miércoles, 30 de junio de 2021

Escritura creativa

Gracias Marle A. Tomás B. Danilo B. Mirian A. Amparito Ch. por su participación y creatividad, tal vez estos pequeños escritos sean un día el legado que dejemos en un baúl, pero eso sí en un futuro muy muy lejano. 

martes, 29 de junio de 2021

Escritura creativa

 El Sol, Maradona y una Vasija de Lágrimas

Por Danilo Borja

En la sala del único hospital para dioses yace el Sol. Junto a él está quien Galeano conoce como dios más humano de todos, Diego Maradona. Ambos dioses entran en una conversación muy profunda sobre sus enfermedades. Empieza Maradona y le cuenta la historia que todos ya sabemos. De su paso por el Napoli hasta su gol a los ingleses lleno de trampa y sabor a venganza. El sol escuchó atentamente al fanfarrón hasta que le tocó su turno. El sol le cuenta a Maradona en medio de una tos seca y continua, que lo llevaron al hospital porque su núcleo se está apagando. Un extraño parásito que resiste las más altas temperaturas lo está atacando. Todos los médicos de la galaxia están sorprendidos. El sol, con toda su bondad, cariño y sabiduría, no llena los oídos de Maradona con una larga y egocéntrica historia. Por el contrario, el sol empieza elucubrar sobre lo que sucedería con los seres de su amada Tierra si los médicos no le dan el alta antes de que sea hora de amanecer. El sol se pone extremadamente ansioso por el hecho de que sin él no habrá ni luz ni sombra. Se preocupa por todos los seres de la tierra que dependen de estos atributos para existir. La idea de que una vaca no podrá acostarse bajo la sombra de un árbol le llena el corazón de tristeza. Sus preocupaciones explotan cuando cierra los ojos y ve a una niña temblando del frío mientras canta decepcionada, “sol solecito, caliéntame un poquito. Por hoy y mañana y por toda la semana”. El sol se siente un fracasado por dejarse infectar. El gordo de Maradona se quedó dormido a los cinco minutos de que el sol empezó a reflexionar, pero a pesar de su falta de educación, su presencia en esa sala terminó siendo instrumental para la vida en la Tierra. A medianoche, Maradona recibe una llamada de un periodista. Y como era de esperarse el dios del fútbol le termina diciendo que el sol está internado y parece que va a morir. Así sin anestesia ni preámbulos. El periodista inmediatamente manda un tweet y al cabo de 5 minutos todo el planeta se enteró del mal estado del sol. Pero aquí viene lo bueno de la historia y de la modernidad. En una comunidad lejana un aciano indígena leyó el tweet del periodista argentino. Sin dudarlo, el anciano llamó a toda la comunidad para realizar un ritual en bien del sol. Iniciaron la ceremonia pidiéndole al propio sol que fortalezca e ilumine a todos los presentes para que mantengan su humildad y así sus plegarias sean más poderosas. Continuaron por agradecerle al sol por todo lo que éste les había dado. Le agradecieron por los frutos, los animales, el agua y la vida que les había dado. Como era de esperarse en todas las ceremonias del planeta, un bebé empezó a llorar. En lugar de enojarse, el anciano que lideraba la ceremonia se dio cuenta que la niña daba la pista de que deberían usar el agua para curar al sol. El anciano se apresuró a pedir que le traigan una vasija de agua para continuar el ritual. Suena a una petición fácil de cumplir, pero en aquel momento aquella comunidad alejada experimentaba la más cruda de las sequías. No había llovido en meses y la vertiente más cercana estaba ubicada a 5 horas del lugar. Siendo media noche, los cálculos le decían al anciano que había un gran riesgo de que no lleguen antes de que sea hora de amanecer. Él estaba seguro de que esa era la hora límite para salvar al sol. El anciano tenía que tomar una decisión rápida y eficaz. En su cabeza había dos opciones: apresurarse para llegar a la vertiente o pedir a toda la comunidad que llore para llenar la vasija. Se decidió por la segunda. Pero ¿cómo podría lograr derramar tantas lágrimas? Sorpresivamente, sin dar mayores explicaciones, el anciano empezó el ritual que salvaría al sol. Puso un poco más de leña en la fogata y empezó a recordarles a todos y cada uno sobre las bondades del sol. A Juana, su esposa, le recordó el día en que su primogénito había nacido. Su anécdota giró completamente sobre el momento en que el bebé nació y el sol lo abrigó. Juana no tuvo más remedio que llorar. Y a su llanto de felicidad y agradecimiento se juntó el propio anciano y sus 3 hijos. Con eso la vasija alcanzó el 25% de su capacidad. Así continuó por 2 horas. Contando historias de alegría y amor que el sol había fertilizado. Las lágrimas salvaron al sol.

