jueves, 30 de abril de 2020

Cuadragésimo quinto día

La paciencia de ver a cada rato si el granito de tomate de árbol brota, la impaciencia de que todavía no sea así, todo a su tiempo dirán, pero el tiempo flota y sus referencias son distintas ahora. Cuando brote habrá que esperar que se haga arbolito y dé frutos. Tengo ambas dos, paciencia e impaciencia, y la alegría de saborear desde ya esa fruta que tanto me transporta al jardín de mis papis y al de mi tía Luzmila, mi mami le cocinaba con canela, mi ñaña me mandaba mermelada en el cartón de navidad.


"Tomate de árbol" Huile sur toile
"La gratitude de l'oiseau" Vanessa Padilla 2016

miércoles, 29 de abril de 2020

Cuadragésimo cuarto día

En la mañana tuve una clase en la que leímos unas cartas de Van Gogh, nunca habrá un mejor ejemplo de solidaridad y de amor por el oficio, las personas y la naturaleza, que el maestro de los girasoles, es conmovedor, maravilloso. Hoy me di cuenta de esto: cuando me siento furiosa hago ruido, lanzo, quiero romper, gritar, golpear cosas, no digo que esté bien hecho, para nada veo bien que cosas tan pendejas me hagan explotar, pero me pregunto qué pasaría conmigo si no lo manifestara de alguna forma, cómo hace la gente que a su frustración, su ira, su pena las dejan encerradas en el corazón, alguien muy importante para mí hace eso, respeto su decisión, pero se le ve la tristeza en los ojos. No creo que mi método sea mejor, tengo vergüenza de mi pobre manejo de emociones, pero al menos me libero y luego de mi berrinche me siento mejor, no puedo tragarme lo amargo de nada que no sea mi café, mi café con nuez moscada, por supuesto.

martes, 28 de abril de 2020

Cuadragésimo tercer día

Preparando mi participación del 14 de mayo, estuve buscando unas fotos y ahí me acuerdo pues que he tenido la suerte de ser retratada por el Santiago de la Torre, él, el de la poesía y los abrazos. Nos vimos en diciembre en Quito cuando preparamos una sorpresa para Nadya, la Sofi estuvo fascinada y el encuentro fue hermoso. Abrazar hasta sentir el otro corazón ha sido siempre un tesoro, cuántos abrazos me quedan pendientes, unos son más fuertes, más intensos, más llenadores, más vibrantes, más amorosos. Y hay el libro de Eduardo, "el libro de los abrazos" que ahora mismo quiero hojear, sólo porque es lindo y porque tantas y tantas veces he abrazado por escrito, dadas las circunstancias, la edad, la distancia y los océanos, se vale abrazar por escrito hasta sentir el otro corazón.

Foto de Santiago de la Torre

lunes, 27 de abril de 2020

Cuadragésimo segundo día

Estar confinados con alguien que sepa hacer empanadas, dulces, tortillas, ceviche... qué lindo, pero no nos pasa en la Casamarilla :-( La Sofi se recupera bastante bien, vuelve a ser un remolino y su pediatra es hermoso, hace muchos años tuvo como pasante a una ecuatoriana, quiteña de Quito, y gracias a ella tiene un gran cariño por todos los que venimos de allá. Ahora mismo hay una tormenta que será un alivio para las pobres plantas que ya tenían mucha sed, el agua siempre cura tantas cosas. A mi árbol "Guacamole" empiezan a brotarle nuevas hojitas, cuando lleguen los frutos será día de fiesta, es un árbol que nació porque quiso, de una pepa en el compost, veamos cómo me va con el tomate de árbol que sembré hace unos días. Las frutas que más extraño: el babaco y la chirimoya.   

domingo, 26 de abril de 2020

Cuadragésimo primer día

Iniciabamos con la cobra dominguera cuando sonó la campana ¡la dulzura! una viejita vecina nuestra nos había horneado un pastel de manzana, el más rico que he probado en mi vida, no soy fan de las manzanas pero el cariño con que Christiane lo ha hecho es conmovedor. El aire nos ha renovado la energía que llevaba mucho tiempo sin fluir. Espero que en mi país la esperanza se mantenga pese a tanta adversidad, cómo duele. Más tarde, nuevamente la campana, Edith nos ha hecho unas tortillas de zuquini, qué día de suerte.

