miércoles, 11 de enero de 2023
Escritura creativa
Oración a la utopía
Por Vanessa Padilla
La luna, como una lámpara a lo lejos ilumina el lento movimiento de la lombriz que se desliza en el frío lodo, con un vaivén lindo, va dejando huellas como letras que se escriben en la tierra húmeda y la luz deja leer los secretos que la humedad desprende de lo más hondo del alma, ellos se escuchan, pero no se ven, se leen pero no se tocan, se cantan pero no se abrazan, se aman pero están bien lejos, y el amor de lejos es como el frío lodo que amortigua la piel en la noche de luna cuando se escribe con el cuerpo frases de amor, alguna vez el azar los junta en un abrazo grande como una galaxia, y aunque el frío sigue siendo inmenso, las estrellas titilan, el baile sincopado de los recuerdos no ocurridos abriga, el encuentro es dulce, el azar es generoso, la utopía se realiza, la geografía del universo se vuelve una sola patria, la del cuerpo junto al cuerpo, el frío no se siente más, pero frío es, piel y piel son fuego, y aunque los instantes son redundantemente efímeros, a veces son más lentos, casi siempre abrigan como un ponchito de lana, y ese calor fugaz, que cubre los cuerpos ligero como un pedazo de lino, y que guarda el aroma del limón, y suena como un lobo que es leal a sí mismo, se acaba en un adiós que nadie sabe si es absoluto o es fugitivo, pero siempre será posible escucharse, leerse, cantarse y amarse en el escenario lunar de la utopía. Amén
Escritura creativa
Es lo que es
Por Santiago de la Torre-Cusni
Igual que aquella vez, todo empezó al calor del iglú
La energía fluía inocente pero la tensión estaba intacta.
El cassette de música “Indi” se estaba acabando cuando se escuchó un alarido.
“Imbécil” gritó Inés y su tono fue como una cachetada que dejó casi inconsciente a la Iguana.
Ella acababa de lamer su iris.
Su lengua iridiscente le delataba.
“inda” “ibia” “ila” trataba de responder la Iguana pero no alcanzó a articular palabra.
“No pares idiota” dijo Inés, “pero ya no me muerdas”
Aquel insano acto era observado a través de la pantalla de hielo.
“Es imposible” decían unos que pretendían estar indignados pero cada segundo mostraban más interés
“Es impuro” decían otros mientras fingían cerrar el ojo izquierdo y miraban atentos con el derecho.
El Indio les interrumpió y con voz calma les dijo en perfecto inglés: “It is what it is”
- Cusni -
martes, 10 de enero de 2023
Escritura creativa
El pasado y los sentimientos como herramientas creativas, como excusas para canalizar. Gracias Isabel, Marle, Santi, Paola y Vivi por participar en el taller de esta tarde-noche.
viernes, 6 de enero de 2023
Escritura creativa
Verde, vierte, vertical
Por Cusni
Parecería imposible la tarea, y aun así la disfruto hasta el tuétano.
Aprieto
mis dedos de manos y pies y me lanzo al infinito verde mientras el eco
de los “cuyes” de mis dedos aún resuena en mi mente.
Al caer dejo de ver la masa verde y distingo miles de tótems verdosos de varias alturas.
-¿Cómo voy a encontrarla?-
No lo sé, sólo veo, siento y caigo.
Todas esas líneas verticales, infinitas, verdes despiertan en mí recuerdos de cuando fui más que lágrimas.
¿Cuándo empezó?
Lo primero que recuerdo es el olor a tierra, acompañado de dolor y de sabor a sal en mis encías.
Abro los ojos y solo distingo manchas líquidas que parecen ser de todos los verdes del bosque.
Trato de inspirar y siento como ingresan por mis fosas nasales miles de agujas con forma de cuchillo aserrado, grito de dolor.
¿Grito?
No sale voz alguna.
No logro levantarme, me rindo, me hundo en el dolor y todo se vuelve negro. Negro verduzco
No sé si el golpe fue antes o después.
No sé si primero decidí lanzarme o si sentí primero el golpe en la nuca.