miércoles, 23 de junio de 2021

Escritura creativa

 Sin luz ni sombra

Por Vanessa Padilla 

El dios sol está moribundo, le duele la humanidad, su brillo se va apagando y lentamente se opaca la vida entera, todo lo vivo acentúa su nostalgia, su miedo, los niños y niñas no juegan más con su sombra, la oscuridad de las angustias pinta las enaguas de las danzantes, la negrura de las tormentas carcome los calores del verano, se apagan los destellos en las miradas de los amantes y las frutas maduran sin endulzarse. 

El dios sol está moribundo, le duele la humanidad y la humanidad misma se desahucia, se condena. Una pequeña tribu de los Andes coloridos, como si retazos de tela cobijaran sus montañas, deciden hacer algo para reavivar al dios sol, se dirigen a la cascada para desde ahí levantar en un canto sus voces que parecen de fuego y arden en cada melodía para devolverle al sol su llama, la música es vida y esperanza y si hay algo que pueda darle al dios la alegría de existir, son las voces de sus hijos, que además, en pequeñas vasijas de arcilla colocaron flores silvestres que nacieron de la luz y el agua. 

Un pequeño vendaval curioso subió a lo más alto del cielo y se acercó al dios, rodeándolo como en un abrazo transparente desprendió ciertos susurros que en realidad eran besos de aquellos que sumergidos en el agua del río cantaron para lavarle al sol sus penas y cargarlo de fuerza para seguir brillando y dando vida a esa humanidad que tanto le aflige. Sus rayos se intensificaron, la sombra y la luz dieron un espectáculo con el bailoteo de las hojas. El sol se alegró.

Escritura creativa

El ejercicio de esta tarde-noche fue un homenaje a la fiesta del equinoccio, gracias por su escritura: Tomás B. Isabel A. Marle A. Danilo B. Isabel G. y Mirian A. Y gracias Isa A. por aportar con la belleza de tu trabajo audiovisual, nos hemos deleitado. Mucha luz de sol para todas y todos.

lunes, 21 de junio de 2021

Escritura creativa


Por Viviana Buitrón Cañadas

 

El besoscopio

No hay lugar más solitario que una isla, y no hay más actividad solitaria que la investigación. Elena era isleña de nacimiento, pero continental por sus padres. De su madre había heredado la atención a las necesidades de la vida material y la paciencia, y había aprendido a amar la justicia, recordándole que no hay flores en primavera sin el invierno previo que adormece antes a los capullos. De su padre, en cambio, recibió el don de la exploración, el arte y la idealización de la vida. No por nada había cruzado todo el mar para ver qué había del lado por donde se duerme el sol. No por nada en su juventud había concretado su gran empresa a las islas con la entonces joven mamá de Elena.

Elena desde pequeña mostró ser la mezcla de sus padres: paciencia, exploración y la disciplina propia de su cosecha. Aprendió a llevar su bitácora de descubrimientos en la isla. Los animales, las plantas, las semillas, todo estaba perfectamente descrito y dibujado con un trazo exquisito. Más tarde, esas descripciones le valdrían un reconocimiento en sus años dorados de retiro. Pero bueno, y sin adelantarnos, Elena primero debía aprender algo mucho más importante, algo más de las entrañas y no tanto de la cabeza, a lo cual ya estaba bastante acostumbrada.