Cuadragésimo día

Como regalo por sus 11 meses armamos un cochecito que sirve para que se impulse con las piernitas y tiene forma de conejo, Martín se llama, no sé porqué pero me sobraron piezas, siempre me sobra una ¡pero tres! En el día cuarenta de la cuarentena la Sofía tuvo su primera fiebre, se sobrentiende la crisis existencial que implica en esta mamá primeriza y desexperienciada, el terror se apoderó de mí, a pesar de toda la buena voluntad a veces por guiarme algunas personas me hacen sentir que hago todo al revés, pero otras tienen más tino, gracias a las unas y las otras, todas me acompañan en el aprendizaje.

viernes, 24 de abril de 2020

Trigésimo noveno día

Hoy la Sofi cumple 11 lunas... y por supuesto yo también :-) su vestido amarillo para que la bendiga Ochún y sus ojos como soles.

jueves, 23 de abril de 2020

Trigésimo octavo día

El ejercicio de narrar lo cotidiano simple de la cuarentena pone en total evidencia mi subibaja de emociones, seleccionar pequeñas cosas para ponerlas en letras es enfocar mi intención de mostrar que se puede mantener la esperanza, el miedo está, pero hay mucho amor, hay personas increíbles que desde partes tan lejanas llegan con palabras, libros, links, consejos, dibujos, canciones, títeres, recetas de pastel, cariños... para poner en armonía todo lo que se pone chueco. El tiempo va pasando y me va devolviendo esos tesoros que la distancia me había hecho creer que había perdido.

miércoles, 22 de abril de 2020

Trigésimo séptimo día

Sin estos vaivenes no sería yo. La meditación guiada por mi hermana Nadya me iluminó, pude sentir su voz tan linda, tan fuerte, tan sincera, que me liberó unos llantos ahogados, unos dolores y también risas, vi colores infinitos con los ojos cerrados, como cuando Xocé me hace el tratamiento con los cuencos y los cristales. Hay mucho todavía por hacer, muchos sentimientos por liberar. En la mañana releí en la clase virtual con mi estudiante de español una carta de Van Gogh a su hermano Theo, inmediatamente pensé en el Tomás y la alegría de dibujar y pintar que compartimos desde muy pollitos cuando íbamos patinando a bocetear en los arrayanes. El día pasó así, con la Sofía vestida color girasol, con la primavera trayendo esperanza, con el amor queriendo vencer al miedo.

martes, 21 de abril de 2020

Trigésimo sexto día

Hay personas mágicas. Hoy sentí muchas emociones que me debilitaban, aunque era consciente de esto no hallaba manera de evitarlo, el agua que me funciona siempre ayudó pero poquito, es una locura querer aprender mil cosas y no tener el más mínimo control emocional ¡botada la plata! Pero un mensaje de Xocé, una conversación con Eli y un dibujo del Maito transformaron toda esa energía. La Sofía y yo tenemos un columpio en una esquina, es pequeño y nos abrazamos mientras nos balanceamos, desde ahí se puede ver el reloj de la mágica iglesia de Auvers que se hizo famosa porque la pintó el maestro de los girasoles, y aunque el reloj sigue su curso, el tiempo parece flotar.

lunes, 20 de abril de 2020

Trigésimo quinto día

Qué sería de esta vida sin la sonrisa de mis papis, mi ñaña y mis primas cuando le ven a la Sofi hacer sus gracias, qué sería sin los consejos musicales del Sebastián, los dibujos del Tomás, las pinturas de Javi, las canciones del señor cantor, la alegría del Maito y sus papis amorosos, las bendiciones de la Berny, la dulzura de la Alegría, la guía de Xocé, el café, el sol y los limones. Cuando el miedo se quiere instalar viene el amor, que es más fuerte, vestido en sus muchos trajes.