No
sé si el peso que siento sobre mi cabeza aplastándome contra el piso de
bruces es mi propio peso, el peso de mis culpas o el peso de alguien
más que me quiere allí.
Ahora lo sé, alguien más la busca.
Yo la tengo insertada entre el labio superior y el paladar, y alguien más la busca.
El dolor se convirtió en placer y la culpa mutó.
No sé definirla, pero se siente como el verde que me rodea, como el verde que soy, como el verde que vierte de mí.
- Cusni -
miércoles, 4 de enero de 2023
Polvo de estrellas
Por Vanessa Padilla
Entre estrellas, nubes y chispas plateadas del viento que arrulla, cada paso es un temblor porque el piso se va formando al andar, no hay camino definido, todo es como un vuelo, pero cosas cuelgan y se quedan ataviadas en el espacio que se entremezcla entre noche y día, mi último paso se detiene de golpe porque cayó frente a mí algo azul como polvo de estrella, como soplido de dragón, ese azul de los abrazos, el de cerrar los ojos y flotar, flotar y florecer, flotar y desvanecerse como el chocolate en la lengua, como una lágrima de alegría que es de un salado dulce, un azul de añoranza de lo que no se vivió jamás , como cuando esa vez lo encontré caminando sobre un puente y a lo lejos grité su nombre, el que yo le di, y dejó de andar su prisa y regresó en sus pasos para saludarme, ese azul del rencuentro del azar del puente de la dulzura, de la canción inspirada, ese azul hecho beso que se ubica en la comisura de la boca y pinta de azul los cabellos, la oreja derecha, las manos, la piel, pero cuando el color llega al ombligo se detiene y se hace mariposa, y revolotea de amor, amor azul, amor dulce, escalofríos por el miedo a que el instante se acabe, entonces por pensar casi se arruina todo, pero el color se mantiene, se suaviza porque ya está impregnado, en la boca entera no habrá un beso que no sea azul, pero el beso no es tuyo, me dice, no te lo puedo dar, pero no puedes quitarme un beso que no me has dado, pero no te puedo dar algo que no puede ser tuyo, pero es mío porque es azul de mi mariposa puente, entonces quítame lo que no me has dado, devuélveme lo que no te di, déjame, déjame vos, mejor dame un beso y que sea azul, o azul y púrpura si prefieres, no, púrpura no, solo azul entonces, bueno, mañana, mejor hoy, si quieres mañana, bueno, mañana no puedo, pero vos dijiste, entonces no me puedes quitar ni el azul ni el purpura ni el beso ni la comisura que es mía, pero mañana queda lejos, ya me voy, no te vayas aún, y si mejor yo te doy el beso, ni para ti ni para mí, si no hay beso no hay azul, no hay púrpura, por eso hay nostalgia de lo que no fue, de la dulzura no compartida, del puente de la marcha atrás, del mañana que está lejos, de cruzar un puente como quien cruza el océano, como quien construye alas con tal de llegar tan alto como le es posible para alcanzar su beso, pero ese de él está más alto de lo que mi vuelo alcanza, me estoy pintando nuevas alas, pero esas son mías y no me las puede quitar, aunque cada no, cada mejor mañana, cada no voy a poder, me desplume hondo, alas de nube, de viento, alas de ilusión, alas de canto, alas de juego, alas con letras, alas con sueños, alas con amor, alas de besos, de soplidos de dragón, de polvo de estrellas.
martes, 3 de enero de 2023
Escritura creativa
Verdes, azules y rojas saudades de lo no sucedido... con letras todo es posible. Gracias Marle, Vale, Vivi, Berny y Santi.
Despedida
El cielo de la añoranza me cubre, una dicotomía entre calidez en la piel y un frío que penetra hasta los huesos, se va pintando un lila suav...
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Caminando en el bosque, entre tantos árboles me acerco a acariciar uno. Me dice: Sigue caminando, hay una niña perdida. Unos metros adelant...
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Hace unos meses lloré tanto en una terapia que sentí que se me había secado el alma, no volví a llorar desde ahí, hasta hoy frente al cuad...
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Hace unos 20 años la asociación de dermatólogos organizaba en Quito un Salón de arte y piel, mi obra ganó una mención honorífica "por p...