Había visto entre los mamíferos pequeños particularmente una especie de caricia de narices y mejillas. Ese comportamiento le causaba una gran intriga, ya que a su entender no constituía una función vital. Sin esas caricias, los animales de todas maneras seguían vivos, respiraban y hacían su digestión, aunque había notado que, si uno de los dos participantes iniciaba el acto, el otro -sea madre, padre o cría- respondía inmediatamente con un acurrucamiento. Entonces, si no era vital, para qué habían desarrollado tan comportamiento era la pregunta.

Desarrolló entonces una máquina para ver qué pasaba en los mamíferos pequeños al momento del contacto de tales caricias. Elena, aparte de metódica bitacorista, era muy hábil con las herramientas, los engranajes y los destornilladores. Tomó como ejemplo el microscopio y el telescopio viejos de su padre, con los que hacía grande el mundo micrométrico y acercaba lo más lejano del universo. Terminó fabricando un X-copio. Era X porque no sabía qué no más podía medir aún. El aparatejo teñía de colores los cuerpos según las hormonas que los recorrían. Con su libreta en mano, su invento listo y sus botas bien puestas partió hacia el sitio de la isla donde más abundaban las especies de mamíferos pequeños para observarlos a distancia prudente. Esperó pacientemente tres días con sus noches. Trabajó en la observación directa y a través de su X-copio, tomando siempre nota. 

Tras el trabajo disciplinado y paciente de campo había notado que los labios eran los verdaderos protagonistas de la danza de colores que veía en su X-copio. La oxitocina, la hormona del amor y del apego -porque el apego es bioquímico-, pintaba de rojos vibrantes los cuerpos y desde el interior se irradiaban. La dopamina era más bien lila y hacía desfallecer de placer. Inmediatamente luego el verde de la serotonina acaparaba pecho, estómago y garganta principalmente, es decir, los lugares donde se acumula la tristeza. Sencillamente quedó fascinada por lo que veía, aún sin comprender la complejidad del contacto humano.

Años después, cuando creció, Elena volvió a sus orígenes continentales. Llevó consigo el microscopio, el telescopio y el X-copio. Se propuso investigar el fenómeno en sus pares humanos continentales en el día de Sant Jordi cuando abundan libros, rosas y roces de labios. Así descubrió que cuando dos, a los cuales les llaman los enamorados, tocan uno a otro sus rostros, se llama beso. Así su X-copio adquirió un mejor nombre, el besoscopio. 

Lo que vio a través del artefacto entre en los humanos era pura psicodelia, toda una explosión molotov de colores: rojos, lilas, verdes de la oxitocina, la dopamina y la serotonina. Todos en una mezcla de acuarela. Sin embargo, no seguían el mismo patrón que los otros mamíferos. Incluso, cada pareja se teñía distinto. Alcanzó a ver que esto era más complejo porque sus cuerpos se pintaban también de azules que extraían el estrés del cortisol y bañaban indiscriminadamente de naranjas de pasión. Beso tras beso, las miradas de los enomorados también se tocaban, sonreían, se abrazaban y se volvían a besar. Todo esto sucedía acompasadamente, apretando los convexos de los cuerpos y acomodándose mutuamente a sus concavidades. Los amantes se subían rítmicamente la temperatura -lo cual el besoscopio también medía- y sentían que sus pechos aceleraban a mil en la tibieza de dulces fluidos. Ese momento era desfallecer y hacer que el mundo no importe mucho.

Elena anotó en su bitácora que el besoscopio resultaba demasiado limitado para el beso humano. Podía medir la intensidad de los colores dados por los disparos hormonales y hasta estimar temperaturas -todo cuantitativo- pero no alcanzaba a descifrarlo todo. Tampoco alcanzaba a explicar el porqué de la complicidad en las miradas ni de la intensidad del placer que obligaba al cuerpo a cerrar los ojos para no explotar. Sin embargo, esto no respondía tampoco su prescindibilidad para la vida. 