domingo, 19 de abril de 2020

Trigésimo cuarto día

El tratamiento de la cobra roja se volvió un ritual de los domingos, lo hacemos después de desayunar, hoy cuando le puse en la espalda al Tim el preparado de cebolla, ajo, pite jengibre y salvia (mi adaptación del tratamiento original) utilicé mi cuenco de cobre para armonizarle y fue increíble cómo vibraba el cuenco, el sonido que se me subía por el brazo, fue muy emocionante, cuando él puso la pasta en mi espalda intentó lo del cuenco pero los sonidos eran un poco bruscos, porque sacar sonidos del cuenco es algo de práctica y conexión, pero fue un lindo intento. Luego cuando fue con la Sofi a darles de comer a las gallinas, aproveché y estuve con mi mandala, repitiendo esa vibración llena de amor sobre los nombres de las personas que tanto quiero, y les abracé uno a uno. Luego horneé unas galletas de avena para agradecer a mis vecinos que están siempre pendientes de nosotros y sobre todo de preguntar por mi familia y mis amigos de Ecuador, ese es un gesto tan lindo que me conmueve enormemente. El confinamiento no hace más larga la distancia, pero siento a veces como si estuviera más lejos.

sábado, 18 de abril de 2020

Trigésimo tercer día

Los momentos de crisis muestran un montón de cosas que no son evidentes en tiempos normales, y muestran también con mayor intensidad el talento, solidaridad, bondad, creatividad y belleza de tantas personas con las que la vida me ha dado el regalo inmenso de compartir... es maravilloso y les doy gracias porque con esos gestos dan esperanza y aliento. Con mi vaivén de emociones, por la alegría de los títeres, las canciones, las videollamadas, los mensajes de cariño, el conocimiento que se comparte, el saber que en el mundo nos une una energía de solidaridad y de amor, por todo eso gracias.

viernes, 17 de abril de 2020

Trigésimo segundo día

Hace semanas hicimos un pedido por internet, se demoró tanto tiempo que había olvidado lo que era, pues claro, eran compotas de fruta para bebé y un cepillo para su chulla diente que tiene, es increíble poder poner en el plato lo que viene del jardín, así lo demás es en mayor parte pura novelería, yo no soy la talentosa con eso del jardín, aunque mis ajos, cebollas, cúrcumas y jengibres tienen todo el aspecto de estar bien sembrados, con cariño y gratitud sobre todo, porque son mi botiquín para la salud. El romero, la salvia, la acelga, una que otra papa... y flores comestibles nos dan además la alegría de la belleza. La música es mi cordón de plata, escuchar a algunos músicos que tanto quiero es revivir el corazón, la correspondencia con las personas queridas es un regalo tan sanador, hago vibrar el cuenco de cobre para armonizar mi mandala, creyendo que la vibración llegará hasta cada uno, así les abrazo desde mi alma. Mucho amor hay y mucha extrañadera.

jueves, 16 de abril de 2020

Trigésimo primer día

Hoy hice un voto de silencio durante unas horas para recuperar la fuerza, el tiempo pasó volando. Preparé un primer documento para participar en un evento virtual de una institución de la que fui parte hace más de 8 años, la invitación me llenó de alegría. Hay una canción rondándome y eso me da nostalgia, tal vez será porque hoy se cumple un año más de aquel evento que sacudió mi país, sólo el mandala, y los proyectos de ayuda me ayudaron a aliviar mi crisis nerviosa. Ahí como ahora, abrazar a las personas amadas se volvió urgente, un día será.

miércoles, 15 de abril de 2020

Trigésimo día

Hicimos pic-nic en un pedacito de terreno que llamamos "la Pájarapinta", ahí viven unos faisanes silvestres, y tenemos árboles de manzana, pera, claudia, unas plantas medicinales y flores comestibles que cultivamos para nuestro consumo y que el Tim regala a un comercio del pueblo. Los objetos más valiosos que tenemos en casa son cajitas musicales, el sonido de la perilla girando antes de dar paso a la canción tiene un efecto mágico en la Sofía, es como cuando escucho el molino de café, o cuando mis papis escuchan el timbre del teléfono con su "vitamina BB" para iniciar una videollamada. Extraño tanto el Ecuador, lo extraño con esa extrañadera que idealiza, con ganas de acurrucarme envolviéndoles como si yo en algo les pudiera proteger, tal vez porque veo mucho dolor acechando injustamente, porque hay tantas personas que amo mucho y que quiero volver a abrazar. Desde mi confinamiento privilegiado, donde afortunadamente no paso hambre, ni frío: extraño y mucho.

martes, 14 de abril de 2020

Vigésimo noveno día

Quiero oler a café, fue el resultado de un pequeño confinamiento que tuve que hacer en el 2003, no duró tanto tiempo como el de ahora, mi amigo Tomás Bucheli​ estuvo cerca, hicimos moldes de sus manos tan lindas y hábiles con las que entre otras bellezas él hace el origami más fino y la pintura más virtuosa, compuse una canción en homenaje al cuento "Carta a una señorita de París" de Julio Cortázar, y escribí cuentos para el señor cantor, establecí mi odio más firme a la leche, y releí los libros de la colección azul de mi mamá. Hoy sabemos que el confinamiento durará un mes más, no sé si es que soy menos productiva que hace 17 años, o que mi energía se canaliza de otra manera, tengo la suerte de tener un tema de estudio apasionante, el mismo cuento de Cortázar es parte, empiezo a esbozar el retrato para compensar una novena de limón para la señora bonita, y con los consejos que Eli me da puedo hacer brillar los ojos de la Sofi aún más. El agua limpia mis emociones, cuando ya no puedo más. 


lunes, 13 de abril de 2020

Vigésimo octavo día

Anoche con mucha generosidad los vecinos le regalaron a Sofía un conejito de chocolate, no es una tradición en el Ecuador entonces ni se me ocurrió conseguirle uno, además, desde que se me acabó el manicho intento no pensar en chocolate. Agradezco el privilegio de estar a salvo en casa, de poder mantener los rituales para el alma y la salud, la alegría de acompañar a la Sofía en este aprendizaje, y que mi familia en Ecuador tenga conciencia de la gravedad de la situación y cuiden de ellos, no sé qué sería de mí si mi ñaña no hiciera por su familia y mis papis todo lo que hace, allá son un equipo y su vitamina de cada mañana llega virtual en forma de sonrisas, muecas y sonidos de bebé. Aquí, aunque los franceses se quejan mucho, tenemos la suerte de que están haciendo todo por protegernos, y sin embargo, la imprudencia mal vestida de rebeldía hace que se siga perdiendo muchas vidas, pese a tanto esfuerzo, hay mucho egoísmo e irresponsabilidad y siempre mucha queja. Cuando pienso en mi país, en mi gente, en el pueblo, me desmorono al ver que hay un cobarde rodeado de criminales, cínicos, ladrones, haciendo festín aún en estos momentos, y no me interesa discutir de política, ni que me den lecciones y terminen bravos porque no me hago derechosa, independientemente de lo que sostengamos como ideología política, lo que pasa en Ecuador es criminal y es desgarrador.

domingo, 12 de abril de 2020

Vigésimo séptimo día


Cielo nublado en el día 27, a ratos granizo, lluvias, sol, así cambiante me pongo también. Descubro ironía, orgullo, vanidad, arrogancia, prepotencia... hay mucho por limpiar en el encierro, hay una versión nueva por construir. Hemos hecho nuevamente el tratamiento de la cobra, es increíblemente estimulante a pesar de que toca acomodar los ingredientes como se puede, es muy chévere poder cocinar con leña las papas que se ha cosechado, le echo salvia a todo porque tengo hartísima, me alegra que los pañales de tela y todo el reciclaje y producción que hemos hecho en este tiempo nos muestran una dependencia menos fuerte al consumo, yo hago esbozos de una piñata de llamita, estudio recetas con instrucciones que no voy a seguir, tomo café... pero si el cielo se nubla hoy me brilla otro sol, el de una voz que extrañaba tanto y que hoy escucho cantar.