Tiempo después descubriría por ella misma todo esto desde dentro. Se dio cuenta que efectivamente había respirado y hecho su digestión con normalidad todos sus días previos sin haber besado. Y solo entonces, tal encuentro molotov le mostraría que la vida podía ser más bonita con tan solo uno de la persona querida, que la sensación de los colores en sus propias carnes era verdaderamente intensa, y que para entender su ritmo de mirada-sonrisa-manitos-apretadas-mirada necesitaba aplicar, además de la observación participante, otras técnicas cualitativas de recolección de datos. Había, entonces, que repetir la experiencia tantas veces como fuera necesaria -todo sea por la ciencia-, solo para demostrarse que la investigación no era una actividad tan solitaria, a fin de cuentas.

Escritura creativa

 

MÉDIUM

Por Marlene Arévalo

Gregorio es un espíritu sanador, cuya acción la realizaba a través de Irina, nombre de la médium.

Ricardo acude a Irina, para a través de ella lograr la sanación de una hernia, la misma que los médicos convencionales no querían operar por su avanzada edad. Cuando llega a la consulta Irina lo examina, pone el dedo en su vientre y el paciente siente un pinchazo, como de una inyección. Este particular lo comenta con su hija, ella incrédula manifiesta que quizá no pudo ver la jeringa, su padre la reta a acudir a la consulta, ya que padecía de fuertes dolores de cabeza.

Una luz tenue iluminaba la habitación, la médium empezó a examinarla, al poner los dedos en su cuello, sintió un pinchazo, esto hizo que su incredulidad se esfumara como por encanto.

Ricardo al cerrar los ojos podía ver intensos colores, sin embargo, era el color azul el que prevalecía.

El tratamiento a su mal continuaría en su domicilio, pese a los cientos de kilómetros que le separaban del lugar de consulta.

Por siete sábados acudiría Gregorio a casa de Ricardo, con la finalidad de realizar la cirugía. Muy pocos eran los requisitos para este proceso. Un altar con la imagen de Gregorio, flores, agua y narciso negro, aroma que por cierto no podía faltar.

Transcurrieron las semanas y la mejoría era notable, el miedo que al inicio sentía el paciente y su familia era arrollador, cada sábado podían escuchar el ruido que producía una silla que se encontraba tras la puerta al abrirse ésta, era como si alguien la empujara desde afuera, señal que Gregorio había llegado, sin embargo este miedo se transformó en fe y esperanza.

¡El milagro había sucedido!

La sanación del paciente era total.

 

 

 

Escritura creativa

EL BESO

Por Marlene Arévalo

Andrés, un niño de 12 años hizo un hábito todas las mañanas, antes de ir a la escuela dar un beso a su madre y pedirle la bendición.

Esta rutina era una demostración de los vínculos afectivos que los unían, estrechaba los lazos de amor entre los dos.

En su ingenuidad de niño consideraba que, si por alguna razón no besaba a su madre, su día no sería bueno.

Con el tiempo se convirtió en experiencia única, mágica.

Había noches silenciosas en que el beso merodeaba el espacio, lo que lo llevó a pensar que sería interesante construir un besoscopio. Aparato parecido a un termómetro que serviría para medir las emociones que un beso provocaba, el grado de alegría, bienestar y optimismo.

Cuando Andrés se hizo adulto, se trasladó a vivir en otra ciudad, lejos de su madre, contrajo matrimonio y tuvo dos hermosas hijas.

En su trabajo se contagió de COVID por lo que tuvo que ser internado en un hospital.

Aún en su inconsciencia pudo recordar el besoscopio que había construido cuando era niño y el efecto sanador que el beso producía.

Mientras su madre se encontraba a kilómetros de distancia angustiada por su estado de salud, pudo ver cómo su hijo apareció en la puerta de su sala con las manos juntas pidiendo la bendición y un beso. No podía explicarse su presencia, ya que sabía que se encontraba hospitalizado y muy grave, además la puerta principal siempre se encontraba cerrada con candado.

¿Cómo entraste? -preguntó su madre          

Por la puerta -respondió él.

Ante el asombro su madre desvió la mirada por un instante y él desapareció.

Esta es una muestra de cómo estos sencillos actos de amor conectan a un hijo con su madre. Reflejan admiración, respeto, y son una increíble manifestación de ternura y protección.