sábado, 11 de abril de 2020

Vigésimo sexto día

Hoy me preguntaba cuántas veces me he puesto a llorar durante este confinamiento, quien me conoce sabrá que soy bien llorona, de alegría o de tristeza, en este tiempo ha sido más de tristeza, la primera vez hace unas semanas fue cuando supimos que había un caso del virus en la clínica en la que nuestra querida amiga H. está hospitalizada desde hace algunos años, el sólo pensar en la posibilidad de que algo pudiera pasarle nos puso tan tristes que lloré la noche entera, sólo al día siguiente pude calmarme para mandarle buena energía de protección y amor, luego le escribí a mi querido amigo M. para contarle que había bordado su nombre y el de su esposa e hijitos en mi mandala, él estaba agradecido pero triste porque le tocó vivir la experiencia horrible de perder a una persona muy querida por esta pandemia puerca, su tristeza me hizo pedazos, lloré mucho, mucho, sólo de pensar que personas tan hermosas tengan que pasar por tanto dolor, después una que otra lágrima de rabia, de frustración, de pena, de miedo. Y así me ha pasado en este tiempo, no es que me concentre en estas emociones, pero no las reprimo tampoco, llorona como soy, después de llorar me siento aliviada. Además sigo los consejos de Xocé para fortalecernos y ahí las tristezas por supuesto no ayudan. Hoy hicimos con la Sofía un baño de espuma, no le gustó tanto y luego no sabía cómo quitarle tanto jabón, luego la vestí con su vestido de fiesta para la sesión de fotos de la mañana, para celebrar el cumpleaños de mi ñaña, la Carla, la Sofía sí cacha cuando lloro de tristeza o de ira, aunque intento controlarme para que no le afecte, pero es obvio que sabe cuándo es el momento preciso para enviarme una mirada como sol. Vimos desde el jardín a Denis y Briac y desde la distancia celebramos a la muy consentida tía Carlita.

Feliz cumpleaños tía Carlita

viernes, 10 de abril de 2020

Vigésimo quinto día

Se me ha hecho difícil redactar la tesina que quiero terminar pronto, porque no logro concentrarme, tengo sentimientos encontrados, cuando viví en Ecuador la frase más popular era "caduno-caduno", es decir, que cada quien se ocupa de lo suyo y no se mete en las decisiones ajenas, tengo amigos y parientes que no cumplen la cuarentena, que no se cuidan, hasta hacen trampa, van y vienen sin tomar precauciones, la idea de que puedan enfermarse me vuelve loca pero no quiero centrar en eso mis pensamientos, me da mucha pena, pero es un peso que no puedo cargar. Entonces recordé el "caduno-caduno", no porque no me importe, sino porque he decidido respetar su decisión. Mi amigo Lenin, el mejor percusionista que conozco, me ha recordado la alegría de escuchar la música cubana, casi he podido regresar con mi mente a La Habana donde tengo a mi hermanita del alma Maritza, he recordado la maravilla de descubrir la amistad inquebrantable de Eli e Isa, Cuba ha parido a mi maestro y amigo Xocé y es ahí que hace 11 años encontré a Tim. Nuestro confinamiento es privilegiado, porque aquí suena a Cuba.

jueves, 9 de abril de 2020

Vigésimo cuarto día

Recibí un regalo maravilloso de mi amigo J. un pequeño tesoro digital para aprender y sobre todo para continuar una de las misiones por las que elegí esta experiencia de vida. Además mi prima está completamente recuperada, después de más de un mes de lucha, y pronto sabremos si su hijo también. El confinamiento me demuestra, entre otras cosas, que mi problema no es la falta de tiempo sino de organización, que guardo muchas cosas que no uso, que me molesta mucho el ruido, la lentitud y el desorden, y lavar los platos, pero que un confinamiento como el mío es privilegiado ya no por el jardín sino por la sonrisa de la Sofía que se expresa no sólo en la boca, sino en el brillo de los ojos y los brazos abiertos y el cuerpo entero, una sonrisa integral, una alegría inconmensurable. Alguien muy querida atraviesa momentos difíciles, su dolor nos da dolor a todos en la familia, y mi país entero está sumido en la desesperanza, esto pasará, debemos mantenernos a salvo y fuertes porque luego tendremos que trabajar mucho para levantarnos, por ahora el amor es lo que nos salva, mañana también.