Es posible que hayan sido el beso y bendición los que sanaron su alma y su cuerpo.

miércoles, 16 de junio de 2021

Escritura creativa

Ficción, ciencia, la magia del beso y lo paranormal fueron los ingredientes de esta tarde-noche. Gracias Marle A. Tomás B. Isabel G. Vivi B. Andrea E. Danilo B. Amparito Ch. por ser parte. Les mando un beso ;-)

jueves, 10 de junio de 2021

Escritura creativa

Por Vanessa Padilla

Envane tenía avidez por transmitir su mensaje y no sabía cómo hacerlo, sin su corporalidad, su presencia era imperceptible, su voz inútil, su tacto nulo, mientras su desesperación aumentaba gritaba pidiendo ayuda pero nadie la escuchaba, recorrió la casa entera intentando hallar una manera de manifestarse, sin lograr nada, fue hasta el jardín y vio con sorpresa que alguien sí reaccionó, Princesita, su gallina que cacareaba y cacareaba como diciendo “sí te escucho, sé que estas ahí”, sus alborotos cambiaban de tono, era fácil saber cuando era pregunta o afirmación, Envane sentía alivio al saber que su presencia era perceptible para su gallina, que sus cacareos eran evidencia de que estaba ahí, eso la reafirmaba a sí misma, corroboraba su existencia, su vibración, su ser. La jardinerita se acercó a colectar los huevos azules de Princesa como cada tarde y con alegría pudo escuchar a la gallina hablar, entre tartamudeos y alborotos escuchó un mensaje, como tiene experiencia con sus amigos imaginarios, la conversación fluyó sin dudas ni temores y pudo comprobar que se trataba de Envane, la que pintaba las paredes con pajaritos azules, la que coleccionaba piedras para escribirles secretos. La gallina tenía las plumas crispadas y más lucidez que de costumbre, su pico no alcanzaba a nombrar la emoción que implicaba comunicarse con la jardinerita, qué suerte que ella no le tiene miedo a nada porque así pudo asimilar mejor el mensaje de que los gatos no necesariamente se descomponen frente a tus ojos cuando mueren, que el asco y el miedo juntos son una combinación que debilita y amilana, jardinerita asintió, acarició el plumaje de la princesa y le pidió un reencuentro en la colecta del día siguiente, Envane cacareó entusiasmada y del pico aunque no pueda salir una sonrisa, sí que la hubo. 

Escritura creativa

 LAS NOCHES DE AGUACLARA

Por Isabel Guaricela

 

Ya se le había convertido en una costumbre despertarse todas las madrugadas a las 4h00 en punto. Allí, Thais, en la esquina izquierda de una gran habitación, descansaba en una pequeña cama junto a sus hermanas. No estaba segura de que su sueño era interrumpido por sus pesadillas o si era la voz de Aguaclara, ese espíritu que llegaba hasta ella con la ineludible pregunta “¿Por qué te despiertas tan temprano?”. Al inicio, cuando lo escuchó por primera vez, creyó que era una voz interior que su temor la volvía audible; pero, con el paso de los días se dio cuenta de que era un espíritu que la visitaba a la misma hora, conversaba unos minutos y luego la dejaba en un sueño plácido y tranquilo.

            Thais dormía recogida sobre su lado derecho, en posición fetal, con su cara hacia la pared. Cuando escuchaba al espíritu mantenía sus ojos cerrados, no quería ni imaginar la forma que tendría su ya amigo −espíritu del amanecer−. Le entretenía mucho, durante el día, darle diferentes formas a la extraña voz que la visitaba.

Un día, antes de ir a la cama, se propuso conocer la figura que tendría el espíritu. Tanta fue la excitación que experimentó que no pudo conciliar el sueño aquella noche. Llegada la hora, y luego de vencer el temor, abrió los ojos y se encontró con un titilante punto azul dibujado en la pared que atrajo su atención y la liberó de toda clase de temores. Entonces, la voz que escuchaba todas las noches se transformó en una comunicación mental que la envolvió en un estado de paz total. Aguaclara desplegó su manto azul y condujo a Thais al fondo de un lago apenas iluminado por los resplandores de los astros madrugadores que hasta allí llegaban. Aquí le mostró su gran colección de piedras de todas las formas y colores que se podría imaginar. Le indicó la belleza y las propiedades de cada una de ellas; y, cuando terminó le pidió a Thais que desterrara de su mente la idea de morir atrapada en medio de piedras o restos de alguna destrucción. Escuchó del espíritu que esta colección de piedras cuidaría de ella mientras siguieran conectados y unidos a través de los encuentros diarios que mantenían.

Cuando Thais despertó a la hora que solía iniciar su día, sintió un gran alivio como si de su cabecita hubiese caído el velo que nublaba su mente.  

Escritura creativa. Tabla de contenidos

 Escritura creativa

Tabla de contenidos

 

Módulo I

Sesión 1

·     Introducción. Explicación de la metodología de trabajo. 

·     Ejercicio 1. Escritura creativa-descriptiva.

·     Ejercicio 2. Escritura para la descripción de escenarios

Sesión 2

·     Dimensión cognitiva, semántica, sintáctica y fónica de la narración.

·     Ejercicio 3. Escritura para la descripción de personajes

·     Ejercicio 4. Composiciones narrativas: Creación de cuentos cortos, retratos, cartografías.

Sesión 3

·     Narración de anécdotasmediante la utilización de elementos plásticos.

·     Ejercicio 5. Escritura para la narración de situaciones

Sesión 4

·     Formas básicas de un escrito: descripción, narración, argumentación, exposición y diálogo.

·     Producto final, análisis y conclusión.

 

Módulo II

Sesión 1

·     Introducción. Explicación de la metodología de trabajo. 

·     Ejercicio 6. Escritura creativa- Ejercicios sonoros: onomatopeyas.

·     Ejercicio 7. Escritura en verso: la rima. 

Sesión 2

·     La palabra en el arte: imagen, sonido, forma, significado.

·     Ejercicio 8. Escritura creativa- Ejercicios de semántica.

·     Ejercicio 9. Escritura en prosa- palabras inventadas.

Sesión 3

·     La voz: modulación y técnicas de lectura en voz alta.

·     Ejercicio 10. Ejercicios vocales.

·     Ejercicio 11. Escritura creativa: el narrador 

Sesión 4

·     Producto final, análisis y conclusión.

 

Módulo III

Sesión 1

·     Introducción. Explicación de la metodología de trabajo. 

·     Ejercicio 12. Escritura creativa- La carta.

·     Ejercicio 13. Escritura creativa- El diario. 

Sesión 2

·     Figuras retóricas y tipos de lectura.

·     Ejercicio 14. Escritura creativa- Metáforas.

·     Ejercicio 15. Lectura-escritura entrelíneas.

Sesión 3

·     Sabiduría popular: Dichos y refranes.

·     Ejercicio 16. Escritura creativa: Interpretación de refranes. 

·     Ejercicio 17. Escritura creativa: Rituales.

Sesión 4

·     Instrucciones y recetas.

·     Ejercicio 18. Escritura creativa: Instrucciones.

·     Ejercicio 19. Escritura creativa: Recetas. 

Sesión 5

·     Producto final, análisis y conclusión.

 

Módulo IV

1.     Contenidos

Sesión 1

·     Introducción. Explicación de la metodología de trabajo. Sinónimos y antónimos.

·     Ejercicio 20. Escritura creativa: Sinónimos.

·     Ejercicio 21. Escritura creativa:Antónimos

Sesión 2

·     El libro de Manuel.

·     Ejercicio 22. Escritura creativa: Lo real.

·     Ejercicio 23. Escritura creativa: La ficción.

Sesión 3

·     Donde mejor canta un pájaro.

·     Ejercicio 24. Escritura creativa: Árbol genealógico. 

·     Ejercicio 25. Escritura creativa: Historieta. Descripción de viñetas.

Sesión 4

·     El ruido secreto  

·     Ejercicio 26. Escritura creativa: El ruido secreto.

·     Ejercicio 27. Escritura creativa: Causa y efecto. 

 

Módulo V

Sesión 1

·     Introducción. Explicación de la metodología de trabajo. La temporalidad en el relato.

·     Ejercicio 28. Escritura creativa: Presencia.