miércoles, 8 de abril de 2020

Vigésimo tercer día

El confinamiento ha fortalecido y debilitado algunas cosas, es frustrante ver que pese a la dureza con que esta tragedia golpea al Ecuador, tantas personas, y tantas personas cercanas a mí, en cualquier parte del mundo, siguen incumpliendo las medidas para impedir la propagación del virus. Siento un infinito respeto por las personas que ahora mismo están salvando vidas, como la Gaby, no sólo porque son valientes y maravillosas, sino también porque cumplen a cabalidad su promesa, su vocación, al mismo tiempo hay los genios, los sabelotodo que se llenan la boca con discursos en lugar de estar en la primera línea como se esperaría, hay quienes se esconden de su responsabilidad, la eluden, y hay también quienes burlan las reglas porque así es bien bacán, hay que aprovechar que hay sol. Me parece chistoso que aquí tengan que quitar las bancas del parque para que la gente respete el confinamiento, y tratar a la gente como shunshitos, con multas y más prohibiciones para que obedezcan y entiendan que es un esfuerzo de una comunidad entera, es triste pensar que la vida suya y de los otros les valga tan poco, pero el negocio va bien y el sol está rico. El Tim tiene razón en decirme que no debo involucrarme en eso. El confinamiento ha fortalecido algunas cosas, sí, los rituales, las conversaciones, los contactos sinceros, lo que se ha debilitado es lo que ya estaba roto, se ha roto aún más. La esperanza, el cariño: fortalecidos.

martes, 7 de abril de 2020

Vigésimo segundo día

Sol, café y jardín son las cosas más hermosas y doy gracias a la vida por ese privilegio, desde aquí tenemos una vista maravillosa que siempre hemos intentado compartir cuando en el pueblo se organiza eventos de jardín abierto para que otras personas puedan acceder a esta alegría que da ver a la iglesia de Auvers desde un ángulo único. La alegría mayor es ver a la Sofía sonreír, seguro siente ella también nuestra angustia, nuestra pena, pero su respuesta es una sonrisa con una perlita para darnos fuerza. Cada uno desde su lugar intenta conectarse con los que quiere, hoy pensé en cómo llegué hasta aquí, y porqué comparto mi confinamiento con el Tim y la Sofía, ¿con quién lo comparten ustedes? ¿cómo llegaron ahí? Hoy celebramos el cumpleaños de Tim, una pintura hecha con las huellas de pies y manos y un pastel (no muy exitoso), una comida rica del restaurante donde el Tim dona sus flores comestibles. Regalos de algunos vecinos, llamadas cariñosas y además llegó el pedido de café, lentejas y fideos. Con la pena de saber a una persona querida pasar por momentos duros, nos queda sólo mantener la esperanza y el amor.

lunes, 6 de abril de 2020

Vigésimo primer día

Soy mala para seguir instrucciones, hoy a la fuerza me tocó seguirlas para hacer un pastel, mañana es cumpleaños del Tim, claro, he cambiado todo, he remplazado un ingrediente por otro, las cantidades, los tiempos, no sé qué va a salir de ahí, con optimismo me digo que tengo otros talentos, la cocina no es mi fuerte. La Sofía tiene oficialmente su primer diente su sonrisa es cada vez más bella. Tengo tantas ganas de abrazar a mi familia y amigos. Hay 5 personas que han iniciado el reto de la novena del limón, cómo me llenan de alegría, eso es casi como abrazarles. Vimos pasar a Edith en la lluvia y sembrado girasoles, yo redacto mi tesina.

domingo, 5 de abril de 2020

Vigésimo día

Lo admito, hoy estuve insoportable, un sentimiento que me apretaba el pecho me acompañó desde la mañana, una mezcla de tristeza, rabia, impotencia... hicimos nuevamente el tratamiento de la cobra y más tarde en la ducha pedí que el agua se llevara esa sensación que me agobiaba, el agua ayudó mucho, el agua y el café y luego recordé que Xocé me recomendó tomar sorbos lentamente, no recuerdo si eran siete u ocho, pero eso también ayudó. No puedo quejarme del encierro que tengo, tengo gratitud con la vida porque mi confinamiento es privilegiado, no sé si fue nostalgia, hormonas o la frustración de ver como destruyen a mi país con tanta crueldad, y sin una pizca de compasión, lo que está pasando en el mundo es muy duro, pero lo que pasa en Ecuador es espeluznante. Tengo tanta suerte de saber que mi familia ha tomado la decisión correcta, y la cita virtual de cada día es la vitamina para seguir. Hoy vimos a Anita y su perro Chocolat desde el jardín, pero hoy hubo demasiada gente paseando, más de lo habitual (en tiempos de confinamiento). Con Sofía nos balanceamos en el columpio mientras nuestra pequeña tortuga George deambulaba entre las flores.

sábado, 4 de abril de 2020

Decimonoveno día

La horrenda y cruel manera en que en mi país gobierna la corrupción, la traición y la miseria, nos destroza el corazón, nunca hubiera imaginado que tanto dolor puede llegar a un país tan lindo. Los que se jactan de poder, como escribió una vez Galeano, en su autopsia no se hallará ningún escrúpulo.  Pese a tanta tristeza, la esperanza, no la pierdo, porque al mismo tiempo sé de gente buena, y mucha gente buena, que necesitará mucha fuerza y amor para reconstruir lo que quede de nuestra patria. Repudio cada gesto mezquino e indolente con el que el actual gobierno lucra y juega con el dolor del pueblo. Que la vida se encargue de hacer las cuentas.

viernes, 3 de abril de 2020

Decimoctavo día

He terminado de bordar y he colocado piedras de amatista y ojo de tigre en las uniones, es que necesitamos protección y necesitaremos mucho ñeque para recuperarnos. A cada una de las personas que he incluido en este mandala puedo decirles que les amo mucho, que les agradezco por el aporte inconmensurable que le dan a mi vida, por hacerme sentir su presencia a pesar de la distancia que es sólo geográfica, ahora es momento de luchar, de protegerse, de fortalecerse. En Ecuador rige un gobierno criminal, la realidad es espeluznante, por eso le pido a mi gente que se cuide mucho, nos necesitamos fuertes, unidos y con esperanza.

jueves, 2 de abril de 2020

Decimoséptimo día

Bordar ha implicado en el tiempo de confinamiento, elegir nombres que representan a las personas más valiosas de mi vida, a las que quiero, de las que aprendo, con las cuales me identifico, pero están también personas que me causan conflicto, sí, existencial, sólo pensar en cada una de ellas a través de la meditación que este ejercicio de bordar implica, me ha aclarado circunstancias que han estado durante años en stand by, y que se han ido aclarando. No me importa si alguien me cree o no, pero cerrar los pétalos de la flor de la vida, con los nombres adentro, me ha causado emociones distintas, totalmente relacionadas a cada persona, he sentido su miedo, su alegría, he rememorado encuentros trascendentes, sonidos, colores, he tenido respuestas a preguntas pendientes, he podido llegar a un nivel muy alto de empatía, ha sido una experiencia hermosa como ver una película con los ojos cerrados con las imágenes que dan respuestas, que liberan, que alivian. Estoy cerca de terminar, con la pena inmensa de los nombres que no alcancé a incluir, pero el amor se expande a través de los nombres que sí están. Ni ayer, ni hoy he visto a alguien más, aparte de Tim y Sofía, con ella hemos preparado una pequeña pieza de teatro :-) Riesgo de contagio: Cero, y hacemos todo lo posible por fortalecernos. Nos indigna la ignorancia y aberración con la que algunos lucran en la crisis, y no respetan la decisión de quienes han decidido valorar su vida, toda mi solidaridad con el pueblo que merece vivir dignamente y morir también con dignidad.

miércoles, 1 de abril de 2020

Decimosexto día

Intento periódicamente estar en contacto con mis estudiantes, ellos son parte de mi vida cotidiana, y son todos personas buenas. Dos de ellas tal vez en peligro? ojalá que no, pero me he apresurado en bordar algunos de sus nombres en mi mandala. En Ecuador, es espeluznante lo que pasa. La gente, gente querida no entiende la gravedad, siguen paseando por ahí unos, siguen aprovechando la situación para lucrar otros, se preocupan menos de su propia salud que de hacer vida social. Mi mandala de protección y amor es un acto simbólico, que no hará milagros al que no se cuide y se fortalezca. Mi nostalgia me hace viajar regularmente a Puembo en los sueños, es un viaje astral donde puedo visitar los lugares y ver a las personas que me hacen falta, es como una pequeña visita nocturna, luego me despierto tranquila, porque he estado con ellos. Aquí, el sol y el café y una inmensa lista de menjunjes que nos ayudan a sentir que nos cuidamos, llevamos 16 días confinados, Sofía adora tenernos tanto tiempo junto a ella. Riesgo de contagio: cero.

Despedida

El cielo de la añoranza me cubre, una dicotomía entre calidez en la piel y un frío que penetra hasta los huesos, se va pintando un lila suav...