·     Ejercicio 29. Escritura creativa:Ausencia

Sesión 2

·     Los sentidos.

·     Ejercicio 30. Escritura creativa: El perfume.

·     Ejercicio 31. Escritura creativa: La escultura.

Sesión 3

·     Transformaciones.

·     Ejercicio 32. Escritura creativa: La metamorfosis

·     Ejercicio 33. Escritura creativa: Peter pan.

Sesión 4

·     El juego.

·      Ejercicio 34. Escritura creativa: Las reglas.

·      Ejercicio 35. Escritura creativa: El solitario. 

 

Módulo VI

Sesión 1

·     Anima mundi I.

·     Ejercicio 36. Escritura creativa: El objeto-símbolo.

Sesión 2

·     Anima mundi II.

·     Ejercicio 37. Escritura creativa: El rito.

Sesión 3

·     Diálogo.

·     Ejercicio 38. Escritura creativa: Tele-comunicación e historias dobles

Sesión 4

·     Héroe- antihéroe.

·      Ejercicio 39. Escritura creativa: La idealización.

Sesión 5

·     Historias ya escritas.

·      Ejercicio 40. Escritura creativa: Los referentes.

 

Módulo VII

Sesión 1

·     El ritmo

·     Ejercicio 41. Escritura creativa: Onomatopeyas y aliteraciones.

Sesión 2 

·     El ritmo

·     Ejercicio 42. Escritura creativa: Onomatopeyas y aliteraciones. II Parte

Sesión 3

·     El color

·     Ejercicio 43. Escritura creativa: Colores primarios.

Sesión 4 

·     El color

·      Ejercicio 44. Escritura creativa: Colores secundarios.

Sesión 5

·     Mensajes sin destinatario.

·      Ejercicio 45. Escritura creativa: Botella al mar.

Módulo VIII

Sesión 1 

·     Lo real y la representación

·     Ejercicio 46. Escritura creativa: Álbum de fotos.

Sesión 2

·     La metamorfosis

·     Ejercicio 47. Escritura creativa: Las nubes.

Sesión 3

·     El deseo y el genio de la lámpara

·      Ejercicio 48. Escritura creativa: La estrella fugaz.

Sesión 4

·     Opciones, dudas, decisiones.

·      Ejercicio 49. Escritura creativa: La brújula.

Sesión 5 

·     El oráculo.

·      Ejercicio 50. Escritura creativa: Las cartas.

 

Módulo IX

Sesión 1

·      Relatos de la Amazonía

·     Ejercicio 51. Escritura creativa: La historia que pudo haber sido

Sesión 2

·     Cacería de palabras

·     Ejercicio 52. Escritura creativa: Collage.

Sesión 3 

·     Fetiche

·      Ejercicio 53. Escritura creativa: El amuleto.

Sesión 4 

·     Deidades.

·     Ejercicio 54. Escritura creativa: Divinidad humana

 

Módulo X

Sesión 1 

·      Utopía

·     Ejercicio 55. Escritura creativa: Manifiesto a la utopía.

Sesión 2

·     Historias de terror

·     Ejercicio 56. Escritura creativa:De monstruos y misterios.

Sesión 3

·     El espejo

·      Ejercicio 57. Escritura creativa: El espejo de la luna.

Sesión 4

·     Las mentiras vs. la ficción 

·      Ejercicio 58. Escritura creativa: Tra-la-lá

 

Módulo XI

Sesión 1 

·      Zodiaco

·     Ejercicio 59. Escritura creativa: Signos y augurios.

Sesión 2

·     Mediación

·     Ejercicio 60. Escritura creativa:El medium y sus demonios.

Sesión 3 

·     El beso

·      Ejercicio 61. Escritura creativa: El besoscopio.

Sesión 4 

·     Solsticio

·      Ejercicio 62. Escritura creativa: Sin luz ni sombra.

Sesión 5

·     La herencia

·      Ejercicio 63. Escritura creativa: Esta fortuna me tocó.

 

Despedida

El cielo de la añoranza me cubre, una dicotomía entre calidez en la piel y un frío que penetra hasta los huesos, se va pintando un lila suav...